miércoles, 26 de febrero de 2020

Igualdad Social y Democracia. La prueba del pudín en las primarias estadounidenses.

miguel angel herrera zgaib, Ph.D.

                               Paul Street, en un texto escrito para CounterPunch, inventaría la cantidad de sandeces propuesta por los media estadounidenses, incluida la así denominada "prensa liberal". Ejemplifica con varios casos,a  al vez que destaca también cómo se tilda a Sanders de comunista, de lo que él mismo nunca habló, pero sí ha sido explícito en cuanto al retroceso más que evidente en términos de igualdad social que aqueja a la inmensa mayoría de los Estados Unidos.

A pesar de la propaganda negra desplegada, desde la que su eventual rival, Michael Bloomberg, un republicano de hace poco tiempo, quien "acusó de comunista a Sanders, éste sigue de primeras en las preferencias del potencial electorado estadounidense y en particular de quienes votarán en las primarias de Carolina del Sur este sábado.

Asombra, pero no sorprende que el segundo aspirante demócrata ataque también a Bernie, cuando tendría que empezar a pensar en serio en ser parte de la fórmula que lo acompañe y fortalezca. 

Estos interrogantes, luego del debate del martes pasado, donde Sanders salió airoso, y Michael Bloomberg apabullado, se despejarán con definitiva claridad, el próximo sábado y el siguiente martes, el supermartes, donde habrá simultánea votación de delegados a las primarias en cuando menos 11 estados.

En suma, son estos los 10 días que sacuden el establecimiento demócrata estadounidense, hasta el punto que la misma Hillary empezó a darle cabida a la necesidad de hacer campaña por el "socialista" Bernie Sanders, si él resulta el ganador de las primarias. Ni modo que no lo fuera.

Por fin parece que el remedo de democracia estadounidense, con un deseo aplazado desde los tiempos de la última presidencia de Roosevelt, cuando éste bloqueó las aspiraciones de Henry A. Wallace, quien fue candidato en la elección presidencial de 1948, y que aparece como el antecesor del independiente Bernie, señalado y denostado como social-demócrata.

El estadista del New Deal prefirió poner en su lugar a un cabildero, Harry S. Truman, hacedor del desastre atómico en Japón. Después de 72 años, Bernie Sanders, heredero de Wallace, se dispone en este segundo intento a potenciar en serio el compromiso con la igualdad social. 

La que haga posibles las condiciones del ejercicio necesario de la democracia en el siglo XXI, cuando los subalternos se levantan en todos los continentes contra la desigualdad.

martes, 11 de febrero de 2020


Por.  Tony López R (*)


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El  show  de Mike Pompeo, Iván Duque y Juan Guaidó, el presidente sin país.


Del 19 al 20 de enero tuvo lugar en Bogotá, Colombia la III Cumbre Anti-terrorista, convocada por el presidente Iván Duque y teniendo como sede la Escuela de Cadetes de la Policía Nacional General Francisco de Paula Santander.  Acudieron a este convite, ministros y delegados de 20 países de la región. Los discursos del Secretario de Estado Mike Pompeo e Iván Duque y el invitado especial Juan Guaidó estuvieron dirigidos a un ataque frontal contra Venezuela.
Los discursos de Mike Pompeo e Iván Duque,   contra Venezuela y sin mencionarla, contra Cuba,  al escoger como sede la escuela de cadetes de la policía,  tenía el interés de sensibilizar a la opinión pública, por la muerte  de 22 jóvenes cadetes y señalar que allí se llevó  cabo un acto terrorista supuestamente  por el ELN; y quedó sembrada la matriz de opinión, cuando  el presidente Duque  señaló “en este lugar hace un año atrás, el ELN realizó una acción terrorista”  y Pompeo expresó “el ELN que desde territorio venezolano está apoyado por el dictador Maduro”.

Realizar este cónclave en este sitio, obviamente tenía y tiene un objetivo político;  por eso se le imprimió al  acto un  dramatismo  del gobierno de Duque, utilizando  a los familiares de las víctimas, a  los cuales llevaron al evento y rendirle tributo a los caídos por esa demencial acción, no porque estuvieran sensibilizados con las muertes de estos jóvenes , sino por el interés y la intención de demostrar que el ELN es una organización terrorista y que le sirva de base para las reclamaciones de extradición de los  dirigentes de esta organización  político-militar, que aguardan que Duque cumpla el acuerdo de restablecer los diálogos de paz, a lo que ahora  se niega  y cuyo gobierno pretende  que los países garantes, incumplan los protocolos firmados por el gobierno anterior y que su gobierno, tiene la obligación de cumplir.

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¿Por qué el gobierno de Duque no realiza esta Cumbre en el Cauca, en algunas de las comunidades, donde los líderes indígenas son víctimas del terrorismo de Estado? Ese terrorismo que en estos primeros 20 días, del año 2020, se ha cobrado la vida de 25 líderes y lideresas, asesinados por comandos o bandas, que vienen operando desde la firma de los acuerdos de paz el pasado 26 de noviembre del 2016.

Resulta contradictorio que esta Cumbre  Antiterrorista se desarrolle en Bogotá, convocada por el presidente Duque, un gobierno  que practica una política de terrorismo de  Estado. Ni una sola palabra se ha pronunciado en esta reunión,  sobre los sistemáticos crímenes que se cometen contra  los líderes y lideresas sociales y comunitarios, indígenas, afrodescendientes, que ya rondan los 800 asesinados y que incluyen a más de 175  ex combatientes de la insurgentes FARC y a 38 de sus familiares, que debían estar  protegidos por los Acuerdos de Paz.


Los narco paramilitares, desde su nacimiento en la década del 80 siempre estuvieron respaldados por sectores de las Fuerzas Militares y de la Policía, está denuncia es pública y conocidas  por instituciones nacionales y extranjeras como la CDIH y la Corte Penal Internacional, el caso más grave lo ha sido la masacre de los más de 5 mil asesinados  de la Unión Patriótica, en la década del 80  y en el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, los más de 3000 a 5000 mil  jóvenes inocentes asesinados por miembros de las Fuerzas Militares, ordenado por los altos mandos y por sus jefes civiles, conocidos como Falsos-Positivos.

Por cierto, sobre el caso de los Falsos-Positivos, el ex Fiscal General de la República, Néstor Humberto Martínez, se negó a entregar a la Fiscal Fatou Bensouda de la CPI la información y expedientes de los altos mandos involucrados en estos crímenes de guerra, considerados de Lesa Humanidad. Según medios de prensa colombiana, ella se fue descontenta de la reunión con el Fiscal Martínez Neira, al declarar que “le había solicitado pruebas al Fiscal que demostraran investigaciones serias y contundentes contra los militares acusados de permitir falsos-positivos y no obtuvo ningún compromiso a su solicitud” dichas declaraciones se produjeron en septiembre del 2017. Está conducta de la Fiscalía hacia la CPI sobre este tema, aún se mantiene.

Pero estas gravísimas violaciones a los Derechos Humanos, como consecuencia del terrorismo de Estado en Colombia, fueron totalmente silenciadas por Duque y Pompeo, solo el recurrente tema de acusar a Venezuela y al castro-chavismo, de los problemas que confronta Colombia, pero sin aportar ningún elemento, utilizando el manido argumento de que en Venezuela se refugian los guerrilleros del ELN y de las FARC-EP.
La presencia o no de estas fuerzas guerrilleras, en Venezuela  nunca han sido probadas por el gobierno colombiano, y como se sabe desde hace más de treinta años, la insurgencia ocupaban las zonas del Perijá, el Catatumbo, La Guajira y Arauca,  todas en territorio colombiano, fronterizo  con Venezuela.

Por la extensión territorial fronteriza que ambos países tienen, no es descartable    que fuerzas guerrilleras ingresen a territorio venezolano, pero esto no quiere decir que tengan el respaldo del gobierno de Maduro. Al igual que la presencia de bandas de los  narcoparamilitares colombianas que operan en territorio venezolano,  estas bandas  sí aliadas a la oposición venezolana, especialmente con Juan Guaidó quien tiene  relaciones con  los Rastrojos, vínculo    absolutamente público, probado y denunciado.

 
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El  23 de febrero del 2019 la banda narco paramilitar los Rastrojos  en la foto arriba reflejada, llevaron sano y salvo a Guaidó y lo  unió al presidente Duque, para armar el Show de Cúcuta y  la supuesta   ayuda humanitaria, este fracasado intento de derrocar al presidente Maduro,  es público, notorio y reportado por la prensa nacional e internacional, incluyendo el New York Time, que dejó  mundialmente aclarado, que la agresión militar en aquellos hechos partió de Colombia y sus fuerzas policiales, unidos a desertores venezolanos, y no de la Guardia Nacional Bolivariana de Venezuela.

Hay que preguntarse, ¿quién le dio a los Rastrojos la misión de trasladar a Juan Guaidó a Cúcuta?. O acaso, ¿Duque es tan ingenuo de desconocer que esos narcos fueron los que le llevaron a Guaidó sano y salvo a Cúcuta, después de violar la frontera venezolana-colombiana?  Es una aclaración que le debe el presidente Duque a los pueblos de Colombia y Venezuela.
Si no lo aclara, se puede llegar a la conclusión, que el que calla otorga y por tanto o es cómplice o él forma parte del narco-paramilitarismo. Sobre Juan Guido y la defensa de Pompeo que hizo de este, a quien trata de Presidente, solo que es un “presidente sin país”  no vale la pena emborronar cuartillas, un corrupto que sus propios correligionarios, acusan de ladrón y vinculado al narcotráfico y paramilitarismo.

Sobre la migración de Venezuela a Colombia, Duque tiene mala memoria, o sus largos años de estancia como residente en Estados Unidos, olvidó que entre 1998 y el 2010, casi 6 millones de colombianos emigraron a Venezuela, 4 millones de ellos en el gobierno de Uribe Vélez y allí se les acogió con aprecio. Por cierto, según cifra ofrecidas por expertos e instituciones de DDHH, señalan que más del 60 por ciento de esos 1,6 millones, que menciona Duque, que ahora se han refugiado en Colombia, son colombianos residentes en Venezuela.

La diferencia de la migración de colombianos a Venezuela, en el gobierno chavista, a esos refugiados políticos huyendo de las masacres que impunemente  ejecutaban los paramilitares, se les otorgó la residencia e incluso miles de ellos adquirieron la  nacionalidad venezolana y se les trató con dignidad, todo lo contrario a lo que les sucede a la actual migración venezolana en territorio colombiano, donde son vilipendiados y maltratados por los agentes gubernamentales y por la campaña negativa de los medios, que siembran en la población una conducta  xenófobas.

Por otra parte, en esta Cumbre Antiterrorista, el Secretario de Estado Mike Pompeo, acusó al gobierno de Venezuela de ser aliado de Irán y sin ninguna prueba e irresponsablemente afirmó que el “objetivo de la Cumbre contra el Terrorismo es investigar la actividad financiera de Hezbollah y los grupos vinculados a Irán, afirmando que el brazo armado Hezbollah, está en Venezuela”. Sin presentar, ningún elemento probatorio sobre la acusación contra Venezuela, exhortó a   los países de la región, a compartir información sobre organizaciones terroristas.

Añadió, que el gobierno de Nicolás Maduro por sus relaciones con Irán, resulta un peligro para la región, es precisamente aquí el punto focal de esta Cumbre antiterrorista, al querer articular la actual crisis de Estados Unidos con Irán y llevarlo a la región teniendo como objetivo político y militar a Venezuela.

No es una casualidad sino una causalidad el agresivo y amenazante discurso del Secretario de Estado estadounidense, que tiene todos los ingredientes de causa- efecto, porque paralelamente  a esta Cumbre Antiterrorista,   este 23 de enero, en territorio colombiano, se iniciarán maniobras entre las Fuerzas Militares colombianas y estadounidenses y   finalizarán supuestamente el próximo 29 de enero, un inusual ejercicio militar de Estados Unidos, realizar un ejercicio solo con Colombia, cuando lo normal es realizar ejercicios de conjunto con varios países, debe llamarnos la atención esta provocadora y peligrosa  maniobra militar.
 
Toda esta información, está contenida en un comunicado del jefe del Comando Sur, el Almirante de la Marina de los EE. UU. Craig Faller, según él, participarán aproximadamente 75 paracaidistas de la 82da División Aerotransportada asentada Fort Bragg, Carolina del Norte, y 40 miembros del Ejército Sur.  Este ejercicio comenzará con una operación aérea con un salto desde un avión Hércules C-130, con el objetivo de simular la toma de un aeropuerto. La 82va división aereotranportada ha sido la utilizada en las intervenciones militares de EE.UU en América Latina.

El jefe castrense en su comunicado señala, que expertos de ambos países trabajarán juntos para construir interoperabilidad y compartir conocimientos estratégicos y tácticos. Este ejercicio tiene todos los elementos básicos para el desarrollo de una acción ofensiva intervencionista. Aún se desconoce el escenario donde se desarrollará dicho ejercicio. Alerta debe estar la opinión pública venezolana y latinoamericana.

Los tambores de guerra, han sido desempolvados y coincidiendo con esta Cumbre, se convoca a peligrosos ejercicios bélicos, cuyas intenciones pueden estar encaminadas a provocar un conflicto con Venezuela, con el interés de desviar las tensiones con Irán y en el oriente próximo, que tienen muy preocupados a la opinión pública internacional y al propio pueblo de los Estados Unidos. También influye el gran escándalo por el juicio político Donald Trump y que obviamente cualquier conflicto en nuestra región, sacaría de la agenda publicitaria y noticiosa lo que sucede actualmente en el Senado estadounidense.

Víctimas del terrorismo de Estado, fue Dylan Cruz a manos de los escuadrones de la ESMA cuando pacíficamente protestaban contra el gobierno de Duque, junto a millones de colombianos que se oponen firmemente al actual modelo económico neoliberal, a la corrupción y a la impunidad y la complicidad de altos funcionarios civiles y militares vinculados al paramilitarismo y el narcotráfico. Pero la represión contra las marchas pacíficas ha dejado el saldo de 12 muertos más de 700 heridos y unos 600 detenidos.

El pueblo colombiano está pidiendo la desaparición del terrorista escuadrón de la policía (ESMA), el 21 E, salieron para protestar y tributar homenaje a los más de 25 líderes y lideresa que en los primeros 20 días de este año, han sido asesinados y la cuenta sigue, sin que el presidente Duque, haya tomado una sola medida contra las bandas criminales del narcoparamilitarismo y los agentes del Estado, que continúan con su obra de horror y muerte.

Es importante dejar saber, que la práctica de estos asesinatos selectivos de líderes de base, no es por una razón de voluntarismo, esta práctica está diseñada y orientada desde  hace muchos años, por literatura de la Agencia de Inteligencia de EE.UU (CIA) y contenida en los manuales  que ellos titulan   “Guerra de baja Intensidad” que se impartían  en la Escuela de las América en Panamá  y desde la salida de las tropas gringas de este país,  esas  Escuelas funcionan en el  Comando Sur con sede en la Florida.

Duque recordó que Colombia adoptó la lista de organizaciones terroristas de Estados Unidos y la Unión Europea. "Eso nos permitirá detectar oportunamente células de Hezbollah, el Estado Islámico y de Al Qaeda , pero también del ELN y de las disidencias. Mi invitación respetuosa es que podamos todos armonizarnos con esas dos listas", no menciona ni a las Águilas Negra, tampoco a Los Rastrojos ni al Clan del Golfo, como dice el dicho “por algo será”.

Sería importante que en la lista de organizaciones terrorista que él Presidente señaló en su discurso, incluya a las instituciones del Estado, responsables de los más de 3000 a 5000 jóvenes colombianos asesinados en los llamados “falsos-positivos” cometidos durante el gobierno de su mentor el Dr. Álvaro Uribe Vélez, líder del Centro Democrático, y del oficialista partido del gobierno de Duque.

Ni Pompeo, ni Duque se han referido a tales acciones terroristas, tampoco se han pronunciado sobre la denuncia que el senador Gustavo Petro realizó,  el pasado 19 de enero en Bogotá,  señalando que  las Águilas Negras son sectores de la inteligencia de la policía y del ejército por las amenazas que dichas bandas han anunciado, contra líderes políticos, entre ellos, al propio senador Petro, a la recién electa alcaldesa Claudia López, al ex presidente Juan Manuel Santos, al senador Carlos A Lozada, a los periodistas Ariel Ávila y Daniel Coronell, incluso amenazaron a la presidenta de la Justicia Especial de Paz, Patricia Linares.

Por último hay que señalar que en esta Cumbre participaron algunos países que son una expresión muy clara de aplicar  es sus países el Terrorismo de Estado, como es el caso del gobierno de Sebastián Piñera en Chile, cuya brutal represión ha dejado miles de heridos, mas de 300 chilenos afectados gravemente de su visión, un medio centenar de muertos provocados por  los Carabineros, Ecuador de Lenin Moreno, cuya población indígena fue también masacrada por los Fuerzas Militares y Policiales, en octubre pasado.

Y qué decir de los asesinatos cometidos por la Fuerzas Militares y de la Policía ordenados por autoproclamada y militante  fascista Jeanine Añez de decenas de bolivianos, cientos de heridos, luego del cruento  Golpe de Estado, contra el gobierno legítimo y constitucional de Evo Morales y que involucra al Gobierno de Estados Unidos y al propio Mike Pompeo,  cuyo   Encargado de Negocios de la embajada en La Paz, venía conspirando con la ultra derecha fascista santacruceña,   en la provincia Argentina  de Jujuy.

No es el gobierno de Estados Unidos el ejemplar exponente en esta Cumbre Anti – terrorista, cuando la política que sigue y ha seguido durante muchos años, ha sido la de imponer el terror, mediante diferentes métodos, como el genocida bloqueo a Cuba y ahora a Venezuela  y con la amenaza de ser invadido militarmente, los distinto gobiernos  estadounidenses son los  que han realizado innumerables intervenciones militares en nuestros países, República Dominicana, Cuba, Nicaragua, Granada, y Panamá, han sido sangrientas y brutales, todas ellas para imponer gobiernos que se subordinen  a Washington.

Y que decir los cerca de 500 mil muertos que costó la intervención militar gringa en Irak, miles en Afganistán, Libia y Siria, utilizando a las organizaciones que la CIA formó, entrenó y financió, como el Estado Islámico,Al Qaeda   y que ahora dice Mike Pompeo,  que hay que perseguir, que descaro, si son ellos los que actualmente los apoyan para promover el derrocamiento del gobierno Sirio.

Por eso, en alta voz podemos afirmar que la Cumbre Anti-terrorista de Bogotá, convocada por un gobierno que practica el Terrorismo de Estado, está inhabilitado para levantar la bandera del anti-terrorismo, más bien se convocó para apoyar esa macabra política de intervención, horror y muerte en nuestros países al sur del rio Bravo.

(*)Periodista, politólogo y analista internacional.

La Habana, Cuba 23 de enero del 2020