lunes, 14 de junio de 2010

LA OLA VERDE

Giovanni Mora Lemus

Aturdidos vimos como antes de la primera vuelta el Partido Verde en cabeza de Antanas mantenía cierta sospecha frente al Polo y los distintos organismos que lo componen.

Lo que se conoció fue que le interesaba más una alianza con el Partido Liberal y con el Partido Conservador antes que con la izquierda colombiana.


Al siguiente día de la paliza que nos propinó a todos el Partido de la U tanto rojos como azules se distanciaron de los verdes. Algunos llegamos a pensar que era el momento de la alianza verde- amarillo y que los cinco puntos del Polo enviados a la campaña de Antanas y los ex alcaldes de Bogotá y Medellín, que tenían que ver con el tema de las violaciones a los Derechos Humanos, iban a ser acogidos con celeridad, para de esta manera conformar un bloque alternativo al uribismo.

¡Oh sorpresa!


La respuesta a los cinco puntos fue negativa, se mantuvo la ingenua fórmula de insistir en seducir a los votantes primiparos o que no votaron en la primera vuelta, para de esta manera conseguir más de 4 millones de votos.

Al mismo tiempo se empezó una campaña mediática que incluía la visita a la Casa de Nariño para decirle al jefe de Estado que los verdes tenían la capacidad de “cuidar la gallina de los huevos de oro”, en otras palabras que la política de seguridad democrática no se tocaría en lo más mínimo.


El mensaje era claro. ¡Preferimos la seguridad democrática antes que a las víctimas! El centro político donde la propuesta de los verdes quería ubicarse se desdibujó. Razón tienen muchos cuando sostienen que el centro en los momentos álgidos siempre tiende a la derecha.

La era de la seguridad democrática continuará. Nos esperan por lo menos cuatro años (pueden ser ocho) de “más de lo mismo”. Un poderoso bloque en el poder, armado hasta los dientes y acompañado de una ciudadanía temerosa a los cambios sociales. La combinación perfecta.

¿Qué hacer en la segunda vuelta?

Algunos pensarán que es mejor votar por Mockus para que la segunda paliza no sea tan tremenda. En esta idea esta hasta el propio Héctor Abad (el mismo del Olvido que seremos) quien dice que serán millones en ocho días ¡que olfato político!

Pero también esta la alternativa de la abstención y del voto en blanco, aunque ya suenan voces equivocadas que dicen que abstenerse es parecerse a la guerrilla. La abstención activa puede ser un recurso de nuestra restringida democracia. Sin embargo, creo que buena parte de los votos que pudieron tener un color verde van a empalidecer, la ola verde tendrá mucho de blanco.

1 comentario:

  1. Giovanni, un destacado maestrante en Estudios Políticos nos invita a hacer un debate en los días que siguen sobre el verdadero significado de la Ola Verde, sus líderes y adherentes; y de qué modo podremos actuar de cara a la realidad de la seguridad democrática que Juan Manuel quiere continuar

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