N.R:Cortés envío de Mauricio TRujillo, militante del pda en el exterior, y partícipe en la pasada elección congresional.
La educación le ganaría las elecciones a la polarización
Sobre  las elecciones presidenciales en Colombia, 2010-2014
Al escuchar a Santos y Mockus, los candidatos con más  opción  de llegar a la Presidencia de la República según las últimas encuestas,  es  evidente que existe una diferencia de fondo entre sus dos  propuestas.
   Santos representa al gobierno de Uribe, ha sido uno de sus principales  protagonistas. El candidato del Partido de la U dará continuidad a la  "seguridad democrática", aun cuando ahora matiza su propuesta con la  "prosperidad democrática". Con Santos presidente, el poder no cambiaría  de  manos, en lo esencial es  la misma alianza que viene dirigiendo el país en los últimos años.  El estilo de gobierno seguiría siendo la polarización, no  obstante la presencia de Angelino Garzón como fórmula  vice-presidencial.
Mockus, candidato del Partido Verde,  expresa la voluntad de  gobernar "con ética y legalidad democrática", de preservar el Estado de  Derecho  y respetar el Derecho Internacional. Eligiendo a Mockus, se supone, la  educación  le ganaría las elecciones a la polarización. En su propuesta de  gobernabilidad, la pedagogía sería la herramienta fundamental para el  cambio del  comportamiento ciudadano. Con Mockus y Fajardo, su fórmula  vice-presidencial,  asistimos a una experiencia inédita en el mundo: un dúo de matemáticos  presidiendo un partido político nuevo, con opción de poder.
En los  temas agrario y social, el programa de Mockus  tiene más de conservador que de renovador, y en lo económico no  cuestiona  el modelo neo-liberal. Comparado con el programa de izquierda  democrática  que propone Petro, candidato del Polo, el proyecto de Mockus es mucho  menos reformador e incluso es más tímido que el programa de Pardo,  candidato del Partido Liberal. De otro lado, frustradas las posibles  alianzas  para la primera vuelta, los candidatos con menor opción en las encuestas   tienen razones para no declinar su aspiración presidencial antes del 30  de  mayo. Está de por medio el reembolso de los costos de la campaña y la  perspectiva  de seguir jugando en la segunda vuelta ante los dos candidatos  finalistas.  De ahí la importancia de acompañar en la primera vuelta al candidato de  su partido  o primera preferencia.
        La fuerza        creciente de        "ola verde" refleja la fatiga de muchos colombianos frente  al gobierno de Uribe y la acogida que hoy tiene un proyecto político  de centro, o percibido como tal, en un país en donde el péndulo de la  opinión  pública está a la derecha. La candidatura de Mockus ha generado un  formidable  fenómeno de opinión, en particular en la juventud urbana. Aparece ante  los ojos de la gente como el cambio posible, y su imagen está ganando  espacio con el "sin": sin pasado guerrillero, sin parapolítica, sin  corrupción, sin política tradicional, respaldado por un partido sin  antecedentes, sin disputas, sin sospechas, sin liderazgos  excluyentes.
  Así las cosas, los resultados de ambas  vueltas serán  entonces determinantes para el futuro inmediato de los partidos y, desde   luego, una será la suerte de Colombia si Mockus es electo y otra  si lo es Santos. En la  segunda vuelta, el 20 de junio, el Polo  seguramente  contribuirá con sus votos al triunfo de Mockus en su condición de  candidato alternativo.  Otro tanto podría esperarse del liberalismo, puesto que Pardo  ha jugado en los últimos tiempos un destacado papel de oposición.  Algunos  sectores del Partido Conservador, afines a Sanín, también podrían  inclinarse por  Mockus. En efecto,  un nuevo gobierno que actúe con ética y legalidad  es hoy para muchos la prioridad.
                                                                                                                Mauricio Trujillo                                    
Mayo de  20100
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