LA CONFLUENCIA DE PODER CONSTITUYENTE Y CONSTITUIDO.
Miguel Angel Herrera Zgaib
Proyecto Historia Social y Política de la Subalternidad, Grupo PyP.
De nuevo, después de más de 40 años de historia con altibajos, del movimiento estudiantil, triunfa un estudiante afiliado al proyecto político del PDA/Moir, el joven Inti Mesia. La diferencia con la competencia de la otra alianza FEU/ACEU, fue de apenas 100 votos. De otro lado, como es común, el triunfo fue para la abstención, porque según las cifras electorales votó alrededor del 15 por ciento del estudiantado habilitado.
Antes, el triunfo estudiantil había sido para la FEU/ACEU, y lo celebraron con bombo y platillos, con juegos pirotécnicos, con un ambiente de fiesta e inocultable regocijo. Ahora no aparece el mismo entusiasmo, y en apariencia es explicable y justificable.
En la elección que pasó, la lista de los no alineados/ independientes obtuvo alrededor de 800 votos, dicen. Y el voto en blanco sembró 1.000 o algo más. No se alcanzó el volumen de la elección que puso en el CSU a Jairo Rivera, cuando la MANE vivía tiempos de gloria. Pero, en cualquier caso, la causa estudiantil no es electoral en el sentido de qué matiz de la izquierda es el que triunfa, sino qué tanto se han aprendido las lecciones del pasado, en lo positivo y negativo, para responder a los desafíos inmediatos.
El corazón del búho, infartado en su infra-estructura, con la Facultad de D y CP, como centro del litigio, sigue teniendo reconocimiento de los estudiantes que votan, puesto que sigue teniendo la representación máxima en un cuerpo colegiado que no tiene constitución democrática, desde los días en que se desmanteló el co-gobierno, la más alta conquista conseguida por el movimiento estudiantil en materia de representación.
Fue el tiempo en que más cerca se estuvo de un ejercicio de autonomía verdadera de la Universidad pública en los ámbitos que se ha reconocida esta, en lo administrativo y lo académico, nunca en lo presupuestal, con el argumento que el Estado la cofinancia, cuando menos.
La Universidad Nacional de hoy, en su orfandad política con la medida de su autonomía da la talla de lo que es la democracia actual en Colombia.
Una novedad constituyente
Sin embargo, mientras se cumple un nuevo ciclo de elecciones universitarias, en el propio campo de Derecho y C Política se ha desprendido una experiencia constituyente notable, cuando los estudiantes organizados e independientes se han puesto al frente, como constituyentes.
Honrando los balbuceos democráticos plasmados en la Constitución de 1991, para precipitar la solución de una situación increíble, que la U.Nacional, la más importante de Colombia, por resultados y significación histórica antes de la Constituyente 1990/91, no tenga un edificio habitable. Y lo mismo haya pasado con otros en el campo de Bogotá, Arquitectura, Enfermería, Ingeniería, y en parte el edificio de Química.
Este ejercicio constituyente localizado es muestra de la madurez que empieza a cundir dentro y fuera de la Nacho, en las elites políticas que se desprenden del nefasto tiempo de la seguridad democrática, y que no se dejan encantar por los cantos de sirena de la "prosperidad al debe", como si la historia de la regeneración, transmutada en "degeneración democrática" volviera a repetirse, sin que cambiar en lo sustancial la vida del común de los colombianos.
Los logros de la pasada semana son del poder constituyente, que ha hecho pactar al poder constituido en su representación de la facultad. Pero, al mismo tiempo, tiene delante el defender la causa de la ley alternativa de la educación superior en el Congreso. Dicho de otra manera, defender la causa de la academia democrática y gratuita, dentro y fuera de la representación.
La oportunidad de la democracia común
Para ello es oportuno, urgente y necesario constituir una lista de estudiantes al congreso de Colombia, senadores y representantes. Una oportunidad decente y reivindicativa a la vez podría ser llegar a un frente constituyente con la UP, a quien se ha restituido su personería, y que fue diezmada en su esfuerzo por representar a los grupos y clases subalternas en un proyecto pluralista.
Hoy, en el marco de una propuesta contra-hegemónica puede en conjunto levantar las banderas de las multitudes si los cálculos mezquinos de fuerzas cercanas a este proyecto no lo malogran o manipulan como es su costumbre, para quedarse otra vez "sin el pan y sin el queso", o gozar de victorias pírricas. No estamos para eso. Amanecerá y veremos. Se agotan los días, y aumentan lo que llaman los cuantitativistas "costos de oportunidad".
De la oportunidad que hablamos es la de la democracia común para impulsar y liderar la otra paz con constituyente social como argumento y tarea fundante.
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