sábado, 13 de abril de 2019

¿QUÉ PASA CON LOS LIBRECAMBISTAS DE HOY?
Breve interlocución con Varoufakis.

miguel angel herrera zgaib

¿Hay crisis del capitalismo? Varoufakis escribe después de su minotauro, para cuestionar las premisas teóricas de Milton Friedman. No fue cierto que el tipo de interés real, descontada la inflación equilibre la demanda de empleo con la oferta. Tampoco es cierto que logre equiparar ahorro con inversión.
Como ni una ni otra cosa han sucedido a partir de los años 70, la cosecha amarga ha sido deflación y desempleo. De otra parte, el sistema gerencial del capitalismo actual es también cuasicartelizado, dice Varoufakis, es lo que Galbraith denomina tecnoestructura. Es decir, il n´a pa de democratie.

Aunque la inflación sea mínima

En lo que tiene que ver con la UE, hoy por hoy, ésta retiene en sus bancos y sistema financiero 3,4 billones de dólares. En cuenta corriente su superávit para 2018 fue de 450.000 millones de dólares. Friedman y los librecambistas fallaron en los años 70. Se probó con dolor y desgracias a granel, que el control de la inflación no se traduce en el aumento del empleo, y mucho menos en el desempleo 0.

En resumidas cuentas, dice Varoufakis, que la única tendencia "natural" del capitalismo es el estancamiento, esto es, el equivalente a lo que en el mundo natural Ilya Prigogine y Stengers llaman "entropía," recordando las leyes de la termodinámica.

¿Otra hegemonía en lo económico?

Luego, ¿cuál es la solución? En apariencia, de forma inmediata, la solución que propone Iannis es algo más de keynesianismo. Y, después, ¿vuelve y juega? Estará maduro el mundo de hoy, la gente del común para quebrarle el espinazo al sentido común aún hegemónico en materia económica.

Sobre el particular, Iannis nada se atreve a decir. Tampoco parece ser, hasta hoy, un lector de las reflexiones de Gramsci y los neogramscianos. Sabido es que Gramsci fue amigo personal de Piero Sraffa, estudioso y editor de la obra completa de David Ricardo en Cambridge, a donde se trasladó luego de ser profesor en la Universidad de Cagliari. 

Igual, el debate que Gramsci desarrolló en los Quaderni con la filosofía de Benedetto Croce, quien abrevaba en los postulados neoclásicos al debatir con el discurso crítico marxista de la economía política clásica.

lunes, 8 de abril de 2019


Armando el rompecabezas II.
TIEMPO DE MINGA SOCIAL

Giovanni Mora Lemus (31/03/19)
La mejor conmemoración del mes de marzo, a propósito de las luchas por los derechos de las mujeres, corrió por cuenta de la lideresa Aída Quilcué. La minga indígena, campesina y popular o mejor conocida como minga social del Suroccidente colombiano, arrancó hace más de veinte días, con el liderazgo de esta valiente mujer caucana.    

Para continuar armando el rompecabezas del régimen Uribe-Duque es un imperativo preguntarse por el tratamiento que le va a dar en los próximos años a la protesta social. Hasta ahora los comuneros y sus líderes han sido ignorados por el presidente. El libreto se repite, como pasó con las movilizaciones estudiantiles del segundo semestre de 2018. Lo primero es decir que no es posible el dialogo hasta que no cesen las vías de hecho; lo segundo, que las marchas son peligrosas porque están infiltradas por “agentes violentos”. Luego la estrategia se repite enviando a algún ministro o ministra para que hable y desgaste a los subalternos hasta que se desmovilicen.  

Aunque pensándolo bien

Duque innovó en algo el libreto, pues le achaca a Santos la responsabilidad de la actual crisis. El gobierno pasado, según él, negoció cosas con los indígenas sin reparar en los límites presupuestarios del país. ¡Prometió cosas para las que no hay plata! afirmó el residente de la casa de Nariño.

Como casi siempre pasa la protesta social es cubierta por los medios masivos de comunicación privados como una amenaza para el orden público, así que por estos días pululan las noticias de las consecuencias del paro indígena; desabastecimiento de gasolina, gas, alimentos y bloqueos en la vía panamericana, pero dicen muy poco sobre las demandas de nuestros pueblos originarios: territorio, justicia y, sobre todo, que se cumpla lo ya acordado.

El uso de la fuerza desproporcionada es algo que está presente, y va a seguir estándolo, en el tratamiento a la protesta social. Pocos días después que el país rememorara la masacre de los sastres acaecida el 16 de marzo de 1919 cuando el gobierno conservador de Marco Fidel Suarez y las FFAA, abrieron fuego a los sastres y artesanos quienes protestaban en Bogotá, se conoció la muerte de ocho indígenas y cuatro de ellos heridos quienes hacían parte de la minga. “Presuntamente una persona lanzo un artefacto explosivo”.[1]             
            
La otra pieza del rompecabezas

Es la acérrima defensa del régimen uribista para que retorne el uso del glifosato contra los cultivos de coca. Según ellos fue un error del gobierno Santos acordar con las FARC que se dejara de utilizar este veneno. Pese a lo que sentencian organismos internacionales como la OMS (Organización Mundial de la salud) sobre los riesgos para la salud y en particular para nuestras comunidades campesinas el uso del herbicida, Duque defendió esta propuesta frente a los magistrados de la Corte Constitucional, el pasado 7 de marzo.

Los terribles reduccionismos del actual gobierno frente al problema de las drogas retornan a la agenda, pues es sabida la miopía con que se aborda el tema; atacar la producción de la coca sin preguntarse por el consumo. La ciudadanía se conoce este otro libreto, fumigar miles de hectáreas en determinada región para que luego los cultivos de uso ilícito de desplacen a otra zona y vuelva a iniciarse la aspersión área con glifosato, en un ciclo de destrucción interminable.     
          
En su patrioterismo paisa Luis Pérez Gutiérrez, actual gobernador de Antioquia, acuñó una nueva máxima: “patria o coca”. Sin embargo la mejor imagen, por todo el sentido dantesco que ella trasmite, nos la dejó Fernando Londoño Hoyos. El “ilustre” político de Manizales dijo: “glifosato, pero a la lata…que llueva glifosato sobre los campos”.

Para cerrar el mes, mientras Duque objetaba la Jurisdicción Especial de Paz (JEP), la senadora uribista María Fernanda Cabal continua impulsando un proyecto para modificar la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras.

Cuando ya se conoce el nombre de por lo menos veinticinco empresas privadas[2] que han sido condenadas a devolver la tierra a sus originales dueños, ahora resulta que las víctimas empobrecidas, sin recursos para su defensa, deberán si se aprueba este esperpento, probar judicialmente que las desplazaron y despojaron. La máxima es: “Respetar los derechos de los segundos ocupantes,” es decir, de quienes se lucraron con tierra despojada por los actores armados, entre los cuales no pocos son adherentes del partido de gobierno, el Centro Democrático.   


[1] Véase la denuncia y la descripción de los hechos en https://prensarural.org/spip/spip.php?article24146
[2] Véase el informe de la Fundación Forjando Futuros en http://www.forjandofuturos.org/