sábado, 30 de junio de 2018

LA BRECHA MEXICANA: CON AMLO PRESIDENTE, MÁS ALLÁ DEL PROGRESISMO.

miguel angel herrera zgaib

profesor asociado, c.política, unal

Director grupo presidencialismo y participación

Presidente de la IGS-Colombia.


Todas las encuestas vaticinan que mañana el ganador absoluto de la elección presidencial será Andrés Manuel López Obrador, un politólogo de la UNAM, exalcalde de Ciudad de México, en el tercer "terco" intento por hacer a un lado al bipartidismo nacido de la revolución mexicana de 1910-1917.

Este bipartidismo cumplió ya más de 80 años de gobernar, de estar en el poder en México, que empezó con el partido de la revolución que cambió de nombre, más de una vez, y su oponente, el PAN. Para lo cual, el PRI incurrió en el fraude, que se sepa, cuando menos, desde 1988.

Esa vez la elección le fue arrebatada a Cuauthemoc Cárdenas, el vástago del último general revolucionario, Lázaro Cárdenas. Después vinieron los fraudes contra Amlo, la primera vez enfrentando al candidato Felipe Calderón, del PAN, en el año 2006, quien le ganó por 243.934 votos.

Después del primer fraude,

El partido de Cuauthemoc, el PRD, se fue desdibujando y deteriorando, aunque llegó a gobernar Ciudad de México, y allí fue carcomido por la corrupción. De éste se desprendió Andrés Manuel, un príista rebelde, tabasqueño, quien fue ganando presencia e influencia defendiendo la causa de los subalternos.

Pero, para Andrés Manuel no fue suficiente salir del PRD, después de haber dejado el PRI, sino que tuvo que crear una nueva organización, con militantes y dirigentes venidos de diferentes corrientes y tendencias, para darle norte ideológico, en pluralidad, y permanencia a su disputa por la presidencia de México.

Bajo fórmulas asamblearias, que en parte, aprendieron de la experiencia zapatista del EZLN, se le dio entidad partidista a MORENA, al movimiento de la regeneración nacional, una sigla que recupera la historia de la lucha proletaria subalterna,

Era esta una lucha paralela con el tiempo de la revolución mexicana, con el liberalismo anarquista de los hermanos Flores Magón, quienes publicaban Regeneración, fuente de debates y orientaciones revolucionarias,

La singularidad de MORENA

Conversando con el profesor investigador, Luciano Concheiro, un militante comunista, quien hace parte de la dirección de Morena, desde su fundación, me comentó cómo, la caracterización de la nueva organización, la resolvió una joven militante de base, asistente a la asamblea fundacional.

Había una tensa discusión entre dos tendencias, muy dispuestas, casi sectarias, las que hablaban de partido, y la que se inclinaban por movimiento. El fiel de la balanza para zanjar esta diferencia era el presidente de Morena, Andrés Manuel López Obrador, pero renunciaba a serlo, y consultaba a la audiencia.

La voz de la joven zanjó la discusión: propuso llamarlo partido movimiento, y todos quedaron persuadidos. Dicho lo cual, este es el doble carácter de la agrupación que con López Obrador, en la tercera oportunidad, aparece como ganadora casi indiscutible mañana, cuando acuden a las urnas más de 89 millones de mexicanos.

Una mirada a las encuestas

Una firma consultora, MItofsky de Roy Campos, que no afecta a MORENA, cuyos resultados reproduce El Tiempo, diario de derecha colombiano, indica que, sobre una base de 1000 encuestados, Amlo tiene el 48,1% de favorabilidad. Lo siguen Ricardo Anaya (PAN), abogado de 39 años, con 25,1%, es el candidato de la reacción neoliberal.

El tercero es José Antonio Meade, un economista y abogado, con una amplia trayectoria burocrática, pues fue antes titular en tres secretarías. ES el aspirante presidencial del PRI, con el 22,5% de favorabilidad, y nadie piensa que pueda ganar la elección de mañana, con el gran descrédito de su copartidario, el presidente saliente Peña Nieto.

El cuarto lugar lo ocupa El Bronco, Jaime Rodríguez Calderón, un candidato "palero", como dicen en México, a quien se lanzó y patrocinó con la esperanza de explotar el sentido común tradicional, y restarle subalternos al voto por Amlo y Morena, pero esta estrategia fracasó. En cambio quedó el contradictorio protagonismo del bigotón, que algunos le encuentran parecido con Chente Fernández, el rey de las rancheras.


¿Quién ganará la disputa hegemónica?

"México es un país libre y soberano, y nunca será piñata de ningún gobierno extranjero." Palabras de AMLO al cerrar campaña.

A López Obrador se le define como izquierdista, pero, la verdad sea dicha, él no lo es. Tampoco es un progresista, mucho menos un socialista del siglo XXI, pero, sí es un nacionalista popular, de la tendencia liberal socializante. Lo aproxima, haciendo una comparación con la política colombiana, al programa de Jorge Eliécer Gaitán, cuando ganó las elecciones de mitaca en 1947.

De otra parte, Andrés Manuel y su dirigencia plural han mostrado la habilidad y el músculo político, que apoyados en su carisma, y filiación popular, además del antecedente de su gobierno de la capital, se tradujo en juntar todas las fuerzas subalternas, urbanas y rurales, a lo largo y ancho de la república, al tiempo que resistiendo tres campañas seguidas, emulando con la persistencia de Ignacio Da Silva, Lula.

Pero, hay un paso más definitivo, su aproximación con un sector clave del empresariado mexicano. Tal es el significado de su conversación con Alfonso Romo, hoy coordinador general del proyecto de nación, 2018-2024. Poncho, cuyo tío bisabuelo era Gustavo I. Madero.

Aquel vivió un histórico robo electoral, al que Madero respondió con el Plan de San Luis, antecedente del estallido revolucionario a comienzos del siglo XX. El sobrino es el garante de la unidad de la multitud subalterna y ciudadana con una parte considerable del capital financiero y agroindustrial del norte de México, que le da confianza a los inversionistas, y estabilidad al tipo de cambio del peso mexicano con el dólar.

Con estos antecedentes, Lopez Obrador, a una semana de la votación, marca algo más del 60 % de favorabilidad, en una encuesta practicada a 5000 potenciales votantes. Así las cosas, más de 50 millones, mañana le darán la victoria; y nuevo brío al proyecto revolucionario que vivió una acelerado desmonte, después de la década pérdida de los años 80 del siglo pasado.

Siendo los campesinos, indígenas y población de las grandes ciudades los más perjudicados. Es decir, 60 millones de pobres, y éstos se han alineado con el programa del tabasqueño, quien tiene especial empatía con todos, y sus luchas. Para los más golpeados, él ha ofrecido, cuando sea presidente, precios de garantía, para reanimar su vida y economías locales.

A sacar el buey de la barranca

"Su estigma (el de Amlo) es más de luchador social, que no tiene que ver con la guerrilla." Roy Campos, director encuestadora Mitofsky.

El plan económico y social que une a grupos y clases subalternas, con parte considerable del empresariado nacionalista mexicano, tiene que sacar al país de una productividad que apenas alcanza el 2.0 %. La expectativa es la de alcanzar en el corto plazo el 3.5 %, para lo cual, Poncho y Amlo buscaron alinear, con comprobable éxito, al 80% del empresariado del lado del proyecto de Morena.

Es el resultado, según decir de Madero, de la elaboración de un plan trabajado por más de 9 meses, que se discutió y aprobó en la reunión del Auditorio Nacional, entre 100 empresarios, y 90 militantes de Morena. Con ellos constituyeron el Frente Ciudadano, para ganar las elecciones del 1o. de julio, y avanzar enseguida en la recuperación de México.

El resultado del TLC con Canadá y Estados Unidos no mejoró la vida de los pobres y los trabajadores mexicanos. Millones han seguido la ruta hacia el norte, en busca de una vida mejor. Tal deterioro impulsó la emigración hasta alcanzar una población de mexicanos superior a los 15 millones con asiento en los estados colindantes con el río Grande.

Luego han avanzado oleadas sucesivas de pobres hacia el este y el centro de la república federal americana; son los ilegales transhumantes que se refugian en las ciudades santuario como Los Angeles, San Francisco, Nueva York, o Chicago, de las que los quieren sacar Trump y los neocons.

Una vez López Obrador sea proclamado presidente de la República Mexicana tendrá que entrar a tratar con su rival fronterizo, Donald Trump, quien vió frustrada su intención de terminar el muro contra mexicanos y pobres de toda Latinoamérica y el mundo. Igual tuvo suspender la medida de separar a los niños de sus padres, cuando transpasan de manera ilegal las fronteras que los ponen en contacto con el sueño americano.

Con este triunfo

Se rompe el cuadrilátero de hierro neoliberal, que en la política regional conforman Chile, Perú, México y Colombia como aliados de la república imperial estadounidense.

El nuevo presidente abre también un compás de espera que enfrente la pretensión de romper el proyecto alternativo de organización continental que propuso el presidente Chávez en su momento de ascenso y protagonismo internacional.

Es el tiempo de renegociar los TLC con Norteamérica, y de repotenciar los proyectos Unasur y Celac, cuyo desmonte pregonan desde la OEA, Luis Almagro e Iván Duque, el presidente de Colombia recién electo.

Ambos tienen a la república bolivariana de Venezuela entre ceja y ceja. Aprovechando los errores de política, y la destorcida del modelo extractivista minero energético, que enfrenta el gobierno del presidente Nicolás Maduro como puede.

Sin embargo, la elección presidencial es mañana, y lo demás son conjeturas, que tienen que ser ratificadas en las urnas. A partir del 1o. de julio, América Latina no será la misma. La mirada hacia el norte tendrá como referente otra luminaria.

El triunfo futbolero mexicano, con la dirección del colombiano Juan Carlos Osorio, será un grato antecedente de una asociación que ayude en lo político a rectificar el rumbo del triunfo coaligado de la reacción y la derecha de Colombia, cuyos ademanes preliminares han sido los de querer patear el tablero de la paz.

La relación con el México de Morena permitirá que la democracia colombiana equilibre el falso triunfalismo del bloque de la guerra y el neoliberalismo hirsuto.

domingo, 24 de junio de 2018


LOS PERIODISTAS MUERTOS
¿QUÉ RECLAMA LA CANCILLERÍA ECUATORIANA?

Miguel Angel Herrera Zgaib


Después de varios meses de reclamar las autoridades ecuatorianas, y antes que nada los civiles ecuatorianos, familiares del equipo periodístico, tres integrantes, del diario El Comercio, secuestrados por la disidencia de las Farc-ep que encabeza el ecuatoriano Guacho aparecieron sus cadáveres  junto con otra persona no identificada, esta semana.


La canciller de Colombia, sin que se haya entregado el conjunto de las pruebas, en particular, la de los respectivos ADNs, que tardará varios días, señaló que los indicios recolectados permiten señalar que son los cadáveres de los secuestrados. Pero, ¿quienes son los autores de las cuatro muertes?


La incógnita


Sin embargo, apareció un cuarto cadáver, en torno al cual se especula. Es la pieza de un misterio que tiene conmocionada a la autoridad ecuatoriana, y, en particular, a su cancillería, porque el gobierno de Colombia, no hizo lo que correspondía, es decir, llamar a sus homólogos para participar in situ del levantamiento de los muertos, encontrados, tal y como aparece en nuestro territorio.


Así las cosas, cómo ocurrió la muerte de las cuatro personas, supuestamente encontradas en una fosa, en un paraje aún indeterminado, levanta un conjunto de sospechas acerca de quiénes fueron, efectivamente, los causantes de sus muertes.


¿La ciega razón de estado?


Aunque el mindefensa, y la propia canciller de Colombia se anticipan a señalar como responsables a Guacho y los disidentes que comanda, el episodio no está claro. Así que, la familia de los ecuatorianos cuyos cuerpos aparecieron en estas extrañas circunstancias exige, y cómo no, un cabal esclarecimiento de lo ocurrido después de meses de angustiosa espera.


Volvemos, los ciudadanos de ambos países, a repetir un episodio oscuro como el ocurrido en Angostura, y vuelve a ser protagónico del mismo Juan Manuel Santos, quien fuera para entonces el mindefensa del expresidente Álvaro Uribe Vélez.


Es primordial que se esclarezca la verdad de lo acontecido, y quiénes fueron los causantes materiales de la muerte de las 4 personas, de lo que poco se sabe hasta ahora. Para que los dos gobiernos, y los familiares de las víctimas, tengan verdad y justa reparación, acabando con la fórmula de los rescates, que termina produciendo víctimas cuyas vidas podrían preservarse.


miércoles, 20 de junio de 2018

¿Y ahora… qué?

Giovanni Mora Lemus (18/06/18)
Grupo PyP. Docente investigador U. Monserrate
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La tendencia se confirmó en estas pasadas elecciones presidenciales y en menor medida en las parlamentarias, las fuerzas subalternas continúan en un proceso de reagrupamiento. Bogotá es el botón de muestra.

El mejor laboratorio para este tipo de experiencias que poco a poco están erosionando el muro de la hegemonía de los poderosos es Bogotá, donde en la primera vuelta la fórmula del uribismo no llego a un millón de votos.

Mientras que los candidatos de la Coalición Colombia (conformado por el Partido Verde, Polo Democrático y Compromiso ciudadano) y de la Colombia Humana (conformado por el Movimiento Alternativo Indígena, Decentes, Unión Patriótica y Partido Comunista) tuvieron sendas votaciones que sumadas superaron indiscutiblemente a las fuerzas conservadoras 3 a 1.

En la segunda vuelta

La ciudadanía capitalina tenía al frente dos proyectos de país marcadamente distintos pero fue clara la preferencia por las propuestas de la Colombia Humana. Los apoyos de Antanas Mockus y Claudia López así como de Iván Cepeda, fueron definitivos para este importante triunfo de la candidatura alternativa.

La diferencia entre las dos campañas en Bogotá fue de 3,2 puntos porcentuales en la primera vuelta mientras que en la segunda la diferencia se amplió a 12,4%. Además todo el Pacifico colombiano y regiones del Atlántico se sumaron a esta experiencia contra-corriente.

Tanto el proyecto de la Colombia Humana, como de la Coalición Colombia recibieron el apoyo de una parte importante de la intelectualidad colombiana y extranjera. Personalidades de la academia, del arte y de la literatura tuvieron posturas públicas donde apoyaban a una de las dos candidaturas subalternas en la primera vuelta. Aunque algunos prefirieron el voto en blanco en la segunda, pero su distanciamiento con el proyecto protofascista fue elocuente.

Es un imperativo

Seguir caminando en la construcción de un bloque histórico, que tiene varios momentos, uno de ellos es la tarea de la contra-hegemonía, no es solo la unión de clases o fracciones de clase, movimientos sociales y partidos políticos a propósito de unas elecciones, es más bien la sistemática lucha ideológica y política por la consecución de valores como la solidaridad, la igualdad y la paz, contra los que pregonan el individualismo, la competencia y el mercado a ultranza.

Conseguir la materialización de los derechos sociales solo se logra con un cambio de modelo socioeconómico, por lo tanto, la superación del extractivismo y el desmonte de los privilegios de los sectores sociales de elite, son ideas que se deben seguir madurando en la cabeza de los subalternos con sus movimientos sociales.

Sin embargo, hay nuevas preguntas a resolver: ¿Cómo hacer estas transformaciones sin caer en la tentación autoritaria? ¿Cómo hacerlo cuando sabemos que el bloque en el poder sí que sabe de autoritarismos?

La posibilidad de la paz

en clave positiva (más derechos sociales y más democracia) quedo de nuevo en suspenso con la transitoria victoria uribista ¿Va a romper cualquier posibilidad de negociación con el ELN? ¿Qué pasará con la Jurisdicción Especial para la Paz? ¿Continuará con la estigmatización contra el partido político FARC?

En últimas, la pasada contienda electoral nos reafirmó la idea que la paz positiva es consecuencia de un proyecto subalterno y contra-hegemónico. No podemos esperar mucho de los poderosos.

Ahora bien, la Colombia Humana y la Coalición Colombia no puede ser proyectos de un grupo de líderes políticos, es menester pensarlo desde la arena de la sociedad civil y de sus movimientos sociales subalternos. Es aquí donde se deben dejar de lado los personalismos, los dirigentes inician y terminan sus ciclos, es sano que sean remplazados por mujeres y hombres de base, de no hacerlo es más de lo mismo.

¿Ganó el uribismo, y perdió la Colombia Humana?

Eso depende desde donde se mire, los primeros no pueden jactarse de una victoria absoluta, fueron más de ocho millones de votos los que rechazaron sus propuestas.

Los segundos, iniciarán la honrosa construcción del edificio de la oposición, es solo una derrota relativa.





martes, 19 de junio de 2018

ELECCIÓN PRESIDENCIAL Y SUERTE DE LA JEP


Antecedentes

Un solo magistrado del Consejo Nacional Electoral, Armando Novoa, en infinita minoría, y delegados de Colombia Humana, exigieron que hubiera, como lo dispone la ley vigente, que se cumpliera con el debate público entre los dos candidatos, Duque y Petro, antes de la elección del pasado domingo. Tal y como se estipula en la ley vigente.

Pero, quien ganó a la postre. Iván Duque se rehusó a hacerlo, como pasó con Álvaro Uribe Vélez en las dos elecciones en las que participó y ganó. Esta conducta que hace fraude impune a la ley, se convirtió en la cuota inicial de la maniobra del siguiente día, lunes 18 de junio, sin que sea aún presidente posesionado. Duque dió la orden de "boicotear" la reglamentación de la Justicia Especial para la Paz.

Primeras Consecuencias

Ayer su bancada, con el senador Alfredo Rangel a la cabeza, un economista egresado de la Nacional, quien fuera activista de la izquierda juvenil de los años 70, consiguieron con la complicidad de otros congresistas aplazar la reglamentación para después de la posesión del "patrón" Duque.

Ayer, en la tarde noche hubo la protesta airada y justificada de la ciudadanía, acompañada, dicen por algunos congresistas, a esta decisión, que se impuso por dos votos, ante las consabidas ausencias de congresistas, que emplean sin sanción alguna tal estratagema.



De este modo, sin que Petro estuviera presente, viaja a tener un merecido descanso en París junto a su hija y nieta, comienza la campaña contra la corrupción política, que prepara la consulta cuya fecha tiene fijar el presidente saliente en estos días, sin aplazamientos.

martes, 5 de junio de 2018

El colega y amigo mexicano, Alejandro Gálvez nos comparte este escrito del investigador y ensayista Manuel Aguilar, a un mes de la eleccción presidencial mexicana, y a dos semanas de la colombiana. Las encuesta en el caso de Andrés Manuel López Obrador lo distancian del segundo en la liza política, por lo que no pocos analistas dan por descontado su triunfo. 

En nuestro caso, el de Colombia, la cosa es a otro precio, porque aquí, puesto que hay balotaje, surgen a la vista los famosos acomodos del voto en blanco, que curiosamente existe para que la gente no decida. Inhiba o disfrace sus reales intenciones. 

No está claro si fue Ingrid, patrona del voto en blanco, quien puso en juego esta "trinchera", de la que ahora se vale el centro variopinto para dizque escurrirle el bulto a la responsabilidad de decidir. Aún así, unos y otros se dispusieron a "cantar su voto".

Bueno, aquí está, por lo pronto, el escrito del colega y activo político de izquierda, por invitación del querido y apreciado Alejandro, quien lo remite desde Ciudad de México. N de la R. 

A un mes de las elecciones

Hacia la ruptura política del 1° de julio

Manuel Aguilar Mora

A un mes de las elecciones presidenciales del 1° de julio, después del segundo debate de los candidatos presidenciales que no cambió en nada las tendencias y con los motores prendidos a todo lo que dan, las carrerras de los tres candidatos principales a la presidencia de la República se enfilan a la recta final de estas jornadas que prometen ser unas elecciones parteaguas de la historia política de México.

AMLO presidente
Las coaliciones de los tres partidos en pugna que postulan a los candidatos principales están echando toda la carne al asador en una lucha electoral interburguesa cuyos resultados ya se anuncian desde hoy como decisivos para la configuración del poder en México y sus consecuencias en todo el sistema político vigente. Andrés Manuel López Obrador (AMLO) les lleva en las encuestas una amplia ventaja a sus dos rivales Ricardo Anaya del PAN que se coloca en segundo lugar y a José Antonio Meade del PRI muy abajo de los anteriores. La ventaja de AMLO se ha mantenido e ido ampliándose desde hace más de seis meses. En cualquier otro país con una democracia burguesa más o menos desarrollada esto bastaría ya para considerarlo como el próximo presidente de la república mexicana.

En las cumbres del poder burgués se han dado señales de que se ha llegado a tal conclusión, que la victoria de AMLO es irreversible. Las dos redes de televisión nacionales Televisa y TV Azteca han sido conspicuas al respecto dándole al líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) un espacio para que exponga ampliamente sus posiciones que ni de lejos le habían concedido en sus dos anteriores postulaciones como candidato presidencial en 2006 y en 2012. Se detuvo en embrión la campaña de esos años en los medios masivos que algunos importante hombres de negocios querían repetir definiendo a AMLO como “un peligro para México”. La impopularidad y el repudio del presidente Peña Nieto han llevado a su partido, el PRI, al abismo actual del que será muy difícil que salga y el otro partido tradicional burgués, el PAN, se encuentra dividido y su candidato Anaya acusado por el propio gobierno de fraudes multimillonarios. La conclusión cae por su propio peso, la hegemonía política burguesa se ve en problemas y son muchos los riesgos que se corren con el PRIAN si se fuerza a que siga otro sexenio al frente del gobierno. Morena toma la estafeta del rescate de una crisis que se profundiza de modo peligroso y su líder AMLO no cesa en asegurarle a los capitalistas que seguirá favoreciendo sus interses primordiales.

Prácticamente en la mayoría de los medios extranjeros sucede lo mismo, se da por descontado que ya los rivales de AMLO luchan por el derecho de ser el segundo lugar en las encuestas para ser su contendiente principal. Un ejemplo característuco de estas opiniones desde el exterior ha sido Felipe Gonzáñez, el ex presidente del gobierno español quien declaró contundente desde Madrid que “simplemente, como dicen los mexicanos, nadando de muertito AMLO llegará a la orilla.”(La Jornada23.05.2018).

Un artículo de portada de la revista de negocios Bloomberg Businessweek, edición mexicana (17.05.2018), se ilustra con la imagen de AMLO inclinando la cabeza entre sus brazos y con gesto irónico casi de burla que señala con el índice de su mano izquierda la única palabra en mayúsculas que aparece en la portada: “DISRUPCIÓN”. En él se dicen muchas cosas que hoy son la preocupación y el sentir de los medios empresariales financieros e industriales entrevistados de Monterrey, la ciudad norteña sede de las más poderosas corporaciones financieras e industriales mexicanas y que en los últimos 25 años se ha transformado hasta convertir a sus suburbios del oeste de la ciudad en lugares idénticos a los vecindarios exclusivos del sur de California.

La ruptura política
¿De qué ruptura se trata según estos periodistas voceros de los medios financieros? En el largo artículo principal que en el interior de la revista lleva el revelador título de “La gente le perdona todo [a AMLO] porque siente que es el instrumento para vengarse de una clase política corrupta” y que se inicia con las siguientes significativas palabras: “Todo apunta a que el lider de Morena será el próximo presidente de México y eso tiene bastante nerviosos a los empresarios del país” y a continuación se exponen sin tapujos las razones de tal preocupación. Dicen ellos: “No es un tema de derechas o izquierdas. Ni siquiera de sur versus norte. Se trata que muchos electores encuentran en esa “X” sobre el nombre de quien llama [...] a los gobernantes “puercos, marranos” o simplemente “mafia del poder”, la manera más directa de decirle al gobierno, empresarios y hasta los medios: [váyanse] a la chingada”. ¡Una manera muy mexicana de decir que se vayan todos!

¿Por qué están nerviosos los empresarios y los altos funcionartios gubernamentales? Si llamamos las cosas con su nombre y vamos al meollo del asunto la cuestión central consiste en impedir que el descontento masivo que se acumula pueda llegar a niveles incontrolables. Se trata de millones de mexicanos y mexicanas iracundos que irán a las urnas el 1° de julio: más de 80 millones están en las listas del INE. Si calculamos una abstención del 30% debido a que en las presidenciales siempre es menor que la media del 40% o más, votarán ese día alrededor de 50 millones de mexicanos y mexicanas. Todas las encuestas dan a AMLO una mayoría. Precisamente las dos últimas publicadas en estos días a un mes de la cita con las urnas señalan que AMLO cuenta con más de la mitad de la intención de voto. La del diario Reforma muestra que AMLO cuenta con poco más del 50% (Reforma, 30.05.2018). La de la encuestadora Parametría hizo publica en televisión el 31 de mayo los resultados de su encuesta: le da a AMLO una intención de voto del 54%, por 24% de Ricardo Anaya y 17% a José Antonio Meade. Es un verdadero tsunami electoral el que se delinea para ese día.

Mientras tanto en el transcurso de diez años, mucho han cambiado las posiciones más radicales de AMLO de entonces con respecto a las que hoy mantiene después de un claro y notorio giro a la derecha tal y como lo expone en sus discursos y sus escritos actuales. Un análisis socialista de su último libro 2018 la salida. Decadencia y renacimiento de Méxicosaca la siguiente conclusión: “El de AMLO sería un gobierno empresarial neoliberal”. (Cuahtémoc Ruiz, Unidad Socialista-El Socialista-La Gota, mayo-junio 2018.)

La cuestión de las preocupaciones de los sectores burgueses tanto de los que ya aceptan como los que se resisten todavía a reconocer a AMLO como alternativa reside no tanto en la personalidad del líder sino del temor que tienen de que no sea capaz de lidiar con el enorme alud social que se alínea con su candidatura y que sea desbordado tras su victoria que parece inevitable. El régimen político está en una profunda crisis como es palpable en la situación de los dos principales pilares que lo han sostenido hasta hoy el PRI y el PAN. El conservadurismo tradicional de las cumbres burguesas consideró a AMLO como un factor extraño y peligroso. Pero en la medida en que se ha profundizado la crisis las cosas han cambiado y tanto una buena parte de los grupos burgueses como el mismo AMLO se han venido acomodando entre sí.

El presidente de la muy conservadora Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) el sindicato más grande y más antiguo del país (40 mil empresas socias con cinco millones de empleos formales, responsables del 39 % del PIB), Gustavo Adolfo de Hoyos sin miramientos reconoce que su candidato José Antonio Meade no tiene la menor posibilidad de ganar. Lo dice así: “Lo que vamos a ver en esta elección [...] es que los mejores candidatos pierdan por tener la marca equivocada”. La “marca equivocda” es el PRI del cual es candidato Meade y también señala que se atiene y apuesta al resultado de las elecciones (“confiamos en el INE”) que tendrán como resultado un órgano legislativo “balanceado”. (Proceso, 27.05.2018).

Pero la Coparmex también ha hecho críticas al gobierno de Peña Nieto por el fracaso de su política contra la violencia señalando hechos que muestran el deterioro colosal que experimenta la seguridad para sus negocios: el robo de combustible por parte de los llamados huachicoleros ha ascendido a 30,000 millones de pesos en 2017, 50% más que en 2016, ha habido 852 atracos en trenes y vías y 3,357 robos de mercancías en lo que va del presente año. “La inseguridad está dejando un severo daño económico, un impacto sobre la capacidad de nuestro país de atraer inversión, generar empleo y desarrollar un círculo virtuoso de pacificación a partir de la generación de riqueza”, declaró en un comunicado la Coparmex. A ésta se unen otras agrupaciones como el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) que consideran omisas las actitudes de las autoridades con relación a la lucha contra la violencia delicuencial.

Que los oportunistas y egoistas empresarios han debido distanciarse de la política de Peña con respecto al crimen es porque sus consecuencias les están llegando a sus bolsillos. Y es que en plena campaña electoral los homicidios no cesan: 70 feminicidios sólo en abril pasado. Varios candidatos han sido asesinados. En Chihuahua, uno de los estados más violentos, decenas de candidatos han renunciado por temor a ser ejecutados. Los periodistas se encuentran realizando su trabajo en un país que formalmente no está en guerra pero cuyo balance de asesinatos de personas del gremio compite con el de Siria. En mayo decenas de asesinatos de gente de a pie se dieron diariamente. Desde que Felipe Calderón decidió sacar al ejército y a la marina de sus cuarteles para “dar la guerra a la delincuencia” 2017 ha sido el año más violento. Pero muy probablemente el presente año electoral lo supere.

Si la Coparmex representa al conglomerado mayoritario de los patrones, de los grandes y medios burgueses, el CCE es el organismo cúpula que reune a los grupos más poderosos y ricos de los capitalistas mexicanos. Por ejemplo, allí están los hombres que con Slim representan el trío de los capitalistas más acaudalados del país: Germán Larrea (Ferromex y Grupo México compañía minera) y Alberto Bailléres (El Palacio de Hierro, finanzas e industrias diversas). Ellos son los sectores del CCE que públicamente llaman a sus empleados a no votar por López Obrador recurriendo, con poco éxito es verdad, a los argumentos de que AMLO es el Maduro mexicano o que México se convertirá en otra Venezuela e incluso llegan a sacar del baúl lleno de telarañas los discursos anticomunistas y antisoviéticos. El caso de Larrea, el gran patrón minero, es especial dentro de la jornada electoral pues él tiene un particular interés en evitar la victoria de AMLO debido a que uno de los candidatos a senador de Morena es Napoleón Gómez Urrutia supremo dirigente del poderoso sindicato de los trabajadores mineros, metalúrigicos y siderúrgicos. El sindicato minero viene dando una lucha sistemática que obligó a su dirigente a exiliarse en Canada y su regreso como senador electo representa una bofetada a Larrea quien también ha sido el obstáculo para que se investigue a profundidad una de las tragedias mineras más terribles: el colapso de los tuneles de la mina de Pasta de Conchos en Coahuila propiedad del Grupo México en donde murieron 65 trabajadores en 2006.

El fantasma del fraude
Como se dijo arriba, a un mes de la cita con las urnas en cualquier otra democracia burguesa tradicional teniendo en cuenta los resultados de las encuestas el desenlace de las jornadas electorales estaría cantado: AMLO presidente. No en México, en donde la tradición del fraude electoral es mucho más profunda que la de la democracia, burguesa incluida. Por tanto esta incertidumbre que permanece en amplios sectores de la población no es ni mucho menos gratuita. Personajes del mundo de la política burguesa tan curtidos y cínicos como Porfirio Muñoz Ledo declaran que hay ruidos que anuncian el fraude en el Instituto Nacional Electoral (INE) debido a la influencia notable que mantiene el PRI entre los consejeros dirigentes del mismo. ¿Cuál sería el escenario posible de esa operación que realizarían los proverbialmente fraudulentos órganos electorales mexicanos?

Al respecto destaca el caso de Santiago Nieto Castillo quien fue despedido por el gobierno de Peña Nieto como director de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE) y que hoy es aliado de AMLO. El choque con Peña Nieto que provocó su salida fue la investigación que realizó del flujo de 16 millones de dólares en pago de sobornos de la empresa brasileña Odebrecht que se concentraban en Emilio Lozoya Austin quien fuera director de Pemex y en 2012 el jefe de la campaña electoral de Peña Nieto. En una entrevista publicada en la revista Proceso (27.05.2018) constata lo ya sabido desde siempre de la forma en que el gobierno a través del PRI realiza los fraudes que se han repetido una y otra vez. Según él hoy el fraude se preparaya con el debilitamiento de las instituciones encargadas de las elecciones como son el propio FEPADE, el INE y el Tribunal Federal Electoral. Los fondos para la observación electoral disminuyeron drásticamente de 2012 (93.6 millones de pesos) a 2018 (18 millones). Cita el ejemplo del programa oficial más importante para combatir la pobreza, el Prospera el cual pasó de ejercer en el primer trimestre de 2017 14 mil 313 millones de pesos a 20 mil 532 millones de pesos en los primeros tres meses de 2018 en plena campaña electoral y con incrementos superiores en los estados en que habrá también elecciones de gobernadores o donde el PRI busca defender su voto “duro”. El gobierno federal es el operador de 6 mil 491 programas sociales. La institución principal encargada de administrar estos enormes recursos es la Secretaria de Desarrollo Social (Sedesol) de la cual fueron secretarios durante el presente gobierno la notoria corrupta Rosario Robles (ex presidenta del PRD hoy conspicua colaboradora de Peña) y el propio José Antonio Meade. A través de estos recursos se ponen en práctica los métodos de condicionamiento (compra) de votos: entrega de credenciales para votar o para sacarle fotocopias, votar directamente por un candidato, acudir a un mitin hasta la descarada entrega en mano de billetes.

Tradicionalmente durante el imperio del PRI era algo sabido que el “voto verde”, el voto en el medio rural era suyo. En la medida en que la población del país ha dejado de ser mayoritariamente rural y, por el contrario en las últimas tres décadas México se ha convertido en un país con una población urbana predominante, precisamente la declinación del PRI ha sido notoria llegando a su situación actual que lo coloca al borde de una implosión que lo convertirá en un partido irrelevante.

Se calcula en alrededor de seis millones el voto duro del PRI. Es evidente que ante el alud que se preve de votos para el 1° de julio esa cantidad representa un poco más del 10 por ciento pero menos del 15 por ciento. En el porcentaje de indecisos el PRI no tiene muchas posibilidades de lograr un incremento considerable. Esto explica ese tercer lugar que no rebasa el 20 por ciento en el cual se ha colocado permanentemente José Antonio Meade en las encuestas. Así un fraude el 1° de julio tendría que ser directamente electrónico y se mostraría de inmediato como tal. Sería una provocación colosal en un país que asemeja una presa con un caudal a punto de desbordarse.

La nueva élite del poder
Los fraudes y los atentados (¡Luis Donaldo Colosio en 1994!) más escandalosos tuvieron la marca del PRI. Hoy no es ya este partido el que decide la política del poder burgués asentado en la presidencia de la República. La nueva élite del poder la constituyen la mancuerna de los políticos (los altos) y los magnates ya mencionados. La entrada de estos últimos dentro de la rosca de la política del poder es un hecho reciente. Fue a partir del giro neoliberal de los años ochenta que el imperio del PRI comenzó su declinación.

Aunque México durante la mayoría del siglo XX fue el país del “imperio del PRI”, esa dictadura se expresó contradictoriamente a través de una sucesión regular de elecciones “democráticas” que ganaba sin dificultad el partido dominante. Así la política nacional tuvo durante casi un siglo a las elecciones presidenciales sexenales como sus momentos claves en un sistema que en la práctica era de partido único, casi totalitario. Ello explica el oximoron de la fórmula que definió al sistema como “revolucionario institucional”, también calificado con la famosa frase de Mario Vargas Llosa de la “dictadura perfecta”. La perpetuación en el poder de esta oligarquía política, con su firme control del ejército, se hizo a través de las elecciones presidenciales cada seis años, definidas y propagandizadas como “democráticas”, cuando de hecho desde 1924 el sucesor en el poder era el personaje escogido por el presidente saliente. La consciencia popular acabó identificando esas citas sexenales como los momentos decisivos de su participación política, donde se forjaba su destino nacional. La proverbial estabilidad priista de casi un siglo mantuvo esa circunstancia enajenante sin cambios.

La importancia de las elecciones del 1° de julio reside en que la crisis social y económica que no logran superar el gobierno y sus apoyos burgueses ha roto esa larga tradición, que ha llegado a un punto de quiebre. Hoy las condiciones y las necesidades de las masas populares chocan cada vez más fuerte e incluso violentamente con esas ficciones democráticas. La burguesía ha tratado de dar una salida a esta situación favorable a sus intereses. En el 2000 eso fue la transición pactada que llevó a Vicente Fox del PAN a la presidencia con el tácito acuerdo del presidente priista Ernesto Zedillo, como lo ha reconocido recientemente Francisco Labastida quien fue el primer candidato presidencial priista perdedor. Las consecuencias de los desastrosos gobiernos del PAN, el de Fox del 2000 al 2006 y el de Felipe Calderón del 2006 al 2012, permitieron la restauración priista de Peña Nieto. Y con éste el priismo se ha precipitado a su caída vertiginosa actual y previsiblemente definitiva.

Contexto internacional
La ruptura que está produciéndose en México es contempóranea de los hechos que definen el caos político que presenciamos a nivel mundial. En primer lugar, por supuesto, está el factor del poderoso vecino del norte. La llegada de Trump a la Casa Blanca ha dislocado por completo la tradicional y estable armonía que la burguesía mexicana mantuvo durante décadas como socia menor privilegiada de Washington. Tal vez después de su vínculo estratégico con el estado sionista de Israel, la relación de Washington con la Ciudad de México estaba entre las más estables e importantes. Se trataba del vecino del sur con quien Estados Unidos comparte tres mil kilómetros de frontera, la fuente de trabajadores migrantes baratos y seguros y el socio, junto con Canada, del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), tratado con el cual esa asociación llegó a su nivel más alto. La llegada de Trump ha desquiciado por completo ese panorama.

El muro fronterizo, la puesta en jaque de la renovación del TLCAN y la constatnte propaganda xenofóbica antimexicana del inquilino de la Casa Blanca hn hecho pedazos la vieja relación y dificulta el surgimiento del nuevo trato entre ambos países. Aunque timoratas, las reacciones de Peña Nieto y de su secretario de Relaciones Exteriores Luis Videgaray ante los despropósitos de las agresiones de Trump, han producido una evidente confrontación. Hoy permanece vacante el puesto de embajador de Estados Unidos en México. Conclusión, las elecciones del 1° de julio se realizarán en momentos de un deterioro notable de la relación entre ambos países.

Lo que sucede en los espacios de la frontera sur es de importancia debido a que México es vecino directo de una de las zonas más violentas del mundo, el constituido por el triángulo de Guatemala, Honduras y El Salvador. En Honduras el golpe contra el presidente Manuel Zelaya en 2009 mostró que el gobierno demócrata de Barack Obama y su secretaria de Estado Hillary Clinton no desmerecía en nada los comportamientos de sus antecesores republicanos. La consecuencia ha sido la llegada de Juan Orlando Hernández cuya dictadura se ha perpetuado con un fraude colosal en las elecciones del 2017.

Y en este año, otro país de América Central, también muy cercano a México, ha sorprendido con la erupción de la rebelión popular contra el gobierno del traidor Daniel Ortega y su cónyugue Murillo. Las llamas de la rebelión en Nicaragua son también un factor centroamericano que está presente en la situación mexicana.

Más al sur, la crisis del llamado “progresismo” en Brasil, Argentina, Bolivia y del gobierno chavista de Nicolás Maduro en Venezuela son experiencias que se asoman a los acontecimientos mexicanos. Igualmente importante es lo que pasa en España, posiblementge el país europeo más conocido e influyente en México. La defenestración de Mariano Rajoy y la caída de su gobierno conservador, con muchas relciones con el gobierno de Peña Nieto, es un hecho mayor en el juego de los factores internacionales que están presentes hoy en las jornadas políticas mexicanas.

Perspectivas
Como se puede apreciar por todo lo anterior, en estas elecciones tan importantes está ausente la representación de los trabajadores, campesinos y pueblo oprimido y explotado de México. El intento frustrado de registrar a la candidata indígena e independiente María de Jesús Patricio, conocida como Marichuy, impidio que su nombre apareciera en los millones de boletas. La corriente de masas que se va expresar en la votación por AMLO busca en esa acción reivindicar políticamente sus intereses. Es una votación que no corresponde de hecho a los intereses tanto inmediatos como históricos de dichas masas, colocándose de hecho en la tradicional política que determinó la posición de los trabajadoresy sus aliados durante prácticamente todo el siglo XX: subordinados a los liderazgos burgueses.

Pero, a diferencia del siglo XX, hoy no estamos ante un panorama en que la hegemonía burguesa se asiente en un curso de crecimiento, estabilidad y bienestar. Los tiempos actuales del capitalismo mundial son los de competencias aguerridas, de explotación decimonónica de los trabajadores y de ausencia completa de un horizante de libertad, igualdad y fraternidad. Todas las señales indican a un recrudecimiento de la lucha de clases. No habrá ya un largo periodo de décadas de estabilidad al estilo del priato en el siglo XX.

A diferencia de los movimientos de trabajadores del sur de América y en sintonía con la situación de los trabajadores del país vecino del norte, el proletariado mexicano, considerado en el sentido más amplio del concepto, se encuentra huérfano de representación política nacional. ¿Cuánto tiempo más prevalecerá esa situación? Muchos factores determinarán su pronta desaparición o en cambio su persistente presencia. Pero una cosa si es segura, sean cuales sean los resultados de las elecciones del 1° de julio hay corrientes de miles y cientos de miles de trabajadores que buscan una alternativa real para reivindicar sus intereses y lograr realizar sus objetivos clasistas.

Esta anomalía, si podemos llamarla así, será colmada en un próximo futuro y precisamente las condiciones de la constitución del amplísimo apoyo electoral que ha obtenido la candidatura de AMLO así lo señala. Nuestra candidatura no es la de AMLO, pero así lo consideran miles, millones de trabajadores. Ante ellos nuestra actitud es de respeto pero también de firme crítica que, de forma fraternal y sencilla, desde hoy expresamos y después del 1° de julio incrementaremos ante el previsible desaliento que cundirá cuando surja con evidencia que AMLO no llegará a la presidencia deela República para delinear un nuevo curso sino para intentar parchar y aliviar los problemas que aquejan al capitalismo hoy en México.
La responsabilidad de los numerosos grupos socialistas independientes y revolucionarios que ya existen y que, por cierto, han estado muy activos en foros y reuniones en estos días en que se ha desatado la actual fiebre política en el país, es una gran responsabilidad. Será clave para contribuir a las tareas de la definición ideológica, la práctica política y las prácticas organizativas que se acumulan ya en el horizonte de los próximos días. Ante este desafío la única posibilidad de victoria reside en la vocación de unidad que se imponga al sectarismo estéril. La unificación que ya se da en cietos grupos es una buena señal para el futuro.

Sean cuales sean los resultados de las elecciones del 1° de julio, abrirán en México la perspectiva de una nueva y prometedora situación política para la causa y los intereses de los trabajadores.

Ciudad de México, 1-2 de junio de 2018