miércoles, 14 de octubre de 2020

 Diálogo con Hederman Castro

 Renovación de la izquierda jugada por la Paz Democrática

Miguel Angel Herrera Zgaib, PhD

Presidente IGS-Colombia

Hederman, tu pluma vuelve  a caminar con voz propia y lucidez necesaria.

Estimado colega y compañero de la inolvidable experiencia de nuestra revista Contravía. De ella que fuiste director y propietario hasta la aparición del número 10. Esta vez, con ocasión de tu cumpleaños, actualizas aquel periplo con el presente escrito, que recuerda algunos editoriales de aquella publicación, donde se hicieron cuestionamientos, al proceder de las Farc-Ep. 

Haciendo Memoria

El más serio que recuerdo era un editorial que señalaba entonces, a comienzos de los años 90, que esta insurgencia subalterna estaba librando una guerra contra el pueblo, a raíz de actuaciones que ahora su misma dirigencia se autoreprocha, y descubre ante el país su equivocación política al implementar tales acciones, que tienen que ver con el secuestro, el asesinato político y el reclutamiento de menores. 


De manera equivocada están los asesinatos de notables contradictores, y los ajusticiamientos por propia mano contra exmilitantes que incurrieron en conductas criminales probadas como los casos  de "ajusticiamientos" en masa ordenados por Feodor Rey y Hernando Pizarro LeónGómez en Tacueyó. Estos se calculan en más de 160 víctimas a las que se conminó a "confesar" sus culpas. Recordaron y agravaron la pesadilla asesina de los "juicios de Moscú", guardadas proporciones.


Pero, tú centras tu reflexión atinada, directa  en el asesinato de Chucho​ Bejarano, quien se desempeñaba también como funcionario de gobierno, y mantenía su condición de docente estimado y destacado en su quehacer como economista política en la Universidad Nacional, sede Bogotá. Hasta allí llegaron sus sicarios, y cumplieron la orden de las Farc-Ep, cuando él estaba as portas de ingresar al salón de clase.

Pero, Hederman, tu escrito, atinado y frentero, recuerda también las reflexiones de Estanislao Zuleta, quien para los años 70, había cuestionado el quehacer clandestino y armado de los grupos de izquierda. En particular, uno de los muchos textos que imprimimos con el Círculo de Crítica Jurídica Antonio Gramsci en la U.Libre. Los cuales distribuiamos y vendíamos en el hall del edificio de Derecho.

Las lecciones de Zuleta

Esta tarea de producir y editar textos cumplió el importante papel de airear el debate político, social y cultural. Lo cual marchó al unísono de un programa de conferencias y discusiones de actualidad en los saberes sociales, y en apoyo al magisterio de Zuleta, durante los últimos años de la década del 70, y el comienzo de los 80. 

Lo dicho y escrito para entonces por el maestro Zuleta, un autodidacta ejemplar, es claro en su definición de un horizonte para la paz democrática que no tenemos. A duras penas caminamos con miles de trabas en términos de paz neoliberal con trazas de convertirse en la paz reaccionaria.

 Por ella pujan hasta casi "herniarse" el presidente Duque y su "desatado" mentor, Álvaro Uribe Vélez. Envalentonado como está con la libertad obtenida, vía renuncia truculenta más descarado mentís a su palabra, que ya tampoco respeta; y, por el contrario, emula a su coequipero, Donald Trump, repetidor desfachatado de fake news a escala planetaria.

Hederman fue parte activa y confundador del Círculo de Crítica Jurídica, y es memoria viva de aquella trayectoria y aquellos eventos. Cuando animó la creación y el impulso de los comienzos de la Asociación de Abogados Laboralistas al Servicio de los Trabajadores defendió causas difíciles con decoro y pasión por la verdad, más allá del decir de los procesos.

Ahora, al discurrir sobre los crímenes de las Farc, exige un esclarecimiento mayor, como el perpetrado contra Jesús Antonio Bejarano. Pero, estos son la antesala de aquellos de los cuales tendrán que responder los animadores del establecimiento reaccionario. De los cuales, en particular, quiere librarse Álvaro Uribe Vélez y sus "valedores", amenazando con impulsar un referendum contra la JEP. Insiste, como en sus tiempos de "vanagloria" en invocar el estado de opinión.

Contra la fantochería: democracia activa y operante 

A esta fantochería del "ex", es necesario responder. como en efecto empieza a ocurrir con la movilización inteligente, firme y no violenta de los de abajo, de los subalternos sociales. Adelante va la Minga del Suroccidente, que marcha abriendo camino para debatir políticamente con el presidente irresponsable que poco y nada hace ni hizo desde su nombramiento contra la desatada impunidad de la criminalidad política.

Se trata que todxs los demócratas, progres. independientes, la izquierda y oposición al presente estado de cosas atajen esta forma de fascismo social que desatado contra los dirigentes de la oposición s extiende con la furia de una pandemia desbocada. Haciendo el tránsito del parapresidencialismo al despeñadero de la dictadura civil. Entonces la guerra se prolongará por voluntad de los menos que gobierna con clientelismo armado y fraude para sumir en la mayor desgracia a millones que ya padecen hambre, miseria y exclusión social. 

Es hora de participar, desde ya. Así ocurrirá en Bogotá y Colombia, una vez se reciba a los dignos marchantes indígenas en las calles, quienes se juntarán con el paro de los maestros de Fecode, y la solidaridad de todas las fuerzas ciudadanas que están por la paz, la democracia, y la autodeterminación de los pueblo. 

Enfrentando al unísono las aventuras imperialistas de la reacción contra los gobiernos vecinos, como se descubre en las mociones de censura que la oposición hace en paralelo desde el Congreso, mientras que la gente amplía su eco emancipador en calles, avenidas y plazas de esta república bajo un estado de sitio embozado.