martes, 29 de noviembre de 2011

Petro, un gobierno de mayoría simple

Juan Carlos García

Grupo de Investigación Presidencialismo y Participación

Universidad Nacional de Colombia

El 30 de octubre no voté por Petro. Hace tiempo (¿10 años?) no es de mis querencias, pero tampoco de mis odios. Frente al tarjetón me puse a pensar: mejor no voto en blanco, como creía. Luego dije: voy a votar por las bases. Se necesita la izquierda, así sea derrotada. Y voté por el PDA, ni si quiera por Suárez, que habla mucho. Sé que no íbamos a superar el 2%. Para el Concejo sí fue lo que decidí, o casi: pensaba un voto en blanco, y al final terminé anulando la primera equis con una segunda. Para las JAL, como no vivo en esa localidad del sur en el que hace mucho estudié el bachillerato, voté en blanco. Así fue que estuve en tres acciones. Todas ellas útiles, libres, pienso ahora.

Mirando lo que arrojó la algarabía de las elecciones en Bogotá. Petro le va a quedar muy difícil gobernar la ciudad, porque sumando los porcentajes y los votos de los otros candidatos progobiernistas (Peñalosa, Parody, Galán, Luna), el resultado es que tienen el 60% del electorado: eso cuenta, al menos para que se unan ahora. Petro solamente el 32%. Lo duplican en poder electoral, lo cual significa en el liberalismo político, legitimidad y en últimas gobierno. Petro tiene una mayoría simple, no las multitudes gobernando.

Lo del PDA se sabía, lo sabíamos. Los 32 mil quijotes que votamos por esta propuesta de hacerse al Palacio Liévano, lo hicimos no buscando a nuestra Dulcinea. Fue por tozudez, así Suárez no nos convenza: es muy técnico. Solo pensé en las bases. Es necesario que de las bases, esos 32 mil críticos, libres porque sabíamos de la derrota anunciada, se construya una propuesta democrática que sea oposición a Petro, a Santos (¿y al sistema habrá que decir?). Ah, y a los que se le sumarán al nuevo Alcalde en próximas horas o días.

Porque con ese 32% Petro no puede gobernar como él quisiera. Ganó, pero la ciudad está dividida, fracturada hace mucho. No por las obras públicas, sino por algo más profundo y menos visible: la ideología política. Un antagonismo puro, casi clasista de odios mutuos, por el presupuesto, los títulos y los honores.

Si recuerdo bien, fue el mismo porcentaje con el que ganó Samuel Moreno la tristemente célebre elección, recibiendo entonces el apoyo de Petro y claro, del PDA, y luego gobernando con el Partido de la U, los liberales, los conservadores, etc. Lo cual da a entender que hay una franja crítica de cerca del 30% que es independiente de los líderes tradicionales, presidentes o no y de sus feudos electorales. Que no es gobiernista, ni siquiera de izquierda, pero tampoco antisistema.

Interesante, pero repito: con un 32% no se gobierna a Bogotá, solo se la administra o por lo menos se lo intenta junto con el antagonismo está el odio en curso que avivó la crisis política de Samuel Moreno.

Petro, si quiere gobernar tendrá que pactar, entregar y finalmente cambiar mucho su discurso. "Democracia de multitudes", ha dicho con emoción progresista, recuerdo. El 32% no son multitudes, así miradas las cosas. Son algo más de 700 mil personas, y Bogotá, con el área metropolitana, se acerca a los ocho millones de habitantes si pensamos en la ciudad región, muchos de ellos críticos y opositores reales a Petro, al PDA y a todo lo que huela o parezca a izquierda.

Si quiere el nuevo Alcalde hacer realidad la "democracia de multitudes" y no quedarse en la retórica electoral, no podrá pactar, entregar o cambiar sus propuestas: será él, Petro con el 32% en la vanguardia de los cambios democráticos, profundos que parece realizará, según dice, según se cree. Pero se le olvidó decir que para esa “democracia de multitudes” es condición sine qua non modificar, cambiar, reformar las normas. No solo respetarlas o hacerlas cumplir. Porque la institucionalidad, la normatividad, de Bogotá no da para un gobierno democrático de las multitudes. Lo demás es populismo, y del peor.

Si el gobierno que se propone Petro construir es progresista, bajo el entendido de que va más allá del orden instituido, porque es incluyente y participativo, según dijo, tiene que modificar las normas, creando nuevas, democratizándolas. Los progresistas tienen, si ese es su deseo, que asumir la reflexión sobre las normas distritales: ¿son ellas justas o injustas? Por ahí empieza una propuesta de gobierno democrático y una posibilidad de buscar articular a las multitudes. Lo demás es estar con el discurso del 60% que apoyó a Peñalosa, Parody, Galán y Luna.

Petro solo va a administrar, y más si quiere ser Presidente de la República: tendrá que flexibilizar su discurso y sus actos; no estamos ante el M19 y sus acciones populares y populistas. Entre otras porque en Bogotá ya se dieron cuenta, miles, millones, y muchos voceros del establecimiento, que no quieren otros gobernantes, salvo los de su caletre. Para ilustrar dicha posición solo es leer el cruce de panegíricos vergonzantes que se dieron dos miembros del bloque en el poder en Bogotá, hoy desheredados, Enrique Santos Calderón y la capitana, María Eugenia Rojas, cuando se recordaron mentiras y verdades, ventiladas en el diario El Tiempo, para dicha de algunos pocos que no olvidan la historia.

Pero volvamos, la elección de Petro es el resultado de una política de mayoría simple, no son multitudes decidiendo un gobierno democrático en vísperas de la autonomía social. No estamos a las puertas de una revolución democrática, ni siquiera es una coyuntura revolucionaria a favor de los desheredados o contra los explotadores. A lo mejor ni siquiera es pluralidad, pero sí pluralismo o en su peor expresión: positivismo jurídico: que las normas no se modifiquen. Es posible pues ésta fue una elección que midió la fuerza electoral de unos contra otros, así estos o aquellos dijeran que no: no hay política de odios. La hay, y mucha.

Si la memoria no me falla, el nuevo Alcalde no habló, antes o ahora, del desmonte a la reforma de la ley 30. La "democracia de multitudes", imaginamos, creemos, empezaría por ahí: cuando el nuevo burgomaestre se oponga a dicha iniciativa presidencial de privatizar, flexibilizar y tecnologizar la educación pública. Hasta entonces, estaremos en la oposición.

domingo, 27 de noviembre de 2011


DEBATE ACERCA DE LA EDUCACIÓN MUNDIAL

El inquieto intelectual colombiano, Alpher Rojas, nos llama la atención sobre este debate en la cátedra de Economía en Harvard, donde la inconformidad con las recetas conocidas y los resultados obtenidos desborda el convencionalismo de hace unos años de loas y reverencias al discurso neoliberal. Eran los tiempos del mandarín Summers, apoyado por el presidente Clinton, y la prosperidad al debe con la cual crecía Estados Unidos a costillas del resto del mundo, lo cual no ha cesado hasta nuestros días, con perfiles cada vez más catastróficos como amenaza inminente. N de la R.


Educación superior: se rebela la élite de Harvard


Algo está pasando con la juventud mundial. ARC

Para su información, reflexiones y consideraciones........


Máxima indignación en Harvard: Los alumnos de la cátedra de Introducción a la Economía de la Universidad Harvard exigen nuevas perspectivas académicas.Posted on 18 noviembre 2011
Un un hecho insólito, digno de ser incluido en la saga de “Aunque usted no lo crea”de Ripley, el pasado 02.11.2011, un grupo de estudiantes de economía tomó la decisión de retirarse en bloque de la cátedra de Introducción a la Economía de la Universidad Harvard, en protesta por el contenido y el enfoque desde el cual se imparte esta materia.

¿Qué hay de asombroso en este hecho?. En primera lugar, la protesta tuvo como destinatario directo al conocido economista Gregory Mankiw, ex asesor del Presidente George W. Bush y autor de uno de los manuales de macroeconomía más utilizado en las escuelas de economía dentro y fuera de Estados unidos. En segundo lugar, porque de acuerdo a la carta entregada por los/as estudiantes antes de retirarse de la cátedra, el motivo de la protesta fue su indignación por lo que consideran el vacío intelectual y la corrupción moral y económica de gran parte del mundo académico, cómplices por acción u omisión en la actual crisis económica.
Y en tercer lugar, se trata de un hecho insólito, porque los integrantes del movimiento estudiantil detrás de este hecho de indignación académica en contra del pensamiento único neoclásico, pertenecen a la élite económica, social y política de los Estados Unidos, que se forma en la Universidad de Harvard para dirigir las corporaciones empresariales globales y/o para asesorar a los gobiernos en materia de políticas económicas y financieras.


En diversos párrafos de la carta al profesor Mankiw se lee: “hoy estamos abandonando su clase, con el fin de expresar nuestro descontento con el sesgo inherente a este curso. Estamos profundamente preocupados por la forma en que este sesgo afecta a los estudiantes, a la Universidad, y nuestra sociedad en general (…) Un estudio académico legítimo de la economía debe incluir una discusión crítica de las ventajas y los defectos de los diferentes modelos económicos. A medida que su clase no incluye las fuentes primarias y rara vez se cuenta con artículos de revistas académicas, tenemos muy poco acceso a aproximaciones económicas alternativas. No hay ninguna justificación para la presentación de las teorías económicas de Adam Smith como algo más fundamental o básico que, por ejemplo, la teoría keynesiana ..(…)

..Los graduados de Harvard juegan un papel importante en las instituciones financieras y en la conformación de las políticas públicas en todo el mundo. Si falla la Universidad de Harvard a la hora de equipar a sus estudiantes con una comprensión amplia y crítica de la economía, sus acciones serán susceptibles de perjudicar el sistema financiero mundial. Los últimos cinco años de crisis económica han sido prueba suficiente de ello”. La carta concluye: “No estamos retirando de su clase este día, tanto para protestar por la falta de discusión de la teoría económica básica y como para dar nuestro apoyo a un movimiento que está cambiando el discurso estadounidense sobre la injusticia económica (Occupy wall street) .

Profesor Mankiw, le pedimos que se tome nuestras inquietudes y nuestro retiro de su clase en serio”.


Según reportan los escasos medios de comunicación que le dieron cobertura a esta protesta, el movimiento de los estudiantes de Harvard a favor de una economía crítica, se ha ampliado y ha incorporado otras demandas para hacer de Harvard una “universidad socialmente responsable”. Una de éstas consiste en la negociación de contratos de trabajo más dignos para el personal de servicios de la universidad que sufre las políticas de flexibilización laboral que tanto daño le han ocasionado a la clase trabajadora norteamericana. Movimientos similares han comenzado a surgir en la Universidad de Duke (Carolina del Norte) y en la Universidad de Berkeley (California)El movimiento iniciado en Harvard por un cambio en el enfoque dominante de la enseñanza de la economía no es nuevo. Más bien es un movimiento que viene a sumarse a la iniciativa por un cambio en la enseñanza de esta disciplina que iniciaron en mayo de 2000 los y las estudiantes de las universidades francesas y que meses después recibió el apoyo de estudiantes de Cambridge, Inglaterra.


En ese entonces, también el movimiento estudiantil francés hizo pública una carta declarándose globalmente descontento por la enseñanza recibida, que les impedía lograr una comprensión profunda de los fenómenos económicos a los cuales las personas se enfrentan en el mundo real.

Un pasaje de esta carta señalaba que “ la mayor parte de nosotros ha escogido la formación económica con el fin de adquirir una comprensión profunda de los fenómenos económicos a los cuales el ciudadano de hoy en día se encuentra confrontado. Ahora bien, la enseñanza tal como es expuesta –es decir en la mayor parte de los casos la teoría neoclásica o enfoques derivados –, generalmente no responde a esta expectativa”. La carta finalizaba con un exhortación al profesorado francés similar al mensaje enviado al profesor Mankiw: ¡Despiértense antes de que sea demasiado tarde!.


Hace casi 200 años, John Stuart Mill al asumir como Rector de la Universidad de Saint Andrew, recordaba al claustro de profesores de dicha universidad, que la función de las universidades no es hacer que los estudiantes aprendan a repetir lo que se les enseña como verdadero sino que su función es formar personas con capacidad de pensar por si mismas. De acuerdo a este gran economista y filosofo, las universidades deben enseñarles a las personas a “Poner en duda las cosas; no aceptar doctrinas, propias o ajenas, sin el riguroso escrutinio de la crítica negativa, sin dejar pasar inadvertidas falacias, incoherencias o confusiones; sobre todo, insistir en tener claro el significado de una palabra antes de usarla y el significado de una proposición antes de afirmarla……. El objetivo de la universidad no es enseñar el conocimiento requerido para que los estudiantes puedan ganarse el sustento de una manera particular. Su objetivo no es formar abogados ó médicos ó ingenieros (ó economistas) hábiles, sino seres humanos capaces y sensatos……. Los estudiantes son seres humanos antes de ser abogados, médicos, comerciantes o industriales; y sí se les forma como seres humanos capaces y sensatos, serán por sí mismos médicos y abogados (y economistas) capaces y sensatos”.


Es obvio que la incapacidad de las universidades actuales de formar economistas críticos y sensatos no responde únicamente a posturas personales e ideológicas de docentes y/o autoridades universitarias, sino más bien responde a factores relacionados con el rol que las universidades cumplen en la reproducción de las relaciones de poder dentro del sistema capitalista en su fase neoliberal. Probablemente uno de los principales factores explicativos de la crisis en la enseñanza de una economía crítica e integral, es la pérdida de la identidad e independencia de las universidades debido a que han sido capturadas por los intereses de las corporaciones y/o por la demanda del mercado.

Se les ha presionado directa (o indirectamente) a convertirse en empresas educativas con la misión de formar a los dos tipos básicos de economistas que demanda el mercado en la fase actual del capitalismo: economistas especialistas altamente calificados/as y economistas generalistas poco calificados/as para apoyar a especialistas o para desempeñarse en funciones gerenciales. Esto a su vez ha conducido a una especie de fragmentación del conocimiento y a la ausencia de pensamiento crítico. ¿El resultado final? Economistas formados para adaptarse y/o colaborar con el status quo que mantiene a la mayor parte de la humanidad en la exclusión y la pobreza.


El mensaje que desde Harvard envían los y las estudiantes de economía, no debería pasar desapercibido por las escuelas de economía del mundo entero, en particular por las escuelas de economía de los países del sur. Es tiempo de rectificar el rumbo (si se ha perdido en algún momento). Es tiempo de separar la verdadera función universitaria de la función de formación técnica superior, y sobre todo, es tiempo de devolverle a la enseñanza de la economía el carácter crítico, riguroso e integral que tanta falta hace en los momentos actuales de crisis sistémica que ha provocado el sistema capitalista.


Si no actuamos ahora, con hechos y no con meros discursos, las escuelas de economía (y quienes trabajamos en ellas) estamos en riesgo de correr – más tarde o más temprano- con la misma suerte del desafortunado profesor Mankiw.StarViewerTeam International 2011Ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.Autora:Julia Evelyn Martínez

viernes, 18 de noviembre de 2011

Yolanda Marín, una colega universitaria, muy activa en procesos comunitarios nos llama la atención con esta nota escrita por Daniel Samper Ospina cuando el síndrome de Abu Ghraib no abandona el inconsciente de personajes del establecimiento político nacional, como es el notorio caso del chabacano director de noticias de RCN, el ex vicepresidente Francisco Santos.

La "corriente" de la tortura y el uso de la violencia de múltiples formas continúa flotando en la realidad colombiana, sin cura, desde la triste historia del SIC, de la primera mitad del siglo pasado. Ahora que se ha desmantelado el DAS, y se reemplazó por la Agencia Nacional de Inteligencia para tratar de borrar sus "inocultables" escándalos. N de la R.


Carta al director del manicomio de Sibaté

Por Daniel Samper Ospina
OPINIÓN Y yo pensaba que el único vicepresidente que amaba los
‘corrientazos’ era Angelino.
Sábado 12 Noviembre 2011

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Apreciado doctor,

> Me anima a escribir esta carta un hecho que me tiene con el corazón
> despedazado: la situación actual del expresidente Uribe y su compañero
> de aventuras Pachito Santos. Usted mismo ha podido ver que últimamente
> se encuentran más desencajados que nunca. Empiezo por el expresidente,
> que en el último mes no solo tuvo que cargar un megáfono y bailar el
> Aserejé con esa endemoniada coordinación que envidarían las supernotas
> de El show de Jimmy, sino que criticó al gobierno por flaquear en la
> lucha contra la guerrilla justo antes de que dieran de baja a Alfonso
> Cano. Pobre. Quedó loco. Y por eso le escribo esta carta, porque, así
> no sea en Panamá, necesitamos un asilo para él. Y cuál mejor que el
> suyo, apreciado amigo, que además tiene salida por la Zona Franca, lo
> cual facilita la visita de la familia.
>
No lo neguemos: al expresidente le quitó todo su piso político la
muerte de Cano, cuya cacería se dio cuando las Fuerzas Militares
lanzaron una ofensiva milimétrica comandada por cuatro Arpías, una de
las cuales, supongo yo, debía ser Íngrid. Hasta ahí llegó el
comandante. Si hubiera blindado las gafas, se habría salvado. Qué
gafas, dios mío: le cubrían toda la cara. Demostraban la miopía de la
guerrilla colombiana.

> El presidente Santos reconoció que había llorado de la emoción cuando
> le dieron la noticia: por eso hablaban de una operación de alta
> sensibilidad. Todavía hoy tiene los párpados inflamados por el llanto.
> Es que nos hemos vuelto inhumanos, doctor: a mí, en cambio, la única
> baja que me parece admirable es mi mujer, que mide 1,50.
>
> En medio del júbilo general, recordé al doctor Uribe. Pobre -pensé-:
> cómo se estará sintiendo. Está al borde de caminar descalzo por las
> calles, armado con un palo, mientras grita que no le digan paraco, que
> no le digan marica y que ya no hay fervor popular.
>
> Aún recuerdo cuando el doctor Uribe se creía Bolívar y muchos pensaban
> que los locos éramos los demás: los que, en lugar de pensar que él era
> la reencarnación del Libertador, veíamos a un señor que salía en los
> periódicos alzando una gallina, tomaba café sobre un caballo y
> confesaba que tenía tres huevos. Sí, es cierto que entre el Libertador
> y Uribe hay semejanzas; que los dos son bajitos; que ambos aman a los
> animales: Bolívar, a Palomo; Uribe, a Andrés Uriel. Pero en lo único
> en que Uribe se asemeja a Bolívar es en su odio a Santos, que es el
> nuevo Santander: en caso, claro, de que Santander también usara
> baggies amarillos.
>
> Estamos ante un caso clínico, doctor. El expresidente es un paciente
> que ha acumulado mucha tensión. Aún no le perdona a Santos que Chávez
> sea su nuevo mejor amigo, como si hubiera algo más peligroso que ser
> amigo de Santos. ¿Cómo quiere que lo derrote, entonces? Santos no es
> Uribe: de él no esperemos que se suene tapándose una fosa nasal, se
> bañe en un río y amague con irse a puños en una cumbre presidencial.
> Nada de eso. Él es de los nuestros: bogotano hasta la médula. Sonríe y
> traiciona. La tercera palmadita en la espalda lleva su puñalada. Y sí:
> quizás no es un hombre sincero, pero es elegante y, sobre todo, sagaz:
> para disolver la 'Besatón' de protesta que hacen los estudiantes
> contra la esperpéntica reforma educativa, es capaz de infiltrar al
> registrador nacional. Que vivan los estudiantes. Ojalá que no se
> dejen.
>
> Pero si el caso de Uribe es dramático, no lo es menos el de su mascota
> oficial, Pachito Santos. Anexo a la versión web de esta carta un video
> en el que pide que les "metan voltios" a los estudiantes. Si con esto
> no consigo que le abra un cupo en su hospital, doctor, ya no sabría
> qué más hacer.
>
Yo pensaba que el único vicepresidente que amaba los 'corrientazos'
era Angelino. Pero mire usted que no: cuando uno cree que lo ha visto
todo, aparece Pachito Santos con su peinado de totuma y esa forma de

escupir al pronunciar la letra ese, como el Pato Lucas, y pide
"innovar" con armas no letales para atacar a los estudiantes. No con
pequeños petardos, como él. Sino con un poco de electricidad: haga de

cuenta como en la película La noche de los lápices.

> Luego se retractó, pero no nos engañemos: Pachito es la prueba de que
> nuestro sistema educativo necesita más recursos. Un muchacho educado
> es un Pachito menos. Ojalá supiera que para disolver las marchas no es
> necesario electrocutar a nadie: con que la Policía amplifique su
> programa de RCN es suficiente para que la gente se disperse
> despavorida.
>
> Lo que pasa, doctor, es que están desmoralizados. Apresan a sus
> compañeros de gobierno; derrotan en las urnas a sus amigos; los dejan
> sin discurso de oposición. Mire al doctor Uribe: toda la semana mandó
> trinos provocadores contra Evo Morales, como si en Bolivia hubiera
> computadores. Y ahora mire a Pachito: cree que la única manera de
> botarle corriente a la educación es electrocutar estudiantes.
>
> Sé que no hay cupos en su psiquiátrico, pero le ruego que los reciba.
> La valeriana ya no les hace efecto. Se requieren medidas extremas.
> Amarrar a Uribe con una camisa de fuerza. Tratar a Pachito con
> electroshocks. Es decir, meterle voltios. Sería algo innovador.
>
> Los dos son unos buenos muchachos y pueden ayudar en la granja.
> Recíbalos, doctor, no sea malito: solo usted sabe cómo tratarlos. Solo
> usted puede darles el histórico lugar que se merecen.

sábado, 12 de noviembre de 2011

El académico Nazih Richani, quien ha hecho trabajos de investigación en universidades colombianas como los Andes y la Nacional (IEPRI), es autor del libro El Sistema de la Guerra en Colombia, su trabajo doctoral. Lo que dice en la carta abierta al presidente tiene, en últimas, sus raíces teóricas y empíricas en dicho enfoque.

Nazih hace un balance desalentador en términos económicos, primero, y humanos también de la continuación de la guerra que busca liquidar, con concurso estadounidense a las guerrillas colombianas, y en particular, a las Farc-Ep, aplicando en buena parte el diseño israelí de exterminar su liderazgo. N de la R.


An Open Letter to President Juan Manuel Santos

Nazih Richani

Cuadernos Colombianos

November 7, 2011

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Alfonso Cano (Colombiareports.com

)On November 4, the top leader of the insurgent Revolutionary Armed Forces of Colombia (FARC), Alfonso Cano, was killed in combat with elite units of the Colombian army, raising questions about the country’s on-going conflict. As I have written in previous blogs and elsewhere, the state’s military strategy focuses on eliminating “high value targets,” (such as top FARC leaders) with the ultimate goal of dismantling the insurgency. The U.S. and Israeli governments introduced the strategy in Colombia, where it was adopted as standard practice.

Cano is not the first on the government’s hit list to be killed as part of this strategy. Military intelligence, high-tech surveillance, and smart weapons provided by foreign militaries aided in the killing of Raul Reyes in 2008 and Jorge Briceño Suárez or Mono Jojoy in 2010. Reyes and Jojoy were members of the secretariat, the FARC’s highest ruling body, and were also considered “high value targets” by the Colombian government.

I address this fundamental issue in the following open letter to President Juan Manuel Santos:

Dear President Santos,

I am sure you and your military are celebrating a victory after killing the leader of the FARC, and the subsequent boost it lent to troop morale, which had suffered due to military set backs in the recent past. Cano’s death is undoubtedly an historic event. However, his assassination may have far-reaching consequences on the dynamics of the conflict and the possibilities for peace.

Mr. President, my question to you is this: If the FARC and the ELN vanish and you manage to “shut them down,” would this put an end to the long struggle of poor peasants in Colombia, a country where 35% live in the countryside and many depend on subsistence farming? The raison d’être of these insurgencies is a fairer distribution of land. The current consolidation of land ownership is scandalous. Colombia’s land GINI coefficient is 0.87%, which is to say that nearly 1% of the population owns all rural land, making Colombia one of the countries with the highest land concentration in the world.

The core question is whether winning this war militarily, without any meaningful land reform, will bring peace to you and the country, or simply lead to a continuation of violence. Consider the cases of El Salvador and Guatemala. Both failed to introduce meaningful socioeconomic reforms that could have strengthened their states’ distributive capacity. El Salvador now has the highest homicide rate in the world, at 60 murders per 100,000 people. Guatemala is not far behind, with 58 murders per 100,000 people.

I hope these examples alert you to what is awaiting Colombia if you do not introduce meaningful socioeconomic reform to redress the woefully inequitable distribution of land and income in your country.

Another important issue, which I am sure you may have thought about and which I am having trouble understanding, is how to justify the high cost on the military. For example, the Colombian military is en route to numbering nearly 500,000 men and women in the fight against about 10,000 insurgents from the FARC and the National Liberation Army (ELN). This is a shocking ratio of 50 soldiers per insurgent.

The enormous cost of such a leviathan army is quite possibly the largest in Latin America. It constitutes 6% of the Colombian GNP, or nearly $12 billion a year, if you factor the interest on debt payments and other military expenditures. That means Colombia’s military spending per capita is $260 per Colombian, based on a total population of 46 million people. Even more striking is the per capita cost for fighting 10,000 rebels—$1,200,000 per insurgent. I am sure that it would be much cheaper to introduce meaningful land reform, Mr. President.

Mr. President, with all due respect, Economics 101 will tell you that this war is neither cost effective nor the best way to allocate limited resources in a country where almost half of the population lives in poverty. Moreover, it will tell you that the enormous cost of sustaining such a leviathan military has long been met by diminished returns.

Granted, on one hand, you have introduced new measures in Congress like the “Land Restitution Law,” which might return a fraction of the 6 million hectares usurped by the paramilitaries and their associates over the last 20 years. Alongside this law your government has proposed other encouraging constitutional reforms— welcomed indications that you might be interested in preparing for an eventual negotiation of the ongoing internal conflict. They are, however, insufficient measures.

On the other hand, I suspect that you may be strengthening your negotiating hand by killing commander Cano. This should help you manage the most recalcitrant elements inside and outside the military, including former president Álvaro Uribe Vélez, cattle ranchers, and paramilitaries.

Mr. President, some weeks before his passing, commander Cano sent you a message that the FARC is interested in pursuing a peace agreement. At face value, like most things in the conflict, targeting him is a double-edge sword. One might ask: are you targeting the message or the messenger? Maybe both?

In any case, your choices are clear: either you capitalize on your current (temporary) victory and push for a negotiated peace agreement, or you squander the opportunity and prolong this very costly conflict. It is your call.

jueves, 10 de noviembre de 2011

El abogado Julián Bonilla remite esta iniciativa para su divulgación y firma. Quien la promueve es el senador Camilo Romero del PDA. Al respecto conviene aclarar, que a la renuncia pedida conviene añadir la renuncia del presidente a su pretensión descarada y pícara de imponer a Colombia la prosperidad, y afirmar con desfachatez que ésta es "democrática". N de la R.

Que renuncie la Ministra de Educación de Colombia, María Fernanda Campo

Acción promovida por Senador Camilo Romero

Por el bien del país y para salir de este callejón que parece no tener salida, nos quedan dos caminos: o retira el proyecto de reforma a la Ley 30, o renuncia.

MINISTRA DE EDUCACIÓN DEBE RENUNCIAR

Ante los últimos acontecimientos sucedidos en el escenario del Congreso de la República y en las calles del país, protagonizados por el estudiantado de las universidades públicas, privadas, de bachillerato y SENA de Colombia, y pese al llamado de algunos parlamentarios, la Ministra de Educación, María Fernanda Campo, llega a la increíble conclusión: el gobierno nacional se mantiene en NO retirar el proyecto de ley 112 que reforma la educación superior en Colombia.

Contra viento y marea, a pesar de las graves consecuencias que la intransigencia de la Ministra de Educación ha generado: paro estudiantil, pérdidas para la economía de las familias colombianas, desgaste institucional, tenso clima de desconfianza ciudadana y fuertes críticas a la gobernabilidad del Presidente Juan Manuel Santos, el proyecto no se retira del Congreso de la República, y justo en este momento de la legislatura, seguramente pasará a pupitrazo, de la manera más rápida y menos discutida posible, es decir, de la manera más ilegítima.

Es urgente que la balanza de poderes se equilibre, pues el gobierno nacional detenta un mandato otorgado por la ciudadanía colombiana, la cual desde hace varias semanas se ha levantado contra su propuesta unilateral de reformar la educación, con miras a comercializar y limitar un derecho fundamental del pueblo colombiano.

En este escenario de terquedad e irreflexión por parte del gobierno nacional, en el que no ha servido esbozar argumentos serios frente a la autonomía universitaria, la financiación, la internacionalización, la expansión y la cobertura, que claramente desvirtúan la propuesta de la Ministra de Educación y evidencian que es necesario y urgente abrir espacios amplios de discusión y toma de decisiones, es imperativa la renuncia de la ministra de Educación, María Fernanda Campo.

Esta coyuntura política, que ha levantado los ánimos de la comunidad educativa en su conjunto más la preocupación y el rechazo de los padres y madres de familia, no puede pasar sin que se asuman responsabilidades políticas por una actuación claramente antidemocrática por parte del gobierno nacional, el cual debe desarrollar su mandato en el marco de un estado de derecho, donde la voluntad del pueblo es la última palabra.

En este sentido, en consideración a las pérdidas económicas y sociales que genera el receso estudiantil y la cancelación del semestre académico, por respeto al movimiento estudiantil y a la democracia colombiana y en aras de legitimar las actuaciones pacíficas y razonables de los y las estudiantes del país, pido la renuncia de María Fernanda Campo, Ministra de Educación.

Su incapacidad para escuchar las razones, para contemplar las visiones de los miembros más afectados de la sociedad colombiana por el proyecto de ley 112, su falta de una visión integral de la materia tan relevante que le compete, la Educación, y la dimensión que ha tomado este tema como problema nacional, exigen que se replantee su permanencia en la cartera y que se exija su renuncia inmediata.

CAMILO ROMERO
SENADOR

Al firmar la petición estarás enviando esta carta

Destinatario: María Fernanda Campo

Señora Ministra de Educación:

Soy estudiante, soy padre de familia, soy profesora universitaria, soy rector, soy madre cabeza de hogar, soy ex alumno, soy bachiller, soy pasante, soy investigadora, soy colombiano, soy colombiana, soy una persona que piensa, que comprende la realidad de un país como el nuestro y por eso se preocupa por su presente y, sobre todo, por el futuro de su familia y de su sociedad.

Hoy me dirijo a usted, señora Ministra, con un sólo propósito: pedir su renuncia. No es nada personal, no se trata de usted, se trata de su trabajo, de lo que ha venido haciendo con uno de los temas más importantes para que mi familia y yo podamos salir adelante, se trata de lo que ha venido haciendo con la Educación. Le pido que renuncie porque al igual que miles de colombianos y colombianas, no me siento representado/a con su gestión, porque no respaldo su labor ni las decisiones tercas que está tomando y porque las masivas movilizaciones sociales y paros estudiantiles demuestran que el asunto se le salió de las manos.

Usted debe renunciar porque sus intereses son distintos a los de la comunidad, porque mientras usted se preocupa por la cantidad de dinero que se pierde con un día de paro, yo me preocupo por los pocos recursos que se destinan a la educación en nuestro país, me preocupo porque con su reforma, alguno de mis hermanos/as, alguno de mis hijos/as y una gran cantidad de colombianos/as más, nunca podrán estudiar una carrera en la Universidad. Usted debe renunciar porque yo ciudadano, yo ciudadana, quiero ver en su lugar a alguien que entienda mis necesidades, que respete mis opiniones, que valore mis argumentos y actúe como manda la democracia, respetando la voluntad de una sociedad que se ha pronunciado.

Sepa que esta petición no surge de la nada, la hago luego de leer su propuesta de reforma a la Ley 30, de escucharla en diferentes escenarios, de darme cuenta que a pesar de los argumentos razonables, lógicos y sentidos de toda la comunidad educativa, usted se mantiene de manera irreflexiva en continuar con la reforma. Así no se puede señora Ministra.

Así que, por el bien del país y para salir de este callejón que parece no tener salida, nos quedan dos caminos: o retira el proyecto de reforma a la Ley 30, o renuncia.

Muchas gracias por su atención.

Atentamente,

sábado, 5 de noviembre de 2011

Hederman Castro, animador de la propuesta @utonomista comparte de su archivo histórico esta carta de Yamel Riaño, un exmilitante del M-19, y partícipe en el campo de batalla de la época en que su organización se comprometía con el lema: Con el pueblo, con las armas, al poder. Hace tiempo que ese sueño dio pasó a la tortuosa construcción democrática. Hoy, que está muerto otro guerrero, Alfonso Cano, quien también fue parte de la efímera propuesta de la Coordinadora Nacional Guerrillera, vale pena leer y releer esta carta de un excombatiente que conserva su vida. N de la R.

GUSTAVO PETRO Y EL POLO DEMOCRÁTICO ALTERNATIVO.

Por JOSE YAMEL RIAÑO

3 de agosto de 2010

Alguien, comentando una opinión de esta columna donde se preveía la ruptura del POLO nos escribía diciendo que estábamos en un error, que no había manera de que el partido se dividiera puesto que nunca había estado unido. Hoy, con la noticia que informa de la reunión del Comité Ejecutivo de esa colectividad donde el excandidato presidencial, Gustavo Petro no fue elegido Presidente del partido, hecho que sumado a otros, provocó la retirada del excandidato junto a su gente, debemos darle la razón a nuestro amigo.

Creo que el problema es conceptual. Ya lo hemos dicho: El polo no es un partido sino un frente donde cohabitan tres fuerzas políticas y, por tanto, donde es muy difícil el consenso necesario para actuar como si fuera una sola fuerza, es decir como un partido. Es difícil comprender como es que pueden cohabitar como partido una fuerza como la ANAPO, junto a otras de izquierda tradicional como el partido Comunista y el Moir, acompañados de otra que se expresa en términos de lo que fue el M-19.

Si lo de “frente” se aclara y se acepta, se podrían acordar reglas de juego nuevas, no para la connivencia de tres tendencias en un mismo partido, como lo es hoy; sino como tres fuerzas que actúan en un mismo frente. La diferencia es grande si tenemos en cuenta que los estatutos del partido son de corte del llamado “centralismo democrático”, -donde las decisiones se toman por mayoría absoluta y los que pierdan están obligados a aceptarlas- Así el que hace mayoría se asegura de tomar sus decisiones para que los otros las cumplan; mientras que en las Reglas de Juego, cada uno sabe con que cuenta. Ej. -Presidencia rotativa cada determinado tiempo, vicepresidencia lo mismo y así se puede armonizar el trabajo conjunto-.

Aún así la situación es bien difícil, a primera vista, la ANAPO nunca ha sido de izquierda, ni la izquierda tradicional populista, y en el EME se tuvo claro que el proyecto democrático es diferente y hasta contrario a los postulados de la izquierda Marxista. Luego, si conceptualmente hay esas diferencias pues en la práctica política lo que hay es desentendimiento.

Pero, en aras de la unidad y teniendo en cuenta la ley de partidos, la ley de bancadas y la mala presentación que tiene ante la opinión nacional la división de la oposición, podría ser esa una salida a la crisis en el hipotético caso que se pudiera concertar. Lo otro, es aceptar indefinidamente la dictadura de unas mayorías interna, derrotadas en la consulta externa que escogió candidato, sobre unas minorías sin derechos. O, por último, admitir la división como un hecho y hacer tolda aparte para proponerle a Colombia el proyecto democrático.

Jaime Bateman decía, más o menos: “La unidad es un problema de fuerza, no es verdad que la unidad democrática pase por la unidad de siglas. Pasa es por la unidad del pueblo”. Nosotros, -agregaba- no somos comunistas pero Jamás seremos anticomunistas. Tampoco hoy somos antianapistas pero peleamos nuestros derechos acompañados de pueblo y los primeros en denunciar las posibles connivencias del gobierno distrital con los carteles de la corrupción.

Gustavo Petro, no es un militante del M-19 porque eso ya no existe como organización política pero si encarna ese sentimiento libertario y de entrega a los intereses del pueblo. Fueron millón trescientos mil colombianos que con su voto, le acompañaron en su aspiración presidencial. Fue claro Petro en su campaña al presentarle al país sus propuestas de soluciones concretas a los males que nos aquejan como nación. Los postulados de Paz, Democracia y Modernidad estuvieron siempre presentes en todas sus actuaciones. Sin duda fue el mejor de los candidatos en los debates televisivos y eso, unido a sus actuaciones como parlamentario hacen de Petro la figura indicada para que interactúe con el régimen como el personero de las fuerzas alternativas.

Puede estar seguro el compañero Petro que las bases del PDA y mas allá de ellas, muchísimos liberales, conservadores, gente del partido verde y hasta Uribistas lo respaldan. Puede usted contar con sus amigos que solo esperamos su orientación para actuar siempre en función de los intereses mas sagrados de la población colombiana.