sábado, 31 de marzo de 2018


LA GRAN MARCHA DEL RETORNO Y EL POLVORÍN DEL MEDIO ORIENTE EN SEMANA SANTA. PALESTINA RESISTE.

Miguel Angel Herrera Zgaib
Profesor asociado, Ciencia Política, Unal
Catedrático Maestría de Estudios Políticos, U. Javeriana
Ex rector Universidad Libre de Colombia

“Hace 70 años dejamos nuestra tierra.” Khaled al Batsh.

                                                                   Entre el jueves y el viernes de esta semana santa, Palestina está en pie de lucha en la franja de Gaza, con el respaldo político de Hamás que gobierna este territorio, que ha sido regularmente objeto de ocupación por parte del estado de Israel, que quiere someter y asfixiar a sangre y fuego.


Algunos hablan que la Gran Marcha es el comienzo de otra Intifada, que arranca este viernes con la celebración del día universal de la tierra, que resignifica la heroica resistencia del pueblo Palestino que alcanza y supera el año 1948. Pues bien, la jornada ha empezado, y ya contabiliza a 8 palestinos muertos, y el conteo de heridos en la población movilizada por Hamás supera los 500 heridos.


La Gran marcha del retorno, según lo anuncian sus organizadores políticos, se extenderá hasta el 15 de mayo, con diversas acciones de desobediencia civil que son reprimidos con el uso de carros de combate, potentes gases lacrimógenos y cobardes disparos de francotiradores.

Sin embargo, desafiando esta bestial sangría, miles de palestinos se ubican ya en 6 puntos de Gaza en las inmediaciones de la barrera levantada por el gobierno y el ejército de ocupación. Para recordarles con altivo, indomeñable heroísmo que el ejemplo de Massada no ha sido olvidado.

 En esa barrera están apostados 100 francotiradores israelíes, que ya han hecho impacto mortal con sus disparos en los manifestantes indefensos según los reportes  llegados de la zona de este nuevo holocausto que tiene que conmover a los pueblos de la tierra, y, de modo particular, a los cristianos y católicos que actualizan el recuerdo de un crucificado que en defensa de su palabra estuvo dispuesto a enfrentar todas las vejaciones imaginables en público.

¿Jerusalem, capital de cuál Estado?

                                                   En todo caso, cuando Israel ha tenido el respaldo de Mr. Trump para convertir a Jerusalem en su capital, exclusiva y excluyente cruzó la raya. Las acciones que empezaron en Gaza muy probablemente tendrán repercusiones definitivas en la parte oriental de la capital de todos los monoteísmos. Allí residen miles de palestinos, quienes la reclaman igualmente como su capital histórico religiosa, sin abandonar la tierra y sin doblegarse al poder del dinero y de la fuerza bruta, que se ejercita contra una población desarmada y empobrecida.

Así las cosas, después de haber experimentado estos martirizados territorios dos grandes intifadas, ésta que se perfila y moviliza a miles, puede tener las dimensiones de una catástrofe social y humana de dimensiones incalculables. Pero, a la vez, es el precio de un sacrificio colectivo que libera de la opresión de una fuerza extranjera, y rompe con la indiferencia de los demás pueblos libres de la tierra.


Es una movilización que se corresponde con el trámite cercano de las elecciones en Israel, con la expectativa que Netanyahu, acusado de varias conductas judicialmente punibles, trate de sacar ventaja de un estado de guerra, sectorializado, en la sitiada área de Gaza, que lo proyecte de nuevo en el cargo que no quiere dejar, y al que ha llegado por su capacidad de infringir daño a un Estado vecino al que no se quiere dejar existir a todo costo.


La autoridad palestina y Hamás han hecho acuerdos, producto de los anuncios de imponer a Jerusalem como capital del estado de Israel, un sueño que la dirección judía, histórica y nueva, acaricia desde la propia fundación, después de la II Guerra Mundial, a raíz de lo que se decidiera por la ONU, que se tradujo en la creación del estado de Israel en 1948, y la postergación del Estado Palestino hasta nuestros días, después de la tragicomedia de Camp David, y la corrupción del proyecto que lideraba en sus inicio Yasser Arafat. Una claudicación que denunció con vigor y ardentía el gran intelectual palestino, Edward Said, quien presidió por algún tiempo el Consejo Palestino.

El Medio Oriente a punto del holocausto

                                                            Esta campaña de recuperación simbólica del territorio palestino, que se viene perdiendo progresivamente, a través de lo colonos israelíes, quienes vienen ocupando a la fuerza, o comprando territorios en la zona litigiosa, parece llegar al punto de no retorno.

Esta situación se puede encadenar de modo probable con la inmensa carnicería en la vecina Siria, donde la Rusia de Putin apoya al gobernante Bashar al Asad, porque ahora Rusia se encuentra sujeta a retaliación por 14 naciones europeas, más EUA y Canadá.

El castigo ocurre a raíz del atentado perpetrado contra un doble espía ruso, y su hija, quienes están residenciados en Londres. Fueron envenenados empleando productos elaborados en el tiempo de la guerra fría, cuando Putin era funcionario máximo de la KGB.

Las acciones sancionatorias ordenadas por Teresa May, la primer ministro, ya son respondidas con las dos primeras expulsiones efectuadas por el gobierno ruso, más las que anunció realizará contra el cuerpo diplomático británico de aquí al mes de mayo, si no abandonan "voluntariamente" el territorio ruso.

No sería extraño que si la situación empeora en Jerusalem, el principal socio de Israel, los Estados Unidos intervenga como lo hace de modo regular a través de la mayor ayuda económico militar, en el área de Gaza, atizando el incendio.

Con el riesgo de que Rusia, no sólo obre en el Consejo de Seguridad con el veto, sino que disponga de parte de su flota para colocarla en la vecindad de Gaza, lo cual no ocurrió hasta la fecha. Es una situación hipotética que pareciera recordar, por momentos, a la crisis del Canal de Suez, con todas sus obvias diferencias, en los años 50.


viernes, 30 de marzo de 2018

Observatorio Subalterna GLOCAL

LA GRAN MARCHA DEL RETORNO EN PALESTINA,
Y LA CRISIS DEL MEDIO ORIENTE EN SEMANA SANTA.

miguel angel herrera zgaib
profesor asociado, c.política, unal
director grupo presidencialismo y participación
Coordinador general del IX Foro Palabra y Acción, abril 16-21/18

Entre el jueves y el viernes de la semana santa, Palestina está en pie de lucha en la franja de Gaza, con el respaldo político de Hamas que gobierna este territorio, que ha sido regularmente objeto de ocupación por parte del estado de Israel.

Algunos hablan que se trata del comienzo de otra Intifada, que arranca en la celebración del día universal de la tierra. Pues bien, la jornada ha empezado, y ya contabiliza a 7 palestinos muertos, y el conteo de heridos en la población movilizada por Hamas supera los 500 heridos. A lo largo de la barrera levantada por Israel están apostados 100 francotiradores de su ejército, dispuestos a reprimir cualquier desborde de la multitud.

La gran marcha del retorno, según lo anuncian sus organizadores políticos, se extenderá hasta el 15 de mayo, con diversas acciones.

En todo caso, cuando Israel ha tenido el respaldo de Mr. Trump para convertir a Jerusalem en su capital, las acciones en Gaza muy probablemente empezará a tener repercusiones en la parte oriental de la capital de todos los monoteísmos, en la cual residen miles de palestinos, quienes la reclaman igualmente como su capital histórico religiosa.

Así las cosas, después de haber experimentado estos martirizados territorios dos grandes intifadas, ésta que se perfila puede tener las dimensiones de una catástrofe social y humana de dimensiones incalculables.

Es una movilización que se corresponde con el trámite cercano de las elecciones en Israel, con la expectativa que Netanyahu, acusado de varias conductas judicialmente punibles trate de sacar ventaja de un estado de guerra, sectorializado en la sitiada área de Gaza, que lo proyecte de nuevo en el cargo que no quiere dejar.

La autoridad palestina y Hamas han hecho acuerdos, producto de los anuncios de imponer a Jerusalem como capital del estado de Israel, un sueño que la dirección judía, histórica y nueva, acaricia desde la propia fundación, después de la II Guerra Mundial, a raíz de lo que se decidiera por la ONU.

El Medio Oriente a punto del incendio

Esta campaña de recuperación simbólica del territorio palestino, que se viene perdiendo progresivamente, a través de lo colonos israelíes, quienes vienen ocupando a la fuerza, o comprando territorios en la zona litigiosa, parece llegar al punto de no retorno.

Esta situación se puede encadenar de modo probable con la inmensa carnicería en la vecina Siria, donde la Rusia de Putin apoya al gobernante Bashar al Asad, porque ahora Rusia se encuentra sujeta a retaliación por 14 naciones europeas, más EUA y Canadá.

El castigo ocurre a raíz del atentado perpetrado contra un doble espía ruso, y su hija, quienes están residenciados en Londres. Fueron envenenados empleando productos elaborados en el tiempo de la guerra fría, cuando Putin era funcionario máximo de la KGB.

Las acciones sancionatorias ordenadas por Teresa May, la primer ministro, ya son respondidas con las dos primeras expulsiones de diplomáticos españoles, efectuadas por el gobierno ruso, más las que anunció realizará contra el cuerpo diplomático británico de aquí al mes de mayo, si no abandonan "voluntariamente" el territorio ruso.

No sería extraño que la situación empeorara en Jerusalem, y el principal socio de Israel, los Estados Unidos intervenga, como ya lo hace de modo regular a través de la mayor ayuda económico militar que le otorga regularmente, en el área de Gaza, atizando el incendio.

Con el riesgo de que Rusia no sólo obre en el Consejo de Seguridad con el veto, sino que disponga de parte de su flota para colocarla en la vecindad de Gaza. Lo cual no ocurrió hasta la fecha, en una situación que parece recordar a la crisis del Canal de Suez, con todas sus obvias diferencias, en los años 50 del siglo pasado, durante la primera ola de los nacionalismos árabes.

sábado, 24 de marzo de 2018

En el Posconflicto, para la Elección Presidencial:
¿Decencia y anticorrupción juntas?

miguel angel herrera zgaib



Los ratones hacen fiesta cuando el gato está de vacaciones, dicen. Pues, no. Esta vez el progresismo que tiene efluvios de izquierda con Gustavo Petro insiste ante propios y extraños, Carlos Caicedo, de un lado, y Fajardo y De la Calle del otro, para que se junten en una coalición que permita ganar en la segunda vuelta.

La llamada gran encuesta, aunque no supera las 1500, le cargó la mano a dos regiones, donde el dominio de Duque/Uribe es obstensible, y coloca en el primer lugar a Iván Duque; y, así, al cruzar los posibles finalistas en todos los casos, incluido el adversario real, Gustavo Petro, da como exitoso a la joven revelación, Iván Duque.

En esta encuesta, por supuesto, permanece segundo en la percepción ciudadana Gustavo Petro, quien se ha mantenido entre el primero y el segundo lugar ahora, y por más de un mes. Entonces es más que obvio, atendiendo a estas mediciones, que es él el contendor con más posibilidades a la vista de agriar la fiesta del bloque dominante, que tiene el poder pese a sus actuales divergencias, y no quiere soltarlo por nada del mundo.

Sin embargo, y esta es la parte trágica, las figuras del centro ni siquiera atienden a los consejos de otro gran elector, Antanas, quien se les arrollidó a Fajardo y De la Calle para que pacten una fórmula de unión, y puedan superar el colador definitivo de la primera vuelta; y cantar luego victoria efectiva contra la corrupción, la manguala y la continuación de la guerra que practican y pregonan sus rivales.

Mucho menos lo harán ambos, ahora, anunciándose en favor de Petro, a quien la derecha de Vargas Lleras califica como el exponente de la izquierda radical, y del Castrochavismo como catástrofe a la vista, en su campaña de descrédito a rajatabla turnándose en ese quehacer con su compañero de fórmula entre bambalinas, Iván Duque, hijo de un gobernador nombrado por Julio César Turbay Ayala, durante la vigencia del estatuto de seguridad que hizo de la tortura a opositores de izquierda una "costumbre aceptable".

Lo ya descrito es razón de peso para que Carlos Caicedo regrese, por la puerta grande, y no arrinconado por la indiferencia de Petro. Para impulsar la convergencia de los tres candidatos, Petro más la pareja ya nombrada, no pensando en la "imposible" primera vuelta, sino, concluida ésta, en la coalición del bloque de la paz contra el de la guerra, los del sí, y su revancha, frente a los del no, coaligados, la derecha y la reacción, para derrotar al partido de la muerte en la segunda vuelta.

Un colofón académico y político

Estamos atentos a lo que nos dirá la nueva encuesta, que se divulgará mañana, para ver qué novedades hay, y qué tanto puede constrastarse con lo reportado por Yanhaas, mientras creamos el Instituto Interuniversitario de Estadísticas y Análisis Político y Electoral que hace 14 años propusimos, y que es urgente establecer, teniendo a la U. Nacional como primera interlocutora y gestora.

miércoles, 21 de marzo de 2018

La elección del siglo XXI : Tendencias y novedades

miguel angel herrera zgaib
Director grupo Presidencialismo y participación, Unal, Unijus/Colciencias
Catedrático, maestría Estudios Políticos, U. Javeriana, Bogotá.
maherreraz@unal.edu.co, gramscicatedra@gmail.com


Yanhaas, que no había dejado oir su voz, empieza la "procesión" de las encuestas. La suya abarcó 1250 almas votantes, en 60 municipios de 5 regiones, Antioquia-Eje cafetero, Caribe, Bogotá, Centro- Oriente y Pacífico.

Aclara Sandra Pastran y la firma que no fueron incluidos los antiguos territorios nacionales, hoy, departamentos de Amazonas, Arauca, Guainía, Guaviare, San Andrés y Providencia, Vaupés y Vichada.
El margen de error para una confianza de 95% es de 2.8, par proporciones mayores al 24%. La encuesta se realizó entre el 16 y 20 de marzo,a cargo de 68 encuestadores. Y las preguntas hechas fueron:

Si las elecciones fueran mañana, y los candidatos los siguientes:
¿por cuál de ellos votaría?
¿cuál cree que va a ganar las elecciones?
¿por cuál de ellos no votaría?

Resultados y novedades

La encuesta deja claro que el ascenso de Iván Duque continua, y en no poco tuvo que ver con el éxito que obtuvo en la consulta, donde se aproximó a los 4 millones, y al éxito electoral de la lista del CD.

En lo que respecta a Gustavo Petro, siguió su ascenso con respecto a encuestas distintas a Yanhaas, pero con mucho menos incremento. Más aún, no se mide con relevancia el influjo derivado de ganar la consulta, y de haber escogido fórmula vicepresidencial, Angela María Robledo, que fue anunciada el pasado viernes 16 de marzo. A no ser que éste sea mantener y mejorar en un punto su porcentaje de intención de voto.

En el grupo de los demás contendientes es evidente el desplome del candidato liberal, De la Calle, que va ya en el 2 por ciento, lo cual correspondió bien a la derrota del liberalismo, que se expresó en una rebeldía a su interior, que encabezan Cristo, Serpa y Ernesto Samper, entre bambalinas.

En cuanto a Sergio, se mantiene la cota de 9%, y algo similar pasa con Vargas Lleras, 6%. No lo dicen las firmas encuestadoras, pero es importante recordarlo, que las tendencias que miden, en lo fundamental corresponden a votantes de áreas urbanas, y con una notable proporción de votantes "independientes".

La proporción entre afiliados a partido, y los que no, puede estar en un 50%, lo cual permite complejizar un poco más, la medida de la muestra, y convendría que los próximos encuestadores lo hicieran para las que están en trance de hacerse.

Esto evitaría errores en la medida de las percepciones, es decir, lo que cree el votante cuando manifiesta su intención al que lo encuesta.

Las tendencias y sorpresas

"Es difícil estar allí donde no se nos quiere". Carlos Caicedo.

"No hay impedimento para hacer una coalición entre De la Calle y Fajardo". Luis E. Gómez, ex viceministro del interior

Al atenernos a los primeros guarismos divulgados, a la vista de todos está que los dos posibles candidatos que irán al ballotage son Iván Duque y Gustavo Petro.

Es probable señalar que los resultados que obtendrán en la primera vuelta, de mantenerse la tendencia, en el caso de Iván Duque estará por los 5 millones de voto, mientras que la de Gustavo fluctuaría entre 3,5 y 4 millones.

En virtud de lo siguiente: las sorpresas partidistas del CD, ya quedaron medidas de manera casi suficiente con la elección de congreso, y quedó claro que Uribe y sus muchachos van disminuyendo.

El propio Uribe vió caer el número de sus votantes, y en Bogotá perdió con el fenómeno Antanas, quien logró elegir a 5 senadores.

En el caso de Petro, quien no tiene un partido, como sí el CD, ni tampoco tuvo bancada congresional, sino tan solo, eligió la vez pasada al concejal Hollman Morris, lo que ahora ocurra en materia de crecimiento tendrá que ver con el apoyo que reciba de las disidencias de Polo y Verdes, marcadas por la separación de Angela María Robledo, quien es su apuesta vicepresidencial.

Nota aparte merece la acusación hecha por Carlos Caicedo a Gustavo ¨Petro, a quien califica de caudillesco y autoritario, por sus maniobras y decisiones de la semana pasada. No conocemos los detalles de lo que pasó, por boca de Gustavo Petro, pero la conducta es elocuente.

En el campo del autodenominado centro, esto es, Fajardo y De la Calle, salió a bailar el joven Luis Ernesto Gómez, quien señala que la Ley 1475 de 2011, le permite al liberalismo realizar una consulta partidista interna, antes del 27 de abril, para lograr una unificación entre los eventuales perdedores en las mediciones, puesto que solo suman 11 por ciento.

En el caso de Vargas Lleras, el candidato del coscorrón, está ansioso de persuadir a conservadores partidistas y a seguidores de la U, que también les fue mal en elecciones, pero que sumados sus adherentes superan los 2 millones. Si los dos le dijeran sí, podría remontar el 6 por ciento de la encuesta de Yanhaas, y disputarle el lugar a Gustavo Petro, para pasar con Duque a elegir el presidente.

Lo imposible, por lo pronto

La gran novedad sería que la derecha, Vargas/Santos y la reacción Duque/Uribe se unieran para evitar mayores sustos, frente al coco de la izquierda, Petro, quien se autodenomina progresista humanista, desde que se separó del PDA, y al que Vargas estigmatiza bautizándolo de "izquierda radical".

Para que esto sucediera, Duque tendría que aceptar ser vicepresidente, lo cual parece menos que imposible. La terronera que sienten con Vargas no parece llegar a tanto, por lo pronto. El lobo Petro no parece que se pueda engullir a la abuelita y a caperucita juntas.

Tampoco es oficio fácil pronosticar que Fajardo acepte ser el vice de De la Calle, y menos, que éste acepte volver a ser vicepresidente, porque, aunque las cosas no se repiten, según Hegel/Marx, sino como farsa, Heriberto de la calle quedó curado con el chasco que pasó con Ernesto, que tiene rebotados a sus muchachos cobrando a Gaviria el precio de la derrota del 11 de marzo.

Un colofón histórico

Por último, de aquí al viernes, cuando tengamos a la vista la otra encuesta podremos afilar y afinar más el análisis.

Pero, sin duda, reitero lo que dije hace un tiempo en esta columna, estás son las elecciones del siglo XXI, o mejor, las del primer medio siglo, como lo fueron las de 1958, para la segunda mitad del siglo XX, cuando se instauró, con descaro y cinismo el bipartidismo exclusivo y excluyente, que resolvió en parte, el mecanismo exftraordinario de la Constituyente.




domingo, 18 de marzo de 2018

UN EXORDIO NECESARIO Y UNA INTERPELACIÓN EN CURSO.
miguel angel herrera zgaib
profesor asociado, ciencia política
director grupo presidencialismo y participación
Proyecto @utonomistas

Una de las cosas interesantes del ejercicio anti democrático que sigue su curso, en relación con el gobierno universitario de la U. Nacional, es la laboriosidad argumentativa de algunos colegas:

Orlando Acosta, exponente de las ciencias duras, incluidas voces de Ciencia Política, Andre Noel Roth y Leopoldo Múnera, exponentes de los saberes sociales críticos que esta vez no presentó aspirante a la selección de candidatos por el CSU, para que uno entre ellos sea el rector para el crítico periodo 2018-2021.

Crítico el periodo de la nueva rectoría, porque es el tiempo del posconflicto con los subalternos insurgentes, con quienes el gobierno neobipartidista viene haciendo las paces a regañadientes. En turno está el Eln, con quien se reanudaron las conversaciones en Quito.

Esta vez la U. Nacional no puede continuar siendo la notaría de los acontecimientos, sino que tiene que reorientar su rumbo, dándole cabida a la Otra Universidad, deliberativa, activa, en una palabra, autónoma; y darle, por qué no, cabida al pensamiento de ruptura, que no se basta con la crítica.

Mientras la Fiscalía toca a dos dirigentes subalternos sociales, de diverso peso e incidencia, Alberto Castilla, de los campesinos del Catatumbo, y Germán Carlosama, con presencia entre los Pastos de Aico. Los sindica de posibles vínculos con el Eln.

Lo cierto es que hay un rosario de conflictos no resueltos con los subalternos sociales, siendo uno el que tiene que ver con la "mala suerte" de la educación pública superior, y de la Universidad Nacional, en particular, que es la joya de la corona.

Su viacrucis se puede rastrear en paralelo con el de la UNAM, con provecho en el libro "Reforma o Inercia en la Universidad Latinoamericana" (2000), del que son autoras Aura María Puyana y Mariana Serrano, una obra finalista en el Concurso internacional Andrés Bello (1998).

Recomiendo para enriquecer esta interlocución el capítulo 2 del libro, Momentos de Reforma en la Universidad Nacional de Colombia, que hace un barrido entre 1964-1968, con la orientación del médico Patiño, por una parte; y entre 1990-1993, bajo la batuta del pedagogo neoliberal y posmoderno, Antanas Mockus, quien ha vuelto a ganar momentáneo protagonismo en el crucial episodio del ciclo electoral de 2018.

Así las cosas, siempre hay una relación entre educación, pedagogía y política, aunque otro liberal, el ex rector Sánchez Torres, en su columna de hoy domingo despotrique del mecanismo para escoger rector, y proponga uno que retroceda hasta el año 1993, hasta la reforma académica que lideró Antanas.

CONCLUSIÓN SOBRE VOTO EN BLANCO
Orlando Acosta

André Noël:

Retomando tus comentarios sobre las bondades y los anunciados efectos del triunfo del voto en blanco, más poderosos que una insurrección popular o una práctica anarquista, cuando destacas que a Marx, Bakunin y similares a Lenin se les pasó por alto utilizar esa omnipotente herramienta, me permitiré hacer unos breves comentarios.


En el análisis de los “comicios” del día de ayer, no puedo pretender posar de politólogo porque podría ser irrespetuoso con los autorizados académicos con que cuenta la UN en este campo. En las predicciones (o mejor, especulaciones) electorales sobre la suerte del voto en blanco en el estamento profesoral en la consulta del día de ayer, me permití fijarle un techo o límite superior de 500 votos en blanco (Qué laxo y optimista que fui!), añadiendo que se necesitaría alrededor de 1000 votos (manteniendo el mismo potencial electoral y el voto efectivo de 2015) para que se cumpliera con la norma constitucional de ser mayoría con relación al total de votos válidos.


Dese luego, en las anteriores especulaciones no utilicé las herramientas estadísticas como modelos de regresión o de encuestas. No acudí, por ejemplo, al análisis del fenómeno del voto en que, a manera de un juego, los electores escogen entre varias categorías, candidatos o partidos; y donde los especialistas de la ciencia política utilizan modelos de teoría de probabilidad donde incluyen una variable aleatoria multimodal. Sin embargo, los datos históricos de las consultas previas orientan en alguna medida. Aunque se trata de un fenómeno político, deja huella cuantificable, es decir, votos de profesores por candidatos con programas y talantes políticos.


En resumen, no utilicé ninguna herramienta estadística para aproximar probabilidades de que un profesor vote por el candidato tal o cual, o en la forma de proporción (porcentaje) de profesores que votaría por el candidato en consideración. Pero como la participación electoral es un fenómeno humano, la certeza sobre el comportamiento de los electores es esquiva. Pero si el fenómeno electoral objeto del análisis ya ha ocurrido, esto puede orientar el entendimiento de lo que pueda pasar en el futuro.

Pero a veces hay fenómenos coyunturales que hacen más compleja la predicción, aunque algunos consideran, que dada la naturaleza del evento coyuntural una tendencia electoral puede ser también facilitada. Desde luego que el acudir a encuestas o al análisis de estrategias electorales también puede ser orientador.


En el terreno descriptivo, los promotores del voto en blanco en el estamento profesoral experimentaron una infernal “quemada”, como se dice en el argot electoral. En 2015 el voto en blanco representó el 5.4% de los votos efectivos, donde la participación de este estamento fue de 68.4%.

En la consulta de ayer 15 marzo de 2018, el votó en blanco representó el 7.6%, con un participación total de 69.95% (casi 70%). Visto en valores absolutos, en 2015 se totalizaron 153 votos en blanco y en 2018 se totalizaron 219. Se debe hacer la salvedad de que en 2015, se presentó como candidato quien en 2018 encabezaba la lista de promotores del voto en blanco.

En tal evento obtuvo 478 votos. Haciendo una especulación mecánica y bárbara, el voto en blanco en respuesta al llamado de los proponentes se podría estimar en este horrible cálculo en solamente 66 (219 – 153). En otra estrambótica especulación, solamente una pequeña fracción de los 470 votantes del evento anterior “le hizo caso” al convocante para votar en blanco.


Pero ese es el dato estadístico frio e incontrovertible. Surge entonces la pregunta: Cuáles fueron los determinantes de ese comportamiento de los electores? Las siguientes razones discutibles, desde luego, surgen de numerosos encuentros incidentales y comunicaciones con profesores y profesoras. También, debo declarar que mi área académica corresponde a las “ciencias duras, acríticas e instrumentales” como han dado en denominarla algunos. Esta circunstancia limita grandemente el entendimiento de la política.


1- Los académicos son intelectuales por definición y como lo dijo algún ideólogo, más o menos: cuando los intelectuales no quieren hacer algo no es porque no lo entiendan sino porque lo entienden. Pero como los intelectuales son humanos, y como los recientes hallazgos de la neurología básica lo sugieren, la superstición, las ideas políticas y morales parecen residir en las mismas regiones del cerebro humano, también no están exentos de ser presa de los instintos y las pasiones políticas.

En uso de la racionalidad del elector, el comportamiento caótico, contradictorio, incoherente y discordante no pasa desapercibido para muchos miembros de la comunidad profesoral: Se inventaron, en el marco de una anacrónica gobernanza de la UN, un mecanismo de consulta no vinculante, lo ensalzaron, lo presentaron como la máxima expresión de democracia, rayaron en el exhibicionismo en su promoción, lo utilizaron, lo festejaron, lo usufructuaron, agotaron todas las palabras para enaltecer su legitimidad, pero el día que no les funcionó en su favor, lo demandaron ante el Consejo de Estado y solicitaron el amparo tutelar de la Corte Constitucional.


Después de cicatrizado el tiro en el pie, con renovados bríos hicieron dos embates para utilizar el mecanismo de la consulta no vinculante, y como no fueron llevados a la rectoría en hombros de la “insurrección popular” demandando “respeto del mandato de la consulta no vinculante”, decidieron que tal mecanismo debe ser impugnado utilizando el voto en blanco.

Qué contrasentido, engendraron la consulta no vinculante, la usaron y se beneficiaron de ella, y ahora resulta que cuando no les funcionó en su beneficio, debe ser derogada a través del voto en blanco, participando en la misma consulta no vinculante con la esperanza de que el voto en blanco iba a ganar por mayoría estrepitosa, transformándola en vinculante por la vía rápida. Ni que el profesorado fuera ciego para no ver tan terrible incoherencia, para utilizar un término respetuoso.


2- La atipicidad de la motivación del voto en blanco no tiene parangón. Mucho más si no se trataba de un plebiscito. Aunque el voto en blanco aparentaba no estar dirigido contra los aspirantes (candidatas y candidatos) sino en contra de las reglas de la consulta, de la ausencia de democracia (consagrada en el Estatuto General de 1999 y mantenida en el Estatuto General de 2005) y de las políticas de financiación de la educación superior, se insistía en que debía tener efectos políticos y hasta jurídicos sobre los aspirantes, de tal manera que quedaran proscritos de cualquier aspiración a la rectoría.

En esa lógica, al catálogo de motivaciones del voto en blanco se le habría podido colgar otras consignas tales como: contra el cambio climático, la contaminación con mercurio, la inseguridad, el microtráfico, la masacre de líderes sociales, la política de Trump, etc. Los electores en una contienda electoral votan en blanco por inconformidad o desacuerdo con los candidatos, como se enuncia en el principio constitucional, no contra políticas desligadas de los candidatos en contienda.

A no ser que con el voto en blanco se pretendiera, por ejemplo, cobrar artificialmente a los aspirantes las prescripciones del Consenso de Washington. La consulta mostró que la gran mayoría de los electores votaron por los candidatos y que (especulando) posiblemente no más de 50 profesores efectivamente votaron contra las políticas desligadas de los candidatos en respuesta al llamado de los promotores del voto en blanco.

3- Intentar descalificar a todos las candidatas y candidatos, casi como indignos y carentes de dimensión intelectual y administrativa para ocupar la rectoría, haciéndolos merecedores un castigo infligido por el voto en blanco, causó en muchos repudio al voto en blanco y a sus signatarios. Como lo afirmé en anterior comentario, la mayoría de los profesores tenían al menos afecto personal por las candidatas y los candidatos, algunas veces hasta independientemente del contenido de sus programas.

Otros tantos examinaron sus programas, respuestas a las preguntas de ASPU-UN, intervenciones en los foros y juzgaron que debían apoyar con su voto a algún aspirante. No faltó el que señaló de irrespetuosa, no académica y politiquera la campaña por el voto en blanco en contra de colegas.

4- La respuesta a la pregunta de André Noël acerca de si el voto en blanco ungiría como jefes, comandantes o negociadores plenipotenciarios a los signatarios del llamado al voto en blanco en caso de ser mayoría, también ocasionó rechazo en algunos profesores quienes no aceptaban que su inconformidad con los candidatos fuera a ser capitalizada por los signatarios de la convocatoria del voto en blanco.

En otras palabras, había profesores dispuestos a votar en blanco y finalmente no lo hicieron para no otorgar poder a unos convocantes surgidos gratuita y “espontáneamente”, que se auto-constituyeron en representantes, voceros y eventuales negociadores de la inconformidad o desacuerdo de los electores con los candidatos y sus programas. Igualmente, como lo manifiesta muy apropiadamente André Noël, en caso de que el voto en blanco fuera minoría, como en efecto sucedió (aún en estudiantes, donde fue de 46% y no superior a 50% de los votos efectivos) significa que la gran mayoría de los profesores están de acuerdo con la manera como se designa el rector, con la antidemocracia en la universidad, la privatización de la educación superior? Creo que hubo miopía política.

Parece que los convocantes del voto en blanco no consultaron mínimamente a algún profesor del Departamento de Ciencia Política o del IEPRI, expertos en materia electoral. Como dice la expresión popular: “en casa de herrero cuchillo de palo”. Lo que se concluye, es que la magnitud del voto en blanco no otorgó jefatura o comandancia a los signatarios de la convocatoria, sino de forma contraria, lo que recibieron fue la fulminante baja de la pretendida comandancia, fueron llamados a calificar servicios. Pero casos se han visto, como el ave Phenix, donde en política, resurgir desde sus propias cenizas no es inusual.

La experiencia vivida por los promotores del voto en blanco, es muy ilustrativa y valiosa. Entre otras cosas, enseña que en política no se pueden dar batallas finales porque se corre el riesgo de salir gravemente calcinado, más aun en estos tiempos donde el uso del asbesto se encuentra limitado por razones de salud pública y ambiental.

Un meme o caricatura que tiene como fondo la Plaza “Che” y que ha estado circulando por varios medios, al parecer parodiando una frase del ex-procurador Ordoñez, expresa que las quemadas de los políticos son actos pedagógicos y que, en otra paródica expresión, el voto en blanco también puede ser hecho trizas, como se dice por ahí.

André Noël, volviendo a tu propuesta de resolver en una rifa la designación de rector, considerando los 5 aspirantes que pasaron la consulta no vinculante, no tengo claro, al menos jurídica o reglamentariamente, aquello que te había mencionado en el anterior comentario: si los miembros del Consejo Superior Universitario estarían dispuesto a renunciar a su discrecionalidad, para operar solamente a manera de inspectores de rifas juegos y espectáculos.

Tengo la impresión de que, en su autonomía, si así lo consigna la UN sus estatutos, ello sería posible. Pero me preocupa, que el filtro previo de méritos que propones, antes de llegar un grupo seleccionado de candidatos que transitaría al CSU, no tenga las debidas salvaguardas legales, reglamentarias y éticas. No se sabe, si en el evento de consulta de ayer la utilización de mesas con ofrecimiento de computadores, fiambres y bebidas energizantes (según denuncias en los medios de comunicación) estaba permitida explícitamente en este evento. O si cualquier cosa que no esté expresamente prohibida se puede hacer.

No se sabe si con la administración o suministro de estas bebidas energizantes, que contienen estimulantes legales, se “estaba buscando que la gente saliera a votar verraca”, como en el caso del pasado plebiscito del Sí y el No. Habría que esperar el desenlace del debido proceso al respecto.

Pero lo que quiero significar con este ejemplo que circula por varios medios masivos, es si el filtro previo ciertamente filtra con base en méritos académicos y académico-administrativos sin consideración de las estrategias electorales y su correspondencia, al menos, con referentes éticos mínimos.

Finalmente, invito al profesorado a que institucionalmente propicien la convocatoria de la comunidad académica toda para discutir, con la mayor información posible, alternativas de gobernanza de la UN que permitan profundizar la democracia teniendo como principio compartido el límite determinado por el mérito.

Orlando Acosta


El 10 de marzo de 2018, 4:41, Orlando Acosta Losada escribió:

Apreciado André-Noël:

Gracias por tu respuesta. Comparto tu afirmación acerca de que las supersticiones existen y son inocuas. Alguien podría decir que Dios es el ser más poderoso, pero no sería capaz de dejarle el cuidado de sus bienes a ese Dios, confía más en el poder de un guardia privado.

Cualquier raterillo podría resultar siendo más poderoso. Pero como lo mencioné hace un tiempo en otro debate, las supersticiones son inherentes a la naturaleza humana, y sabias, justas y respetuosas las constituciones que consagran la libertad religiosa para creer en dioses, diablos y fantasmas.

Sobre tu comentario acerca de que no faltarían las candidatas/los candidatos o electores que soliciten a algún Dios para que les dé una mano, creo eso sería lo menos preocupante.

Lo grave es que ese Dios meta la mano en la bolsa de las balotas y saque aquella balota con el nombre del candidato/candidata más parecido/parecida al ex-procurador que conocemos. El gol irreglamentario de Maradona en el mundial del 86, se lo atribuyó a la mano de Dios, y la FIFA le creyó. La fe al servicio de la corrupción.

Que existiera un solo candidato deseable fue un ejemplo hipotético, como lo especifiqué. En un certamen real, donde no existe un pensamiento único, ni un interés único en los electores, lo deseable es absolutamente relativo. Estoy de acuerdo contigo. Tu propuesta es clara en que existiría un filtro previo de méritos, previo a la lotería o sorteo.

Yo hice la simulación sobre un sorteo sin preselección de méritos. Entiendo de tu actual nota que una forma previa al sorteo sería una preselección por méritos. Quién haría esta preselección?. Es común, por ejemplo en universidades de Estados Unidos, conformar una especie de “bloque de búsqueda” para esta preselección, para rector y decanos, aunque no hay sorteo subsiguiente. Pero también propones que la preselección podría realizarse en una consulta.

Como es obvio, en las consultas podrían primar factores políticos antes que méritos académicos y académico-administrativos, así los aspirantes tengan méritos indiscutibles. Algún elector o un grupo de electores podría sindicar a algún candidato o candidatos como agentes de la privatización, del programa Ser Pilo Paga, etc., con razón o sin razón, lo cual distorsionaría sus eventuales méritos, o también un aspirante podría prometer casa, carro y beca, lo cual ensancharía sus “méritos”. Pero la democracia es así, ese podría ser parte de su precio. Se ha demostrado en repetidas ocasiones que la exclusión podría ser peor. Los profesores son sujetos de derecho.

Sobre la ley de cuotas, ya está claro que no aplica a los nominadores de las instituciones donde se ingresa por mérito a los cargos. Si los candidatos y candidatas ya ingresaron por méritos a la carrera profesoral, no habría problema si todos los candidatos son señoras o señores. Lo que indicaba en mi ejemplo del mensaje anterior, ese si real, es el caso del momento en que los nueve (9) aspirantes tuvieran los méritos mínimos y entraran directamente a un sorteo. Dado que solamente hay dos señoras (profesoras), la probabilidad de que sean favorecidas en un sorteo azaroso es menor que la de los hombres (profesores) que son siete (7).

Entiendo de tu argumentación que con el sorteo, como un evento subsiguiente a la preselección de méritos, la discrecionalidad de los miembros del CSU quedaría totalmente abolida, quedarían simplemente reducidos a la condición de inspectores de rifas, juegos y espectáculos. Precisamente, hace un momento le consultaba a Leopoldo en un correo acerca del mandato legal (Decreto 1210 de 1993) que tienen los miembros del CSU de nombrar rector, si podría ser transferido al “constituyente primario” de la UN en la forma de elección a través de voto directo.

Hay una jurisprudencia de la Corte que parece sugerirlo. Esperemos a ver que nos dice Leopoldo. En el campo normativo, me parece que es en la Secretaría de Gobierno en donde está adscrita la Dirección de rifas, juegos y espectáculos. No niego que esa rifa de la rectoría, aunque implique respetables y meritorios aspirantes, no dejaría de ser un espectáculo novedoso. Obviamente, alguien tendría que inspeccionarla para garantizar su transparencia.

Estoy de acuerdo contigo acerca de las dudas de los efectos jurídicos del voto en blanco. Sobre sus efectos políticos no me cabe duda. Los tendría y la administración tendría que afrontarlos. Pero como tú, veo exagerado que el voto en blanco pueda poner de rodillas al CSU para concertar sobre materias como la presupuestal, de la democracia, la estatutaria, etc.

Si cuando en algunas de las consultas anteriores ganaron aspirantes de carne y hueso, y no fueron nombrados por el CSU, las manifestaciones insurreccionales no se dieron, me arriesgaría a decir, puede que esté equivocado, que el voto en blanco impersonal podría tener menos impacto práctico reformatorio que aquel voto encarnado en candidatos formales, aunque su efecto político no se podría desconocer, desde luego.

Recogiendo especulaciones estadísticas (posiblemente más catastróficas que aquellas de las empresas encuestadoras del plebiscito del SI y el NO), solamente en el estamento profesoral, en el evento inmediatamente anterior (2015), votó el 68.4% de los profesores (Potencial total: 2.795; participantes efectivos: 1.912). Uno de los promotores del voto en blanco obtuvo: 478 votos, mientras que el actual rector obtuvo 599 votos, los restantes participantes obtuvieron 384, 145 y 114 votos.

Especulando que el convocante del voto en blanco tuviera aún un electorado cautivo, el voto en blanco podría tener un techo de 500 votos. Si el caudal acumulado de votantes por otros candidatos se mantuviera constante, se tendría que 1.912 – 478 = 1.434 votos. Con base en estas cuentas alegres de los que no acompañan el voto en blanco, éste no tendría la mayoría. Se necesitarían alrededor de unos 1.000 votos. Pero como ahora no hay 7 candidatos sino 9, el caudal de votantes efectivos se podría incrementar un tanto. Los candidatos, mal o bien, tienen sus amigos, simpatizantes, followers, etc.

Hace un momento he visto un mensaje indicando que la maquinaria de la administración apoya 4 candidatos, en otros momentos se dice que dos (2) (plan A y plan B), también se rumora que existe la versión UN de aquella expresión “por el que diga Uribe”: por el o la que diga el ex-rector tal o cual, y así sucesivamente. Esto parece sugerir que el caudal de votantes podría subir. En el caso de los estudiantes, respeto su autonomía como estamento y no hago ningún comentario.

Si al potencial voto en blanco le sumamos toda la abstención anterior de profesores: 883 (2.795 – 1.912), tendríamos 1.261 votos. Ni que hubiera “mermelada” para reclutar a todos los abstencionistas de la vez pasada.

De todas maneras, en el Parágrafo del Artículo 258 de la Carta, habría que revisar el significado de la expresión (“cuando del total de votos válidos, los votos en blanco constituyan la mayoría” (Acto Legislativo de 2009) y de la expresión “mayoría absoluta en relación con los votos válidos” (Acto Legislativo de 2003). Aunque parece ser lo mismo de acuerdo con las definiciones formales.

André-Noël, cuando te preguntas que si el voto en blanco le concede jefatura o comandancia a la decena o veintena que lo convocan, hasta yo podría lanzar mañana mismo una convocatoria por el voto en blanco con mi firma autenticada en notaría y en apoyo al senado académico, y una vez se complete el escrutinio me declaro negociador plenipotenciario a nombre de quienes votaron en blanco, o inclusive de toda la comunidad si el voto en blanco fue mayoría.

No sé si lo que tratas de insinuar, cuando mencionas a Bakunin, es que el voto en blanco en sus manos lo hubiera hecho por lo menos 100 veces más anarquista de lo que fue. Los efectos milagrosos que se le otorgan al voto en blanco, como lo sugieres, indudablemente hacen parte de la superstición que anotabas al principio de tu nota. Su omnipotencia reforma estatutos, instaura la democracia, genera autonomía, salda déficits presupuestales, “and so on”.

Nuevamente, convoco a un debate ordenado, informado y muy participativo, en que la comunidad académica pueda sacar conclusiones, ojalá consensuadas, y respetuosas de la diversidad de opiniones, para que se les de trámite a través de los conductos institucionales, con el fin de conseguir al menos una significativa modificación del modelo de gobernanza, en donde los profesores, con su carácter de académicos. Podamos tener una incidencia real y efectiva en la toma de decisiones académicas. Una gobernanza compartida con la administración en la que se pueda ejercer plenamente una corresponsabilidad en el ejercicio de la autonomía universitaria.

Saludos,

Orlando


El 9 de marzo de 2018, 19:12, Andre Noel Roth Deubel escribió:
Gracias Orlando por tu comentario a nuestra propuesta.

A tu preocupación por el riesgo de ver desarrollarse prácticas supersticiosas con el sorteo, me permito responder que 1) éstas, si existen, no afectarían el resultado y 2) que de todos modos éstas ya existen en el modelo actual: estoy seguro de que no faltan candidato/as o electores que solicitan a algún Dios para que le de una mano.

A tus dudas acerca de la transparencia del sorteo, como le señalas cualquier procedimiento electoral es susceptible de fraude. Y así ocurre también con el sorteo. Lo que aquí está en juego no es la técnica, siempre falible, sino el principio político que está detrás: aceptar que el Otro también puede haber los méritos para ejercer un cargo.

Tu argumento indicando de que en el caso de que si solo existiera un candidato deseable (¿deseable por y para quién?), sería “como jugar a la ruleta rusa” es equivocado. Primero, se hace una selección de candidaturas en base a un acuerdo sobre los méritos formales indispensables (experiencias profesionales, títulos, etc.).

En este sentido todos lo/as candidato/as tendrían las competencias meritocráticas mínimas para ejercer el cargo (además, como sabes, el rector no es todopoderoso: las principales decisiones les corresponden a los Consejos). Los otros miembros de los consejos y vicerrectores, etc. podrían también ser escogidos por una mezcla de elección meritocrática y sorteo: eso permitiría disponer de una diversidad de perfiles en la dirección administrativa de la institución, en vez de una escogencia a dedo como ahora en muchos casos. Eso permitiría también salir del síndrome del Frente Nacional y del sistema antidemocrático, cuasi totalitario, del Spoil system anglosajón que se aplica frecuentemente en Colombia.

Y, si se combina el sorteo con la elección no serían nueve candidato/as, sino cinco (en el formato actual). Pero se podría también acordar que el sorteo se dé únicamente entre los tres primeros en la consulta, lo que aumentaría mecánicamente el valor del voto popular. En cuanto a la ley de cuotas, no le veo ningún inconveniente en la medida en que exista una preselección en base al mérito formal (tal como ahora, pero se podría revisar los méritos a demostrar) antes de llegar a las secuencias de la consulta popular y del sorteo.

En cuanto a la claridad de lo/as candidato/as en sus propuestas, estas podrían ser mejor expresadas, con menos “prudencia” que ahora, ya que el objetivo sería de quedar en los 3 o 5 más votados por el censo electoral, sin preocuparse por la motivación del voto de los miembros de un Consejo Superior Universitario.

En el sistema actual hay dos elecciones: una popular (¿qué decir para ganar los favores electorales de la comunidad y no ser eliminado?) y otra, que implica definir ¿qué prometer (en secreto o abiertamente) a los miembros del CSU? Siendo el CSU un comité con pocos miembros, los riesgos de corrupción son mayores.

En cuanto al voto en blanco, entiendo que (según la distinción propuesta por Leopoldo), primero, en la actualidad, no tiene ninguna validez jurídica y, segundo, que la decisión de darle validez política que se podría derivar de su éxito es absolutamente discrecional del CSU. Es decir, se ratifica la delegación total de poder a un órgano que es considera a su vez como ilegítimo por sus promotores.

En cambio, el sorteo le quita todo poder de decisión al CSU. Además, me parece ingenuo pensar que un triunfo del voto en blanco abriría ipso facto un debate sobre la gobernanza en la universidad. ¡Según un colega en este grupo de correos, parecería que casi enseguida el gobierno aceptaría concertar el asunto presupuestal, permitiría acordar con el CSU los cambios estatutarios, y abriría el camino a una nueva política universitaria, etc.!

Ante las bondades y efectos del triunfo de un voto en blanco, aun me sorprende que, a Marx, Bakunin y otros lenines no se les había ocurrido esta estrategia con sus efectos tan eficientes, generosos y amplios, cuasi revolucionarias o milagrosos. ¿En este caso, quienes serían los negociadores? ¿Los primeros o todos los firmantes del llamado? ¿Votar en blanco significa votar por representantes? ¿Cuáles del listado? ¿Y si el voto en blanco es minoritario, querrá decir que las mayorías aceptan el sistema actual de consulta y de gobernanza? En este sentido el sistema actual se vería legitimado.

Sin embargo, considero que el voto en blanco representará de todos modos una medición de la insatisfacción para con el modelo de designación del rector y de la gobernanza actuales de la Universidad. En este sentido, invito también a sus partidarios reflexionar sobre el sorteo como un elemento a tener en cuenta en eventuales proyectos de reforma de la gobernanza universitaria. Así mismo, el voto en blanco podría también ser introducido como una opción en el sorteo.

Su significación sería entonces de iniciar un proceso de transformación del modo de designación de las directivas universitarias o de la gobernanza de la institución. Obviamente, ni los objetivos declarados del voto en blanco, ni el sorteo se implementarán sin un proceso de movilización de las comunidades interesadas. Rara vez se ha visto autoridades estar dispuestas a autolimitar su poder por un simple voto, sin fuerte presión exterior.

La aceptación del sorteo implica un cambio de paradigma en la gobernanza, en la concepción del mérito y en el sentido del ejercicio del poder. Facilitaría también el respeto en las relaciones interpersonales.

El elegido por la fortuna, no podrá autoengañarse creyéndose un genio porque fue escogido supuestamente por sus méritos. Implica la aceptación que el Otro puede gobernar, que no se lo considera, simplemente porque no es afín a nuestra perspectiva, como inepto. Es decir, es una medida que favorece la empatía, la tolerancia y la paz.

Andre-Noel Roth
Depto de Ciencia Política