martes, 19 de noviembre de 2013

DE CHILE  A COLOMBIA

¿Y los jóvenes colombianos, qué?


                                                   Como dicen las abuelitas, las comparaciones son odiosas, pero, hay similitudes en el tiempo de lucha de los jóvenes en los dos países; y particularidades, como que en Colombia, se vive un conflicto armado, o una guerra de 50 años, que algunos definimos, caracterizamos, a partir de los años 80, luego de la masacre del palacio de justicia, como una "guerra social". 

Mientras que en Chile, el proceso mismo del antagonismo se traduce en una experiencia de hegemonía circunstanciada y limitada por un triunfo electoral condicionado del proyecto de Unidad Popular, el cual fue resuelto, desatado con una intervención militar, con apoyo estadounidense, y puso a los chilenos en la situación de ser gobernados cum manu militarii. En tanto que, en las condiciones políticas colombianos, la dictadura que hemos padecido fue bautizada una "dictadura civil", primero avalada por el experimento del Frente Nacional, un arreglo antidemocrático, excluyente, que solo cesó parcialmente con la promulgación de la nueva Constitución de 1991.



Sin embargo, la simple y anacrónica propuesta del Estado social de Derecho, una suerte de mampara para el despliegue constitucional del modelo neoliberal, en su progresismo "garantista", el llamado bloque de constitucionalidad de los derechos humanos, se hizo insoportable para el bloque en el poder, que para 1998/99, luego de una seguidilla de victorias militares en cabeza del destacamento subalterno de la insurgencia de las Farc-ep, condujo a una degeneración de lo poco que de democracia liberal se había avanzado con el articulado de 1991.


La generación de jóvenes del posfrente nacional ha vivido una ciclo de luchas desde entonces, que por una parte le dieron razón de ser a la ley de educación superior, un avance tenue, que con el correr de los primeros años se fue destiñendo, a la medida que la educación pública superior se estancaba, y florecía el negocio de la educación superior privada, que sigue ofreciendo ganancias abuertas y encubiertas a sus más hábiles e inescrupulosos "cultores".


Entre tanto, la educación pública superior, con la resistencia estudiantil, de profesores y trabajadores, en menor incidencia y compromiso, en el último quinquenio ha vuelto a ganar momento en la escena nacional. Hasta el punto que en el plano de la auto-organización logró construir la propuesta de la Mane, que se ha desdibujado a raíz de su intolerancia grupista, dando pie a la existencia de disidencias que no han logrado, unos y otros, acompasar el ritmo. 


Para configurar un frente común de lucha, donde la heterogeneidad ideológica conviva con el accionar estratégico en procura de la educación superior gratuita, y de forma inmediata una acción de "salvataje," para evitar el hundimiento en caída libre de la financiación del sistema de la educación pública superior que ya tiene un déficit de 12 billones. 



El caso más protuberante lo exhibe el elefante blanco enclavado entre la 26, la 30, la 45, y la 50. El búho retaceado del proyecto democratizador que arrancó de modo promisorio en en 1938, partiendo de la fementida "revolución en marcha" de López Pumarejo. Por supuesto, hablamos de la Universidad Nacional, cuya construcción colapsa ante la indiferencia del gobierno nacional. 



Ahora, en el curso de los últimos 20 días se ha golpeado con impunidad su corazón, la facultad de derecho y ciencia política. Antes le había tocado el turno a Medicina, herida mortalmente hace 40 años, con la crisis del Hospital de la Hortúa, en el tiempo en que era rector Luis Carlos Pérez, y decano Guillermo Ferguson. Desde entonces  las asociaciones privadas se fueron festinando el botín de la salud. Hasta cerrar el círculo de la corrupción con la ley 100, cuyo artífice llegó  a ser presidente de Colombia, acudiendo a la truhanería y al cohecho por interpuesta persona.


El derrumbe de los cielo-rasos descubrieron, por fin, las chambonerías perpetradas en la construcción de un falso tercer piso, que tiene tapadas cañerías y desagües, probablemente desde hace 20 años, lo que produce recurrentes goteras en este monumento que fue nacional, y ahora lo es al "abandono y la desidia consentidas".  


El drenaje de dineros públicos constituye una verdadera diarrea pandémica que alimenta el triste espectáculo de la incompetencia administrativa en la administración de las cosas. El  rector, el vicerector y el CSU, en primera línea con la ministra a bordo para abajo, hasta llegar a la dirección misma de la Facultad, que anuncia siempre  a manera de excusa que el mantenimiento es a cargo de la sede de Bogotá, son los responsables sin atenuantes. 


De ese modo se ha tardado este funcionariado indiferente e incompetente algo más de 20 días en resolver un problema de goteras y cambio de cielo-rasos, y de encuentro de las canales y bajantes que todavía es un "misterio bufo". Que no decir de las tareas más complejas que tocan con el presente y futuro de los saberes sociales. 


A este cuadro de crisis infraestructural se suma el de crisis superestructural que requieren un remedio radical. Los estudiantes movilizados ofrecen hoy martes 19 de noviembre la cuota inicial de una reforma intelectual y moral necesarias que requieren de democracia a todos los niveles para que el árbol de la libertad que hoy se planta en terreno fértil no se marchite en el erial de la burocracia.



El resultado


                                               El día martes 19 de noviembre, después de intensas y detalladas deliberaciones durante una semana, y como fruto de la asamblea estudiantil de este pasado lunes, la paciente espera se tradujo en el hecho de la desobediencia civil;  un acto de ocupación pacífica de los edificios, uno, la facultad de D y CP, parcialmente habilitad el día lunes 18, y el otro, la parte que esta utiliza del Manuel Ancízar, una construcción que fue originalmente la de las residencias femeninas en el pasado. Ambas instalaciones  le dan cabida a una población superior a las 2500 personas, dándole un aspecto de hacinamiento tugurial a los espacios que 50 años atrás eran apropiados para albergar la cuarta parte de la población estudiantil y profesoral que los utiliza regularmente en el 2013.




Mientras se "destuguriza" el centro de Bogotá, y se recuperan casas que albergaban prostitución, vicio y latrocinio, para servir a los intereses de la educación superior privada como negocio pulpo se cumple la operación contraria en el espacio físico del único real campus universitario de carácter público que tiene la ciudad capital, la Universidad Nacional. Un terreno cada vez más objeto de abierta codicia por parte de los urbanizadores privados, y los planes de reforma urbana alucinados que sacuden la imaginación de dirigentes progresistas, en particular, el actual alcalde de la ciuudad.




Contra este proceso, los sectores estudiantiles organizados e independientes han tomado la sartén por el mango, se han comportado como poder constituyente, tal y como se registra tímidamente en la Constitución de 1991, en rechazo a la inoperancia e ineficiencia del poder constituido que no ha realizado en tiempo los correctivos que garanticen la continuación del segundo semestre del año 2013, y mucho menos han respondido a lo que ocurrirá durante el primero de 2014.



Exigencias claras y perentorias 

                                             La habilitación de los espacios de clase provisional para los cursos de derecho y ciencia política en forma inmediata a partir de la fecha, luego de seis intentos malogrados. Un diagnóstico técnico confiable del estado estructural del edificio de la Facultad de Derecho. La terminación de la reparación locativa del segundo piso, con la revisión de la armazón de madera y hormigón que soporta el techo del falso  "tercer piso". 

De otra parte, urge la definición del proceso de construcción del edificio de aulas para pregrado y posgrados de Derecho y Ciencia Política, a semejanza del edificio inteligente de Ingeniería que contribuyó a financiar el exalumno Luis Carlos Sarmiento Angulo; junto con la precisión del calendario de terminación del segundo semestre de los pregrados de derecho y ciencia política. 


Después del debate de control político que promovió la representante Angela María Robledo, debe seguir un mensaje de urgencia del gobierno nacional para obtención de recursos extraordinario con la mediación de los ministerios de educación y hacienda: una partida inicial de 1.1 billones para apropiar en el trabajo de reparación de las instalaciones del campus de Bogotá, con veeduría nacional, y de la comunidad universitaria para que se aboque la programación y ejecución adecuadas. Y la disposición de un billón adicional, para ejecutarlo en el segundo semestre del año 2014. 


Al mismo tiempo, "descongelación" de la partida de $1.800 millones de la facultad para abocar el proyecto de construcción del edificio de aulas inteligentes, en lugar del llamado edificio de doctorados, cuyo diseño en principio comprometía el concurso del arquitecto Steven Holl, y la participación de tres facultades y el nivel central en su ejecucion. Proyecto que lleva 2 años y medio varado. Es el ritmo paquidérmico, y la mentalidad chovinista juntas conspirando contra la marcha de la ciudad blanca convertida en un segundo elefante blanco, después del que entró  en la picaresca nacional  con el proceso 8.000.




Hoy los jóvenes están actuando en lo que les corresponde, enderezar el edificio de la educación pública empezando por Bogotá, que ha amanecido con la cara limpia y las ideas claras. Ojalá que las directivas a todos los niveles entiendan bien el mensaje, y obren en consecuencia, sin más dilaciones o pretextos deleznables.


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