miércoles, 17 de febrero de 2016

UN PASO AL COSTADO DEL GENERAL PALOMINO.

LA NECESARIA REFORMA DE LA POLICÍA DE 
COLOMBIA.

MIGUEL ANGEL HERRERA ZGAIB
Grupo de investigación Presidencialismo y participación, Unal.

"Que no celebren las mafias la salida del general Palomino... Recibo con tristeza su renuncia." Mindefensa Luis Carlos Villegas.

Con la estocada del Procurador general, ayer al abrir investigación disciplinaria contra la cabeza del director general de la policía de Colombia, el general Rodolfo Palomino, ascendido a esa condición en el tiempo en que el hoy presidente Santos era ministro de defensa, se despidió de forma conmovedora a la vez que cínica de una institución en la que estuvo más de 30 años.

La periodista Vicky Dávila, quien desde octubre del año pasado, ahondó en investigaciones que habían continuado con los trabajos de Daniel Coronell, y con la insistencia del abogado Vergara, al frente de la causa del supuesto "suicidio" de la alférez Zapata, fallecida al interior de la Escuela General Santander, llega a cosechar el resultado necesario, de arañar en la verdad de la corrupción al interior de la Policía.

La debacle moral y ética del país político
Este grotesco e inaceptable episodio que condujo al derrumbe del último vestigio de moral pública de los gobernantes de Colombia, primero condujo ayer a la renuncia del viceministro del interior, el exsenador Ferro, punto de escandaloso contacto, por probarse, de la "comunidad del anillo".

Esta conectaba a los congresistas y a los altos mandos de la Policía en ejercicios de descarado proxenetismo con los efebos de la Escuela, que no resistían a los requiebros amorosos del congresistas y policías.

Todavía, se infiere, que hay más gente de relevancia arriba de esta debacle. Es una suerte de saga criminal, apenas equiparable a la comunidad de los "12 apóstoles", en la que el otro compañero de viaje del régimen para-presidencial, es objeto de investigación sin resultados.

Ahora habrá que aclarar qué pasó con las compras que hizo Palomino en tierras a un coronel destituido, a quien se acusa de ser el que portaba los catálogos, de los que congresistas escogían a los adonis policías con quienes desarrollar proxenetismo, a cambio de favores y ascensos. El general Palomino compró para el 2006, más de 3.000 metros en el reservado "Los caballeros de la Noche", en las vecindades de Sopó.

La caída de Palomino, y el silencio del gral Naranjo

"Después de más de tres décadas y media de servicio al país, el general se retira del servicio activo..." Despedida de Mindefensa.

Pero el general Palomino compró terrenos, recordaba Vicky Dávila dos, de más de 1000 m2, en otra urbanización en Fusa, contigua a las instalaciones de la Policía, donde también son copropietarios congresistas y policías de alto rango, y otras figuras. Se dice que por ellas pagó $80.000.000, una bicoca a precios de entonces.

Lo último, en esta cadena de de estirpe criminosa, y abuso de autoridad fue la denuncia que después de 16 años presentó un coronel, quien el año pasado motivó la reunión con dos de tres coroneles, que hacían fila para convertirse en generales de la policía, del círculo de confianza del general Palomino.

Ellos fueron a persuadir a aquel policía de que retirara su denuncia, en la que acusó al general Palomino de acoso sexual, cuando él estaba estudiando en la Escuela de Policía General Santander, donde existía la llamada "Comunidad del anillo", y de la cual también investigara Alejandra Rodríguez, periodista de Séptimo Día.

El coronel acusador no renunció, y el general Palomino desvirtuó tales acusaciones, el presidente Santos ratificó al director de la Policía. Lo mismo hizo el mindefensa Villegas, quien hoy lamenta el retiro aceptado ayer. Anuncia que él y el presidente, hoy mismo, anunciarán su reemplazo, que parece procederá de la cuerda de oficiales que subieron al poder bajo la dirección primero de Naranjo, dizque el mejor policía del mundo, y luego de Palomino.

A reformar la Policía, y separarla de la guerra

Ahora Rodolfo Bautista cae, bien provisto de bienes de fortuna, y acompañado por toda su familia, y el cerrado aplauso de sus compañeros en la degenerada institución policial de Colombia. Veremos que dirá el Presidente Santos cuando anuncie el nuevo nombramiento, y cuando de modo inexplicable, e inaceptable, ayer apenas, diera autorización a la Comisión que iba a estudiar la institución policial, sus reglas, de manera inmediata.

Así las cosas, Santos y Villegas, son también parte del escándalo, por manifiesta negligencia, y tendrán pero no lo harán, pendiente rectificación pública de sus yerros. Casi todos piensan que será el general Jorge Hernando Nieto, quien viene de la Dijin, y se dice que sucederá a su superior, ¿para cuidarle las espaldas a la corrupción policial?, y al régimen para-presidencial que no termina de desmontarse.

¿Y el general Naranjo, qué?. Y el riesgo inmediato sobre la vida del capitán Anyelo Palacios, quien denunció el diálogo con el exsenador Carlos Ferro, que precipitó su renuncia ayer, quién la precave? La policía? No parecería posible. Su familia denuncia amenaza seguimientos. Pero, reconstruidos estos episodios escandalosos y inexcusables, recuerdan que la policía, la antigua politeia de los griegos, tiene que ser separada de las funciones de orden público de modo definitivo, al tiempo que debe democratizarse por dentro, para evitar la manguala entre altos jerarcas castrenses y congresistas, como ya quedado probado en esta guerra entre generales y aspirantes a serlo, que permitió que se colara semejante cadena de corrupción.

Ya lo veremos.