sábado, 19 de diciembre de 2009

¿De Cuál Oposición se trata?

¿DE CUÁL OPOSICIÓN SE TRATA? Miguel Angel Herrera Zgaib
Profesor Asociado
miguel.herrera@transpolitica.org


A la fecha, la coyuntura colombiana la marca una novedad en las dinámicas del bloque en el poder, cuya tendencia política dominante es el uribismo. Pasó al comando del partido de la U., Juan Manuel Santos, exministro de defensa, y principal cancerbero de la política de la seguridad democrática, y Luis Carlos Restrepo irá a encabezar, todo parece indicarlo, las listas del senado para Bogotá. Estos movimientos en la superficie revelan tendencias más profundas, que de algún modo expresan cambios internos y externos en el entramado de relaciones que definen las tensiones entre los campos de la guerra y la democracia.

A hoy, y la jauría de encuestadoras pagas así lo develan, el proceso electoral nacional perfila las candidaturas de los partidarios de la guerra como método para resolver la situación de recesión económica, corrupción política y crisis humanitaria; y quienes se alinderan en el procedimiento democrático para resolver la encrucijada de la guerra social y relanzar el proyecto esbozado bajo la premisa del llamado Estado social de derecho, que puso en la liza del común la premisa a alcanzar de la igualdad social, un presupuesto sin el cual no hay democracia posible.

El partido de la guerra

En presente, el partido de la guerra contempla en serio la sustitución del capitán de sus huestes. Dicho a las claras, ya no es suficiente la figura y la popularidad mediática de Álvaro Uribe Vélez, a lo cual responden las figuras jóvenes de Juan Manuel Santos, en primer lugar, y desde la orilla de la oposición uribista, Germán Vargas Lleras, de Cambio Radical, quien no acepta en público la continuación de la alianza con la para-política para seguir ganando elecciones.

Los dos delfines se disputan ahora los favores de los estamentos policial y militar, en la mira de sustituir a Uribe, ante la eventualidad de un fallo desfavorable de la Corte Constitucional. Y habida consideración de lo dicho por el presidente Obama y su secretaria de Estado, quienes se mostraron desfavorables a continuar las reelecciones, inclusive de sus aliados más proclives.

Ya hay incluso analistas, quienes aventuran, a la luz de los anuncios de la excepcionalidad como instrumento por la vía del Estado de opinión, que el éxito de la operación Jaque, propulsó la aspiración presidencial de Santos. Luego de dos hechos, la denuncia de los crímenes contra civiles, bautizados "falsos positivos", y la entrega del informe final de la Comisión de la verdad sobre los hechos del Palacio de Justicia, donde queda clara la responsabilidad de las FF.AA, en la práctica de torturas, asesinatos y desaparecimientos, el adalid del "honor militar", y efectivo candidato presidencial del partido de la guerra no es otro que Juan Manuel Santos.

Sin embargo, hay un tercero en disputa, incluyendo al propio Uribe, el heredero político de Carlos LLeras Restrepo, y el Nuevo Liberalismo de mano dura, de puño de hierro contra la subversión, Germán Vargas Lleras, cuyas huellas de esa lucha están marcadas en su mano izquierda. Él, recientemente, deslindó campos del partido Liberal comandado por el candidato Rafael Pardo,quien levanta como bandera la estrategia democrática para construir una alianza política capaz de derrotar la fuerza electoral uribista, en la cual incluye a Gustavo Petro, candidato presidencial del PDA, triunfo que logró con una estrecha mayoría sobre el anterior presidente de este partido, Carlos Gaviria, un líder prácticamente desaparecido del quehacer político.

Germán Vargas Lleras rechazó ya esa posibilidad señalando dos puntos de conflicto inconciliable, su defensa de la seguridad democrática y del TLC con Estados Unidos. Dicho en forma concisa, la defensa de la alianza con el hegemón continental, que comanda el partido de la guerra global, y la no negociación política con la subversión interna. De ese modo, claro está, reactiva su alianza con las fuerzas militares, y coquetea con las aspiraciones políticas del general Naranjo, de meteórica carrera en las filas de esta institución, y peón de brega de la segunda presidencia de Uribe Vélez.

A todas estas, el presidente en funciones no renuncia a la tercera reelección, y apetitos y socios no le faltan, siendo el principal de todos, el capital financiero representado por el ingeniero Luis Carlos Sarmiento Angulo, que no oculta sus entusiasmo por el modelo Berlusconi, y cuyas ganancias antes y después de la recesión son astronómicas, construidas sobre el empobrecimiento de la clase media, y las miseria de las multitudes de pobres y miserables de Colombia.

El partido de la guerra hasta hoy resulta rentable en grado sumo para el bloque económico reaccionario que apoya el presidencialismo de excepción, que tiene su máxima tentación en el así llamado Estado de opinión, esto es, la legitimación construida por la vía de la manipulación oligopólica de los media.

El pretexto de Venezuela

Las tres caras del partido de la guerra tiene a Venezuela, al gobierno de la república Bolivariana que preside el comandante Hugo Chávez Frías, como pretexto para acometer una doble acción, el golpe a la subversión interna y las simpatías populares e intelectuales que despierta en algunos vecinos, siendo el más poderoso de todos Venezuela, y el aplastamiento del proyecto de autonomía regional conocido como Alba.

El Alba con Cuba y el proyecto de la revolución bolivariana como socios líderes, rechaza de plano el accionar hegemónico de los Estados Unidos con la doble conducción actual Obama/Clinton, que sin empacho proclama a los cuatro vientos la guerra justa imperial el mismo día que es coronado en Oslo con el premio Nobel de la Paz.

Venezuela, con la conducción de Chávez y el respaldo del PSUV y la alianza de fuerzas de izquierda y democráticas busca en lo externo fortalecer los lazos con Irán, productor autónomo de energía nuclear, con Rusia, bastión de la industria militar, pero no logra consolidar su puesto en Suramérica, donde la entrada al Mercosur está bloqueada por el congreso paraguayo de opositor der presidente Fernando Lugo, entre la espada y la pared, maniatado por la quiebra económica del estado que recibió, urgido de una reforma agraria impostergable, y un control contra las grandes mafias que manejan el tráfico de mercancías legales e ilegales asentadas en sus porosas fronteras.

Después del triunfo el extupamaro Pepe Mujica, quien se distanció del proyecto Alba alinderándose con Lula y un tránsito cauteloso al socialismo, las elecciones de Chile, a punto de resolverse en la segunda vuelta, tienen en la balanza al partido de la guerra continental con el triunfo parcial de un empresario reaccionario que disputa por segunda vez la presidencia a la Concertación, del expresidente Frei, disuelta, en parte, como alianza electoral por el manejo antidemocrático de la elección presidencial y congresional.

La antidemocracia sumada al aplazamiento de las reformas sociales, catapultó al candidato de la renovación democrático radical, Marco Enríquez, hijo del líder del MIR asesinado por la dictadura de Pinochet. El 20 % obtenido es definitivo para equilibrar o desequilibrar las fuerzas del Cono Sur, donde el 6% de la alianza comunista no dará el triunfo a Frei. De otra parte está la consolidación del liderazgo nacional de Evo Morales en Bolivia, aunque sigan cuatro provincias en rebeldía, y con sus riquezas naturales como moneda de cambio para cualquier proceso de avance del socialismo como lo proclama el bloque progresista en el poder del Estado.
El peso estratégico de Colombia

C
olombia, a todas luces, con Uribe como presidente, y sus posibles sucesores, cumple la tarea de zapa en la alianza continental por el logro de la democracia social que es lo que hermana a disímiles proyectos socialistas, y en los cuales el más audaz de los programas, y el que más piso económico tiene, es el que suma socialismo y bolivarianismo, donde el liderazgo personal de Chávez es notorio y la dirección de democrática de las multitudes invisible, aunque los triunfos electorales demuestren lo contrario.

De ahí que hoy más que nunca, la lucha contra el partido de la guerra en Colombia tenga rasgos definitorios. Es fundamental la derrota a la reacción política, expresada en lo económico en el favorecimiento corrupto al capitalismo rentístico bajo la dirección de la fracción financiera, de una parte,; y, de otra, el triunfo sobre la antidemocracia como receta de control sobre la sociedad civil, cuyo expediente de dominio es el alimento parasitario de la guerra.

Sin embargo la oposición democrática para ganar las elecciones del 2010 no está clara en su programa ni en sus alianzas a pocos meses de la definición de los gobernantes. Rafael Pardo, en la dirección del Liberalismo, y Gustavo Petro como candidato del PDA tienen que ser capaces de concitar el interés manifiesto de las multitudes, es decir, de los pobres y miserables de Colombia,.

Ellos constituyen la mayoría de los que se abstienen de votar; y movilizar a las capas inferiores de la clase media, los estratos uno, dos y tres que votan, y que en las grandes ciudades han favorecido los intereses del uribismo, a través de la coyunda clientelar de los pequeños favores, el populismo corporativo de cuenta del erario, el terror y la coacción para-política, y claro, el papel "educador" del oligopolio mediático, radial y televisivo, principalmente.

La alianza contra-hegemónica, contraria a la guerra interna, a la vez, es endeble por el candidato liberal es proclive a la guerra como receta. Ya la practicó cuando César Gaviria era el presidente a las puertas de la asamblea constitucional, bombardeando el campamento de Casa Verde, donde se reunía la Coordinadora Nacional Guerrillera, cuyos principales componentes eran las Farc, Eln, y reductos del Epl.

Más aún, el propio Gustavo Petro no oculta su discurso de favorecimiento de la seguridad, donde la negociación con las fuerzas guerrilleras y los sectores poblacionales que ellas representan está claramente desdibujado, o simplemente borrado de su plataforma electoral. Otro tanto pasa con su relación con los vecinos en conflicto, y en particular, con la Venezuela del comandante Chávez, donde las críticas parecen pesar más que los desarrollos positivos que en materia social vienen ocurriendo en favor de las multitudes separadas del "desfalco" tradicional de la renta petrolera, tal y como se practicó bajo la égida de los dueños del acuerdo de Punto Fijo.

Que Petro no tenga la presidencia del PDA es sintomático de un asunto crucial, aún no resuelto :el peso específico que se le concede a varios asuntos: el cambio del modelo económico neoliberal imperante, en procura efectiva de la democracia social y la regulación de la depradación del capital financiero y los megaproyectos ;la definición de las alianzas internacionales, empezando por la salida de las fuerzas estadounidenses de las bases colombianas,; el desmonte de la alianza parapolítica-uribismo en el campo y en los espacios semi-rurales.

De otra parte, es necesario acabar con la hegemonía de Estados Unidos sobre el rumbo principal de nuestras relaciones con el mundo. Esto es, el apoyo manifiesto del multilateralismo regional y global, que define las reglas de la autonomía y la interdependencia con los dos principales bloques regionales Mercosur, Alba y un giro democrático para la CAN, que mucho tiene que ver con la suerte de las elecciones de Chile. Para desde aquí estructurar una relación con los bloques económicos que lideran la globalización unas relaciones de reciprocidad y compromiso con la defensa efectiva del medio ambiente.

Democracia y autonomía definen la Oposición

Abundan los ejemplos regionales para que la ciudadanía del común enrumbe sus pasos políticos, y defina la mejor ruta electoral en las próximas elecciones. Las organizaciones sociales y partidistas, a todas luces, parecen tener por lo pronto una marcha errática, debida en no poco a los vaivenes, y dependencia de sus dirigencias burocratizadas o proclives a la corrupción económica o política, al servicio de la pequeña política.

En estas circunstancias, la ciudadanía que es atributo pleno de las multitudes hará la diferencia en unas jornadas sin descanso, pero sin agotamiento ideológico e imaginativo. Se trata de concitar, interpelar al sur de Colombia, a quienes están por fuera del poder que los explota, oprime y subordina. Es la hora de la movilización consciente de los grupos y clases subalternas, la única que pueda garantizar un triunfo efectivo del partido de la democracia radical y en contra del partido de la guerra, que no caiga preso del populismo ni de la estadolatría.

Una vez más, el llamado a la memoria histórica de las multitudes que aprendieron en los asesinatos Rafael Uribe, J.E. Gaitán, Carlos Pizarro, Bernardo Jaramillo, Jaime Pardo Leal y Luis Carlos Galán, que el único antídoto contra los magnicidas en la auto-organización democrática, a la autonomía social y política del trabajo, al desmonte consecuente de la relación capitalista, a la conquista de la participación política plena desde el espacio de la familia hasta el gobierno de las grandes instituciones que deciden y orientan lo común.

Esta y no otro es la oposición verdadera, que le apuesta a la acción directa, consciente y consecuente con el mínimo expediente de violencia posible, pero que no renuncia, en ningún caso, a luchar contra la guerra, para liberarnos de una vez por todas de su flagelo. Tod@s están convidados a deliberar y actuar en consecuencia.


miércoles, 11 de noviembre de 2009

Un conflicto de Guerra Fría

Justo cuando se conmemoran 20 años de uno de los días más memorables de la humanidad, La Caída del Muro de Berlín, Colombia y Venezuela se enfrascan en una vergonzosa actitud bélica de Guerra Fría que divide cada vez más a dos países vecinos.


Hace 20 años las 2 republicas alemanas eran una misma nación dividida por caprichos gubernamentales, una nación que ya había pagado con creces su nefasta actitud hacia el mundo en la II Guerra Mundial. Hoy Colombia y Venezuela, son dos países que a pesar de sus diferencias deberían, por simple sentido común, estar integradas especialmente en el plano económico; pero, aquellos caprichos gubernamentales del presente han generado dentro de la población esa sensación de estar divididos por una cortina de hierro que retrógradamente responde a utopías ideológicas como aquel ridículamente llamado “muro de protección antifascista” del Berlín dividido.

En Latinoamérica, el rincón del mundo que a muy pocos interesa, como es costumbre, todo nos llega tarde, y este distanciamiento de la Guerra Fría recae en una parte del mundo grande en su ignorancia y pequeña en su tolerancia. Colombia y Venezuela se acercan a esa dinámica de la “Republica Federal” y la “Republica Democrática”. En Colombia, los hábitos de consumo se interponen sobre el bienestar colectivo y las garantías de una vida digna son establecidas por el poder económico individual. Pese a poseer un gobierno democrático, la influencia de los Estados Unidos en este país en innegable, especialmente en política exterior. La reciente polémica desatada por las bases militares norteamericanas en territorio nacional ha desatado la mayor consecuencia de la Guerra Fría, La Paranoia.

En Venezuela, la tierra del “socialismo del siglo XXI”, donde el Estado se apodera de todo para tratar de garantizar “lo necesario”, se ha desatado por parte del gobierno un estado de alerta a raíz de las bases estadounidenses.

Colombia no ha sido ajena a este nivel de alerta, ya que día tras día los medios de comunicación (en especial la "Radio Casa de Nariño") presentan de manera amarillista la forma como Venezuela establece constitucionalmente dentro de su territorio terrenos que hoy pertenecen a Colombia. En Venezuela, los medios, controlados de manera directa por el Estado alertan con similar actitud amarillista de la presencia norteamericana en Colombia como el punto de partida hacia una invasión. Es como recordar aquella manipulación usada por la Alemania nazi en la que previo a la II Guerra Mundial se informaba de “provocaciones de Polonia” en la zona de frontera.

Mientras esto ocurre, la sociedad civil queda en medio de los mandatos paranoicos de sus gobernantes y sus medios de comunicación, en nuestra “Republica Federal”, Colombia, la calidad de vida se limita al consumo mientras el bienestar social ha quedado reducido a las migajas de la empresa privada y al turismo. Del otro lado en la “Republica Democrática”, Venezuela, el Estado busca copar todos los aspectos de la vida, incluso la privada. Los índices elevados de inflación han forjado en Venezuela un costo de vida sin precedentes, y la inseguridad, en materia de protección de la propiedad privada, se incrementa del mismo modo.



A pesar de poseer regímenes autoritarios de similar arrogancia, Colombia y Venezuela viven con una población dividida como en aquella Alemania de buena parte del siglo XX. Las desigualdades sociales nos hacen pensar en la necesidad de la igualdad, mientras en Venezuela, la extrema intervención estatal hace pensar y clamar la libertad. A pesar de la mutua persecución entre Colombia y Venezuela se empieza a creer en un utópico equilibrio entre Libertad e Igualdad.

Nuestra joven y traumática historia nos coloca en una débil posición de defensa. Tanto Colombia como Venezuela carecen de un mito fundacional y una rica historia que justifique un orgullo el cual defender. La gran mentira que se desprende de todo esto es el orgullo coyuntural ejercido por dos gobernantes egocéntricos, tan parecidos y a la vez tan distantes, Álvaro Uribe y Hugo Chávez. El primero, elegido y reelegido para acabar con el mal del terrorismo, aun no lo consigue. Por el otro lado, Hugo Chávez, elegido para acabar con la política tradicional en Venezuela, derrocado, restituido y reelegido; a pesar de reducir el accionar de la política tradicional se ha convertido en un gobernante arrogante y totalitario.

A pesar de poseer modelos económicos diferentes, tanto en Colombia como en Venezuela la independencia de los poderes se desvanece, la intervención en los medios de comunicación es constante (ya sea mediante la persuasión al sector privado o mediante el apoderamiento de los mismos) gracias a su amplia visibilidad y “carisma”. Mientras Uribe resuelve su “encrucijada en el alma” para aspirar a un tercer periodo, Chávez busca la forma de también manipular la constitución para permanecer en el poder hasta que su resistencia física se lo permita, al estilo Fidel Castro.

A 20 años de que en Europa el sentido común se impusiera sobre el totalitarismo y las injusticias del socialismo, en Latinoamérica las divisiones sociales, marcadas por las injusticias del capitalismo, emergen en medio de dos gobiernos que promueven un amplio gasto militar, un constante irrespeto institucional y constitucional, y un constante llamado a la intolerancia. Mientras persista ese afán por permanecer en el poder, también nos llegara tarde esa crisis institucional que trae la monotonía en la democracia. Colombia se acerca a un tercer mandato con cara de renuncia, al estilo Fujimori en el Perú del 2000; y Venezuela se asemeja cada día mas a esa Rumania de Ceauşescu marcada por un amplio culto a la personalidad y unas duras condiciones de vida que forjaron el único derrocamiento violento de un régimen socialista que termino con la muerte de su líder en 1989.


El panorama es sombrío. Los gobiernos de Colombia y Venezuela viven bajo sospecha, las bases estadounidenses llegaran al país bajo la controversia. Chávez argumentara el constante llamado a la guerra bajo la amenaza de invasión. (Sin el ánimo de justificar la presencia de las bases, los Estados Unidos mantienen presencia militar en una gran cantidad de países sin que esta se considere una amenaza a sus vecinos incluyendo su Comando Europeo en Alemania, ademas en Europa varias de las tensiones a raíz de esta presencia se han resuelto por los medios diplomaticos.)

Al no trascender de lo ideológico, el imaginario colectivo seguirá guiado por aquellos gobernantes como Uribe y Chávez que aun hablan de los fantasmas del comunismo y las amenazas del imperio, respectivamente. Y gracias a su discurso y manejo mediático han contribuido a la satanización de la oposición sumergiéndonos en una débil democracia de caudillismos y sin partidos políticos. Viviremos entonces con esa sensación de que allá, en Venezuela, algo anda mal y del mismo modo allí se vivirá con la idea de que aquí algo malo también sucede, pero con el deseo mutuo de la ciudadanía de que aquellas diferencias se puedan superar para dar paso a una vecindad en donde prime el sentido común y se abra paso la Libertad.

Jonathan Gamboa Melo

Politólogo - Universidad Nacional de Colombia

domingo, 8 de noviembre de 2009

La destorcida de la Reelección. Una despedida presidencial

En aplicación del derecho de réplica, Rafael Pardo, candidato presidencial del Liberalismo, le pasó en público cuenta de cobro al presidente Álvaro Uribe por su programa Agro Ingreso Seguro, AIS, que repartió a manos llenas subsidios e incentivos a los ricos. Ellos apoyan su gestión, cómo no, hasta el día de hoy, y son quienes, con todo y escándalo, a no dudarlo lo apoyarán, o a su exministro Arias, mientras tanto, uno de los comodines conservadores de la segunda reelección.

La enumeración de razones con que Pardo borró lo dicho por Arias en un Consejo Comunitario, en los que el presidente desenchipa regularmente la estrategia política de legitimación de su gobierno, el exministro Pardo recordó la anterior fidelidad a Uribe, cómo votó por él para presidente, y por qué respaldó la primera reelección.

Ahora, en cambio, lo que él trata es no reelegirlo más, y mucho menos al peculado continuado de Agro Ingreso Seguro. A pesar de los descargos destemplados de los dos ministros de Agricultura, Arias y Fernández, las fichas tristes que se derrumban en este dominó del engaño. La situación es tan grave que hasta las encuentas lo registran: la caída del presidente en su "popularidad" y de contera la del referendo reeleccionista.

Un furibista arrepentido

El furibismo de Pardo Rueda se agotó, y regresó a las toldas liberales conducidas por su exjefe político, César Gaviria Trujillo. Pero, en lo que, sin embargo, Uribe y Pardo mantienen una identificación es en su respaldo a la guerra integral contra el "narcoterrorismo", y en su defensa del orden marcial para el campo colombiano. Aunque Pardo haya dicho que la cuestión agraria, v.g., la concentración de la tierra, el más colonial de los privilegios, es el peor de los males, y tiene que ser atacad con firmeza. Pero eso no ocurrió en los dos periodos seguidos del mentado gobernante, y tampoco cuando el presidente era César Gaviria, el promotor cerril de la apertura económica.

En la enumeración de favorecidos por AIS, el vocero del Liberalismo en campaña guardó silencio sobre uno de los más escandalosos subsidios, para una de las empresas del potentado del grupo Aval, también benefactor de la Universidad Nacional. Esta institución hoy por hoy, se haya al borde de la quiebra presupuestal.

Una de las empresas de Luis Carlos Sarmiento Angulo dedicada a la agroindustria recibió, lo señaló el senador Cristo, la bicoca de $ 6.000 millones. Y no parece que él sea un ejemplo de la burguesía nacional a proteger, como siempre la han buscado los entusiastas seguidores del Moir, hoy entusiastas asociados del PDA, con el senador Robledo a la cabeza.

El contrafuerte del bloque en el poder

No hay duda, a todas éstas, el bloque en el poder del régimen de excepción lo comandan, el capital financiero (trans) nacional y los grandes terratenientes, la alianza regional nuclear entre antioqueños y costeños. Su sartal de abusos y anormalidades anti-democráticas que son legión para vergüenza de Colombia, tiene que acabar en el 2010. Es necesario que a 200 años de independencia política, se le ponga un tate quieto a la dependencia abyecta del capital. Y esta es una tarea que le toca cumplir al ciudadano raso que no come más cuento de las bondades del autoritarismo y los beneficios que recibirá porque la riqueza se concentra más y más.

Así las cosas, antes de la intervención de Pardo en Putumayo, en las calles de Bogotá, un puñado de jóvenes se enfrentaban con el escuadrón del Esmad para protestar contra Uribe, vistiendo camisetas como la que lució el líder de Calle 13. Contrarios a la desfinanciación de la educación pública superior, y a la impunidad que invade los estrados judiciales, comoquiera que después de 5 años de la Ley de Justicia y Paz no hay un solo sentenciado en Colombia, la juventud se toma la calle con osadía y riesgo de sus vidas.

Dos indicios finales de un derrumbe

Los actos de violencia de jóvenes airados en el centro de la capital, y las réplicas no son garantía que los reclamos serán finalmente escuchados. Tampoco que se torcerá el rumbo a la exclusión social y a la miseria colombiana. Pero sí son una advertencia del estado del alma colectiva, de la cual hacen parte, a su modo, las réplicas de hecho y de derecho que el régimen de excepción y su adalid vienen "cosechando" de los de abajo y de sectores medios cansados de su "apostolado" redentor del capital .

La democracia tiene una cita que cumplir, y un objetivo que llevar a feliz término. La oposición en todas sus manifestaciones así ha de entenderlo, ahora que la situación es más que propicia para el derrumbe. La urgencia de la tarea es inocultable, y la labor a cumplir con reflexión, desobediencia consecuente y firmeza harán la diferencia. Y nos permitirá cambiarle el rumbo a una economía en ascuas que comienza a experimentar la destorcida con las secuelas de una probable, severa hecatombe social.






lunes, 12 de octubre de 2009

¡NO PROFE!

Una testig@ presencial

Sí, las "balas de goma" empezaron segundos después de los gases!

Un compa grito corran!? Nosotros nos quedamos, pero, ¿por qué o qué?, ¡no hubo espacio!

Hasta que oímos los traquetazos.


Los gases nos los mandaron de frente como siempre! Varia gente resultó quemada. ¡A nosotros nos cayó uno muy cerca!

No sé nada del estudiante de la Javeriana. Estuve hablando al respecto con unos compas de la Cruz Negra Anarquista, y me comentaron que uno de ellos terminó con la cabeza escalabrada, pero, ¡total! De inmediato lo llevaron al hospital...

Yo creo que hubo más de 6 detenidos, eran muchos ESMAD, exagerados.

El jueves cuando estábamos en la embajada había dos tanquetas, y ¡nos rodearon por todos los lados! Tal sería que la gente de Convivencia del distrito le dijo al comandante - o al tipo a cargo - que, "por qué están haciendo tal cosa". El policía le dijo que no que iban hasta ahí pues ya encerrados...

¿Qué más, para dónde más?
No supe como terminó la cosa el jueves... pero creo que fue "de manera pasiva"...

CINISMO Y DESVERGÜENZA EN EL CONGRESO COLOMBIANO

Primera parte


Por: Hugo Paternina Espinosa.

¿De qué honorables padres de la patria hablamos?


Escuchar al senador por parte del Partido Liberal, Héctor Eli Rojas, en tránsito dicen algunos al uribismo más cerrero y pendenciero cargar contra la Corte Suprema de Justicia el día miércoles en la sesión del Congreso de la República donde se estaba votando el informe de Conciliación del Referéndum reeleccionistas que podría garantizarle al Presidente Álvaro Uribe Vélez una segunda reelección.


Es, sin equívoco alguno, un acto que amerita una reflexión, y ello y como quiera que el despliegue de cinismo y de desvergüenza exhibido por este personaje y también por Nancy Patricia Gutiérrez – senadora-- y José Manuel Corzo ---senador---- en sus funestas y zafias intervenciones en ese corroído recinto quedará (n) en la retina y en los oídos de miles de colombianos/as como una demostración de la extrema vulgaridad que caracteriza cada vez más al ejercicio que despliegan estos/as funcionarios/as mal llamado honorables congresistas y/o Padres de la Patria, aunque digno es reconocer que existen honrosas y bien-pensantes y actuantes excepciones.


¿De qué patria me pregunto son considerados muchos/as de éstos/as señores/as padres como se les suele decir sin advertencia ni distancia? ¿De la Patria que ahora seguirán pisoteando los militares norteamericanos instalados próximamente en las siete bases otorgadas por el gobierno del Presidente Uribe bajo el triple propósito de perseguir a las FARC, a los narcotraficantes y de paso reconfigurar la geopolítica regional? o ¿De la Patria enlutada y ensangrentada que ellos/as con paciente esmero ayudaron a forjar --por activa y por pasiva--- al lado del narco-paramilitarismo militante hasta convertirla en un gran anfiteatro y para lo que se valieron los Castaño, Mancuso, Don Berna, el Alemán y demás de las fatídicas moto-sierras, los hornos crematorios y las desapariciones y masacres?


¿De qué Padres de la Patria hablamos?


Acaso de aquella Patria que hace referencia a los/as Colombianos/as en fuga perenne y la cual ha sido convertida en una masa amorfa y anónima que deambula como alma en pena, que vive bajo un duro helaje su particular destierro interno y debe soportar el estigma social y gubernamental de ser extranjeros en “su propio país”.


O de aquella en que millones de colombianos/as pasaron de ser pobres a ser miserables gracias al todopoderosos Dios de la Guerra y de la Riqueza de los Ricos, mientras con hiriente nostalgia vieron y siguen viendo éstos/as cómo sus tierras fueron usurpadas por siniestras alianzas criminales establecidas y larvadas entre ganaderos, terratenientes, políticos, militares y paramilitares, y santificadas las mismas por el Estado para la sanidad del status quo?


¿De qué Padre de la Patria estamos hablando? No será, por cierto, de otra distinta a aquella en la que su infancia se hunde en el fango de la pobreza, la exclusión y la marginalidad, mientras una parte de su juventud ve morir sus sueños y sus esperanzas de culminar la secundaria, un carrera técnica o profesional, y ello y como quiera que el sistema educativo y el modelo de sociedad no le dieron esa privilegiada oportunidad.

Cuando no terminó bajo el criminal engaño de perpetradores militares que ambicionando condecoraciones, ascensos y nutridos reconocimientos presidenciales se dieron a la repudiable tarea de asesinar jóvenes en distintos lugares del país a través de lo que se ha conocido como los falsos positivos, y esto bajo el sagrado cumplimiento de tributar cuerpos y almas de inexistentes guerrilleros a esa máquina de guerra y de muerte que es la Seguridad Democrática; política, sin duda, que ha servido para desprestigiar aún más a los militares frente a significativos sectores de la sociedad colombiana y del mundo, y para reconfirmar de modo inequívoco e inexcusable su imperturbable práctica de perpetradores y criminales patentados.


Y, que conste, que la Seguridad Democrática del Presidente Uribe no sólo es una amenaza en el frente interno, es también motivo de preocupación y de alta inquietud entre sus vecinos tanto por sus evidencias próximas – léase el bombardeo al Ecuador hace más de un año y presión y acciones encubiertas en Venezuela--- como por sus fines y propósitos en ciernes, reforzado los mismos por los acontecimientos que traerán las nuevas bases americanas en el territorio colombiano.


Poca duda cabe que de esta Colombia descrita aquí no pocos congresistas son sus Padres, sus legítimos y afamados Padres. Por esta razón produce ira militante escuchar al Senador Héctor Eli Rojas protestar enérgicamente contra las investigaciones dirigidas por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia contra un número que al parecer supera los 30 congresistas y a quienes Manuel Cuello Baute, ---Ex superintendente de Notariado y Registro y hoy convertido en informante estrella de esta Corporación--- ha denunciado por recibir más de 79 notarias a cambio de votar favorablemente la primera reelección presidencial del Presidente Álvaro Uribe.


Lo que se inscribe como una prolongación del caso de la Yidis-política, acto que como sabemos se configuró en un cohecho, pues la Representante Yidis Medina y Teodolindo Avendaño fueron favorecidos por parte del actual gobierno con prebendas burocráticas y dinero, y ello y como quiera que ella con su voto y él con su ausencia en la plenaria del Congreso en su día fueron decisivos para garantizar la reelección presidencial de Uribe, esa misma que lo mantiene en el poder y a la cual aspira de nuevo con la imprescindible colaboración de ese deshonrado, horroroso y prevaricador congreso.


viernes, 25 de septiembre de 2009

Mariposa Vagarosa y Democracia del Común

Miguel Angel Herrera Zgaib

Proyecto Autonomist@

Apreciado Carlos Vicente de Roux,


La respuesta de Gustavo a mi carta no llegó ni llegará; pero, quizá ella haga parte del efecto mariposa, que por razones de la complejidad social y política produzca sus efectos más adelante, entre la primera y la segunda vuelta, en beneficio de la democracia del común como resultado deseable y necesario.

Sin embargo, en verdad, me interesaba, en primer lugar, tu reflexión, Carlos Vicente. Aquí la tengo delante de mis ojos, y voy a responderte en seguida.

Las razones

Las razones que presentas tienen clara enunciación, pero no son consecuentes en el respeto a lo decidido en el II Congreso del PDA. Aquí está la principal diferencia en táctica electoral de Gustavo con Gaviria y Torres.

No se entendió la importancia del Frente Anti-reeleccionista, y quienes lo defendieron no lograron convencer a las mayorías de la representación polista, que por lo demás, obedece, en buena parte, a las tribus y caciques electorales con puestos en el congreso, asambleas y congresos, y en la dirección de gobiernos locales y regionales.

No hay vida democrática efectiva en la base. Hasta el agonal partido liberal
aprovechó esta consulta en ciernes para constituir sus directorios, y el Mira para movilizar su organización de jóvenes.

La diferencia

Sin embargo, comparada con otras consultas, la del PDA es democrática, invita a expresarse a todos los colombianos contrarios al orden autoritario, para-presidencial, de excepción que la reelección continúa en beneficio del bloque que lideran el capital financiero y la para-política. A su modo, así lo declara el ingeniero Luis Carlos Sarmiento.

Gustavo insiste en la coalición en defensa de la democracia liberal. Hoy, ésta no puede funcionar sin hacer uso del estado de excepción cuasi-permanente, entre 1948-1991,de derecho.Y de hecho a partir de 2001, en consonancia con la llamada guerra global contra el terrorismo. De ahí que el tópico de la seguridad "democrática" sin Uribe borre con el codo lo que escribe con la mano.

¿Dictadura civil o Democracia del Común?

Carlos Vicente,


No es la dictadura civil de los banqueros la receta. “La gran tragedia nacional (no) es la violencia y la guerrilla que ha estado en este país por muchos años”, como dice Sarmiento Angulo. Las dos son manifestaciones de la violencia estructural capitalista, cuyo desenfreno del último decenio develó la tensión insoluble entre representación y participación. Por eso, el Estado Social, la República social están en bancarrota. Así que no es la defensa de la Constitución del 91 como un todo, como el fetiche del poder constituido.

Lo que está a la orden del día no es la seguridad del capital que multiplica la violencia, el hambre y la miseria por todas partes. Es la democracia de las multitudes, del común que no es ni puede ser salvaguardada por la democracia liberal. Un credo que el joven Gustavo defendía en sus años mozos en Zipaquirá.

No es tampoco el patrioterismo, sino la autonomía regional el modo más adecuado para resistir la inaceptable intervención del hegemón imperial. Y esto es lo que le da protagonismo a Chávez y Correa, a su modo. Y claro, intervencionismo no es lo mismo que interdependencia, ¿o sí? Porque ésta implica reciprocidad democrática.

Las clientelas

Gaviria y Petro mueven tras de sí, clientelas y patrones. Ellas son un lastre populista que se nutre de la miseria y el hambre de los muchos, y de la inexistencia de la democracia en Colombia. ¿Cómo la habría con la insultante e inexcusable desigualdad económica y social?, que tienen Colombia, Brasil, Haití, Honduras y Guatemala después de casi doscientos años de independencia.

La mejor forma de combatirlas es organizar el quehacer del poder constituyente, que no es el poder de los congresistas. Es el agenciamiento de la democracia del común, lo que junto con el Frente Anti-reeleccionista tiene que discutirse en el Congreso extraordinario del PDA que convoque a toda su militancia. Así no se pasara de los 600 mil votos en esta consulta, como lo pronostican no pocos arúspices.

Mientras tanto, propongo a l@s lectores recordar cinco palabras:

!Votemos! Preparemos el Frente Anti-reeleccionista!

viernes, 18 de septiembre de 2009

RESPUESTA A GUSTAVO PETRO DE UN AUTONOMISTA ANTI-REELECCIONISTA


Respondiendo a la Carta

Yo coincido con Gustavo en la necesidad de pensar en una acción efectiva para la primera vuelta de la elección presidencial. Encuentro equivocado pensar en ir por separado, sin alianzas, en la primera vuelta.

Considero fundamental cambiar el tono de enfrentamiento entre candidatos del PDA, que, entre otras cosas, los dos lo saben, aunque se llame partido, sigue siendo un frente social y político. Y me gustaría que se pareciera, aunque el tiempo no sea el mismo, al Frente Amplio con reglas y camaradería a toda prueba.

Pienso que Gustavo, en materia de trato, no lo tiene suficientemente claro cuando se refiere a Carlos Gaviria. Para no hablar del tercer candidato, Edison Torres, de quien casi nadie habla, y no importa que su realidad en términos de votos sea insignificante.

De otra parte, en materia internacional, pienso que se equivoca cuando confunde el cargo del presidente con la persona que lo ocupa, dentro y fuera de nuestras fronteras. Lo cual vale tanto para Uribe como para Chávez. No es tiempo para chauvinismo, populismos, o venia, o doblegamiento a destinos imperiales manifiestos que vienen desde los tiempos de Bolívar y Monroe.

Lamento que ambos candidatos no hubiesen encontrado un lugar distinto al pasado II Congreso para presentar en un foro abierto presidido por el PDA, sus diferencias y trayectoria.

Todo lo cual también nos dice que el PDA no es todavía una alternativa democrática consolidada, que permita al conjunto de la militancia tener claro que separa a unos de otros, que no sean los favores, simpatías superficiales, o familias adscritas a unos u otros representantes políticos en las corporaciones públicas, o en la Alcaldía o gobernación donde haya influencia.

Yo estoy de acuerdo en que tiene que buscarse una confluencia en un Frente contra la reelección habida consideración de las condiciones ilegales e inconstitucionales que lo hizo y pretende hacerlo el presidente Uribe de nuevo. Pero tal coalición, si de ella se trata, tiene que gestionarse por arriba y por abajo; y, sobre todo, tiene que tener una alternativa, que en mi entendimiento deberá ir más allá del Frankestein de la actual Constitución de 1991. Empujándola en la dirección de una República Constituyente, en lugar de la hiper-presidencialista que ahora padecemos, y del régimen parapresidencial que la desmonta con claros perfiles de una dictadura civil, como si estuviésemos de regreso al siglo pasado.

La Propuesta

Creo, Carlos Vicente, que contesto con unos párrafos casi del mismo tamaño que los de la carta de Gustavo, por lo cual espero que él también tenga tiempo de leerlos. Para, que ambos aspirantes hagan una declaración conjunta a todo el país donde destaquen la importancia de la consulta como un primer ejercicio en procura de la democracia en los ejercicios políticos, y como un evento de rechazo a la reelección. Para poner a prueba lo que sugiere su carta.

Que ambos, en suma, antes del 28 suscriban un programa de acción mínimo que incentive la votación de la militancia del PDA, y quienes simpatizan con el proyecto, más allá de sus representates o líderes circunstanciales. Como ocurre, con la pequeña corriente de los Autonomistas de la que hago parte, al interior de este proyecto de los grupos y clases subalternas que queremos avanzar en procura de la emancipación y liberación de los explotados, dominados y subordinados.

Con gran aprecio por el intercambio de puntos de vista y perspectivas, no dudo en que la lectura y la praxis podrán mejorarse a buen tiempo.



Miguel Angel Herrera Zgaib
Proyecto Autonomista
miguel.herrera@transpolitica.org
www.praxisur.blogspot.com

viernes, 4 de septiembre de 2009

DE LAS PASIONES TRISTES Y ALEGRES


Miguel Ángel Herrera Zgaib

miguel.herrera@transpolitica.org

www.praxisur.blogspot.com


Apostillar


Sin pasiones es imposible pensar lo político y actuar la política. Pero, reducir la política a un ejercicio pasional e interesado, en el cual verdad poco o nada cuenta es un signo de minoría de edad intelectual. Para lo cual acudo a lo dicho por Kant. El episodio de Argentina es ejemplar al respecto, porque no sólo lidia con opiniones sino con hechos.


Me gusta citar una afirmación que encontré por primera vez en Gramsci, que “la verdad es revolucionaria”, y no se trata de ocultarla debajo de la alfombra, o de los propios prejuicios para que favorezca la argumentación que conjuga nuestros intereses.


¿Rehabilitar a Caín?


En este caso, donde el historiador y colega académico Acevedo hace el comentario, si la reflexión que toca “De Caín a Cambalache” tiene algo que ver con la verdad, cualquiera de los lectores y participes en este diálogo circunstancial puede y podrá colocar las banderillas en el morro de la oscuridad a propósito del aciago episodio, donde la diplomacia colombiana encendió una alarma continental, y fue calificada de Caín de América.


Aunque como en todo asunto humano, no hay argumento definitivo. Porque bien se sabe hoy, que el portugués Saramago inició la cruzada de rescatar a Caín en duelo con el dios de los creyentes.


En síntesis, conviene recordar, que la de-colonización es un episodio que marca el siglo XX. Las islas Malvinas/Falkland fueron ocupadas, intervenidas por los ingleses como tantos otros lugares de la tierra en los tiempos del imperialismo, fase superior del capitalismo, para quienes como a Darío y no sólo a él, también a Slavoj ZIzek, les interesa lo dicho y hecho por Lenin y sus legatarios, Stalin incluido, como que éste último compartió manteles con Roosevelt y Churchill en Yalta, y creo, que en Postdam.


¿Y la decolonización qué?


Sin embargo, las islas Falkland no han sido devueltas pacíficamente a la Argentina. En los tiempos del “capitalismo popular” de Thatcher, la acción de “recuperación” la intentaron los militares que también hicieron parte de, y patrocinaron la operación Cóndor, valiéndose del mismo (neo) populismo que ahora pretende confundirse a toda costa con democracia. Como ocurre aquí, a plena luz del día, aupando la segunda reelección de Uribe, dispuestos a emplear todas las formas de lucha ilegal como ya ocurrió en la primera elección.


El llamado comunismo de Stalin, que condujo, entre otras bestialidades, a la liquidación de la vieja guardia bolchevique, cada vez aparece mejor documentado; y el que se ha puesto en práctica en Colombia como uno de sus apéndices empieza a serlo también en Colombia. Ahí está el volumen Liquidando el Pasado, compilado por Meschkat y Rojas. Pero en los mismos años treinta, ya fue objeto de censura y crítica internacional por Antonio Gramsci desde su reclusión en las prisiones fascistas.


Pueblo y otros fantasmas


El pensamiento político clásico operó con dos dicotomías categoriales básicas: oligarquía versus democracia y tiranía versus politeia… La primera de ellas le permitió captar la esencia de la democracia; la segunda le sirvió para combatirla. Andrés de Francisco. Democracia, ley y virtud. En: Republicanismo contemporáneo, p. 278.


Cuando el pueblo obra autónomamente, y no a través de sus “representantes” estamos en presencia de la demokratia. Lo demás como recuerda Holmes, no el detective, también termina pareciéndose al nacionalsocialismo, al fascismo ordinario, y al fascismo liberal pretextando una apariencia de legalidad leguleya que también pretende confundir democracia liberal, cuando existe, con democracia que no son tampoco lo mismo.

Para la muestra el botón de los Estados Unidos. Hasta el propio Robert Dahl, celebrado autor de la Poliarquía, aún hoy ni siquiera se atreve a confundir democracia y poliarquía, ni siquiera en EUA, cuando escribió recientemente su ensayo La Igualdad Política, que de paso recomiendo su lectura cuidadosa. Algo aprenderemos tod@s.


Republicanismo y Democracia.


No todo gobierno de una persona ha de ser clasificado inmediatamente como reino, sino sólo aquel que es aceptado libremente y ejercido más por la razón que por el miedo a la violencia… Polibio, Historias. Cita de Fabián Acosta, El Universo de la Política, pp. 104-105


El nuestro es el tiempo de la democracia a secas y de la guerra imperial, es lo que afirman Antonio Negri y Michael Hardt. De la democracia radical de la que escribieron críticamente Aristóteles y Platón cuando se inventó no sólo ésta sino que se instituyó el imaginario de lo político, así es que se renovó la colectividad griega a partir del siglo VI a.e., para salir de la dominación.


La demokratia es anterior a la creación del pueblo, esto es, del populus que es una invención romana, cuando la representación y no la participación era la soberana. Bien lo advirtió Giovanni Sartori en ¿Qué es la política? Nadie puede confundir, equiparar demos y populus Tampoco se puede confundir pueblo con democracia tout court.


Con pasión por la verdad, se requiere también depurar los términos plebiscito y referendo. La primera historia republicana escrita por Tito Livio, no es una tarea que le competa sólo a Nicolás de Maquiavelo, a la destorcida de la república de Florencia con la vuelta dictatorial de los Borgia. Los Discursos sobre la primera década de Tito Livio pueden ayudarnos a aclarar la mente y las acciones nuevamente.


La pasión por la verdad tiene sus desfallecimientos, pero la ética pública sin la cual no hay democracia que valga, no! De ahí que se requiera tomar en cuenta a la vez, a Jorge Luis Borges, y a Walter Benjamin en este tiempo gris. El ángelus novus de Klee volará de nuevo no con alas de acero, y sin distraerse en el pasado.


Nos permitirá ver nuestro presente, apreciado historiador Acevedo; y despachar todas las mentiras con los honores que se merecen. En pos de una real reconciliación; sin la esquizofrenia maniquea de repartir “culpas” a nuestros vecinos, por lejanos o cercanos que nos parezcan. Descubriendo en público la verdad efectiva de las cosas.



lunes, 31 de agosto de 2009

LA HORA DE LA CALLE, PLAZAS Y AULAS

¿De qué paz hablamos?

Le pido a Unasur que estudie un proceso de paz para Colombia. Hugo Chávez, reunión de Unasur.

La paz es que los bandidos en ningún lugar tengan albergue. Hasta entonces no les interesará la paz. Alvaro Uribe, réplica a Chávez en las deliberaciones de Unasur.

Si las cosas no salieron peor para Colombia fue porque el presidente brasileño intervino a última hora con la piedra afuera…Pero lo de Lula no fue para salvar a Colombia, sino a Unasur. Nos habríamos tenido que retirar del organismo si nos colocaban contra los palos. María Isabel Rueda, Nos fue mal, pero pudo ser peor, en El Tiempo.

En un ambiente de disputa, donde el asunto de la guerra global preventiva, y su extensión regional, era el primer punto de la agenda de UNASUR, resultó lógico que se ventilara su par dialéctico con urgencia vital: la paz como engarce discursivo, para empezar.

De pronto, parecía como sin saberlo trataran de celebrar los 80 años cumplidos por Jürgen Habermas, paladín alemán de la democracia deliberativa, a quien el dilecto y docto analista Guillermo Hoyos, rebautiza democracia radical, en Lecturas de septiembre, que coordina ahora Jorge Restrepo, después de los años light en manos de D´artagnan.

Claro, cuando menos hay dos visiones encontradas, las de Uribe y Chávez. Una que insiste en los “buenos oficios” suramericanos para resolver el conflicto colombiano, donde guerrilla y narcotráfico son protuberantes apariencias de real perturbación. La otra también reclama con la vocería del presidente Uribe la participación de los países suramericanos para otra causa: conseguir “la solución final” que conduzca a la rendición o a la liquidación de los bandidos de las Farc y sus asociados. Esto ocurrirá, pronostica, cuando nadie albergue a “los bandidos”, empezando por los países vecinos.

Hay una tercera vía iusoria aunque posible. Ella la expresaron a regañadientes María Elvira Rueda y el excanciller Ramírez Ocampo. ¿Cuál? valorar el apoyo condicionado que el gobierno Uribe recibió del presidente Lula, para evitar que su principal instrumento regional, la Unasur, la criatura de Itamaratí no muera prematuramente.

Otro Afganistán y el Estado red

Es oportuno crear una réplica del Estado red imitando, en lo posible, a mediano plazo la Unión Europea. Este es un proyecto que empezó a acariciarse por Brasil hace más de diez años, durante la presidencia del socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso. Podría rotarse la presidencia entre los asociados de Unasur para avanzar en un proyecto de integración regional democrática.

Mientras tanto, la guerra global continúa, y la disputa por la hegemonía en Suramérica tiene dos campeones cara a cara: Obama y Lula. Ellos hacen escaramuzas diplomáticas. Obama rechazó con desdén la invitación de Lula alegando una agenda copada por citas inmediatas. En Unasur la conversación era primero con su alfil regional, el gobierno de Colombia, amarrado a E.U. con la asociación militar y financiera para seguir la guerra interna.

Al insistir en la seguridad democrática, la guerra contra “el narcoterrorismo”, cuando el presupuesto es cada vez más raquítico bajo condiciones de recesión, y la definitividad del resultado prometido contra la guerrilla es incierta, el gobierno Uribe requiere de dinero fresco y nuevas tecnologías. La intervención técnica multiplicada por siete convierte a Colombia el nuevo Afganistán, sólo que en un entorno geográfico diferente. Colombia y la tierra de Karzai y el Talibán se vuelven gemelos.

Así las cosas, el sacrificio físico de tropas y guerrilleros nacionales tendrá que continuar llenando hospitales y clínicas de mutilados y sembrando la tierra con nuevos cadáveres. A riesgo que la seguridad de las ciudades se degrade más, al ser golpeadas por el doble flagelo de la guerra interna y el ajuste de cuentas entre narco-paramilitares, de una parte; y de otra, por las condiciones indignantes y riesgosas de 21 millones de pobres y 8 millones de miserables. Así lo registró el Dane, una contracara infeliz e inaceptable de la seguridad y la confianza inversionista.

No al Patrioterismo. Sí Integración Regional

Espíritus pusilánimes piensan que negando la conflictividad, la insociable sociabilidad de la condición humana, pueden redefinir la violencia como terrorismo e hipotecar la democracia para los suyos. Guillermo Hoyos, Habermas, demócrata radical, en Lecturas, septiembre 2009, p. 6.

Apelamos, por lo tanto, a UNASUR, y en particular a cada uno de los mandatarios nacionales, a reflexionar sobre la situación colombiana, para impedir la posibilidad de que se profundice el conflicto... Nuestros pueblos tienen el derecho a vivir en paz, bajo condiciones de convivencia dignas y justas. Colombian@s por la Paz, Declaración a la Cumbre de Unasur.

Dicho lo cual, conviene potenciar en público el discurso de la oposición retórica conectándolo con el disenso real. Es una retórica, que se expresa, por ejemplo, el vocería de dos disidentes liberales, Ernesto Samper y Piedad Córdoba, y real, el presidente del PLC, quien dijo “Uribe se está convirtiendo en dictador”.

Hay una diplomacia por la paz que expresan las embajadas civiles del PDA a los países fronterizos, señaladas y estigmatizadas por el chovinismo y el macartismo juntos. Y por supuesto el carteo de reflexión y denuncia que practica Colombian@s por la paz desde octubre de 2008. Ahora la vocería de Piedad Córdoba lanza también la iniciativa de “la papeleta por la paz”, y entrega la prueba de sobrevivencia de 9 policías militares secuestrados en El Codito, en Bogotá.

Unas y otras requieren de manera urgente medios de comunicación para hacerse oír y deliberar públicamente. Deben exigirlos de la Comisión Nacional de Televisión y del gobierno nacional, quien dice ser el garante de la libertad de expresión, según lo dispuso la Constitución de 1991.

Pero, frente al oligopolio mediático que difunde de modo preferente el credo oficial reeleccionista, con excepciones; a la vez que se hace eco descarado del chovinismo y el (neo)populismo de derecha, difundiendo la campaña virtual contra Chávez este 4 de septiembre, es necesario exigir y publicitar una reflexión y una acción alternativa y propositiva.

Contra la guerra y la reelección, otra movida

A reinventar en acto la jornada del 6 de marzo, y las movilizaciones de estudiantes en defensa de la educación pública, y las encabezadas por los indígenas mediante la Minga nacional y social. Quizás una buena fórmula articuladora sea: Sí a la Integración Regional, No más intervención.


Potenciar el disenso argumental y real de quienes empiezan a protestar por su cuenta contra los acuerdos militares con E.U, con o sin bases; contra los desastres inducidos por la receta neoliberal; y de quienes rechazan la continuación del conflicto armado y exigen la solución política.


En suma, es tiempo que el común responda a la seguridad autoritaria y el hambre que produce la “confianza inversionista”. Para rechazar el inexcusable rosario de los falsos positivos, militares, sociales y económicos contra los pobres de campos y ciudades, y las minorías indígenas, quienes sumados son las mayorías de la otra Colombia; y para detener las “chuzadas” a la libertad de expresión y pensamiento, que siguen desde el Das y otras agencias clandestinas, según lo revela una investigación de Semana.


Pongámosle entonces una fecha a la protesta y a la deliberación ciudadana en la calle, las plazas, las aulas y los lugares de oración. Son fechas posibles el próximo 6 de septiembre con un gran convivio dominical por la paz y la integración regional, o el próximo 11 de septiembre, para rechazar la guerra global y local, y comprometernos en la construcción de una nueva sociedad que avance en una alternativa anticapitalista y democrática, plural y diversa.