UN VENDEDOR AMBULANTE SEMBRÓ LLAMAS DE FUTURO
EN SUELO TUNECINO
Por Efer Arocha
París, 27 de enero de 2011
Quién lo creyera, que la  metáfora revolucionaria, "Una chispa puede encender toda una pradera",  se hizo realidad el 17 de diciembre de 2010, cuando Mohamed Bouazizi, un  joven de una veintena de años, vendedor ambulante de oficio, ante la  situación de que no podía comprar alimentos para su familia que se  estaba muriendo de hambre, tomó la decisión de prenderse fuego frente a  la casa del gobernador, en la ciudad de Sidi Bouzid, a unos 260  kilómetros de la capital de Túnez. 
El hecho hizo que toda la población de la ciudad se indignara y se lanzara a la calle a protestar airadamente contra el gobierno del clan "Trabelsi", que lideraba hasta ese momento el presidente Zine el Abidine Ben Ali y su esposa Leila Trabelsi.
En los primeros días de enero  la juventud de la capital y de todos los rincones del país se lanzó a  las calles para protestar contra el presidente Ben Ali y su familia,  exigiendo bajar el precio de los alimentos de primera necesidad y dar  trabajo a las masas de jóvenes desocupados.
El gobierno contestó las  exigencias populares con la represión produciendo decenas de víctimas,  situación que en vez de morigerar el ánimo popular, enardeció las  exigencias que llegaron hasta las últimas consecuencias: obligar la  demisión presidencial; acontecimiento que hizo sumarse a los adultos,  intelectuales y a toda la sociedad.
Con lo cual se sumió el país en una  verdadera revolución popular, culminando en la primera fase con la  renuncia del presidente Ben Ali, el 14 de enero, quien huyó con su  familia. Ante el rechazo del gobierno francés de concederle el asilo  político, su avión después de muchas horas en el aire logró posarse en  Arabia Saudita, donde se encuentra actualmente. 
Desde entonces se ha  desatado una enconada lucha por el poder entre los distintos componentes  que conforman la sociedad tunecina. Sucedieron al presidente depuesto,  muchos de sus más fieles y seguros servidores; siguiendo la  constitución, el Consejo Constitucional, nombró como Presidente de la  República a Fouad Mebazaa, quien ejercía como presidente del senado.
Ocho ministerios claves fueron atribuidos al partido del ex presidente  depuesto Ben Alí, con lo cual quedaba asegurada la transición del poder  en manos de los mismos; sin embargo, una lucidez extraña, ajena a las  previsiones y análisis de politólogos y especialistas de todas las ramas  de las ciencias sociales, que sorprendió a los servicios secretos  locales e internacionales, y con ellos a los gobiernos representados en  el país que nos ocupa. 
El enojo de las amplias masas no se sosegó, por  el contrario, las nuevas figuras del gobierno enfurecieron aún más el  combate del pueblo tunecino. En vista de la situación el gobierno  provisional cambió muchos de los ministros del antiguo régimen, prometió  una colosal indemnización para las víctimas, bajó los precios de los  alimentos de primera necesidad, liberó a todos los presos políticos,  legalizó a la oposición; no obstante, no logró contener la protesta.
Después de la fuga de Ben Ali, quien llevaba en el ejercicio del poder  23 años, amasando una fortuna colosal calculada en millares de millones  de euros, compartida entre su familia y la dirigencia de sus seguidores  políticos.La lucha espontánea de los jóvenes que exigían pan y trabajo,  comenzó a tener visos de orientación con la creación del frente "14 de  enero".
El día 20 se conoce que hacen parte de dicho frente las siguientes agrupaciones políticas:
Partido Nacional de Acción  Democrática, Partido Comunista Obrero de Túnez, Corriente Baazista,  Movimiento de Nacionalistas Democráticos, Movimiento Unionista  nasseristas, Asociación de izquierda de los trabajadores, Izquierdas  Independientes, las cuales han elaborado un programa mínimo de  exigencias políticas expresadas en los siguientes puntos:
1. La caída del gobierno actual de Ghanouchi o cualquier gobierno que incluya a personas del anterior régimen, que hicieron las políticas antinacionales y antipopulares y sirvieron a los intereses del derrocado presidente.
2. Disolver el partido del ex presidente, y la confiscación de sus sedes, bienes, activos financieros y fondos, porque son del pueblo.
3. La formación de un gobierno de transición que exprese la confianza del pueblo, de sus fuerzas políticas progresistas y de sus organizaciones sociales, sindicales y juveniles.
4. Disolución de la cámara de representantes, de los asesores y de todas las instituciones, del consejo superior de la magistratura, el desmantelamiento de toda la estructura política del antiguo régimen, y la preparación para la elección de una asamblea constituyente para la elaboración de una nueva constitución democrática y un nuevo marco legal de la vida pública que garantice los derechos políticos, económicos y culturales del pueblo.
5. La disolución de la policía política, y promulgar una nueva política de seguridad que respete los derechos humanos y las leyes.
6. Pedir responsabilidades a todos aquéllos que se demuestre que, saquearon los bienes del pueblo, cometieron crímenes contra él, como la represión, encarcelamiento, la tortura y los asesinatos decidiendo, ordenando y ejecutando, así como a aquéllos que se pruebe su mala conducta y mala gestión de la propiedad pública.
7. Las expropiación de los bienes de toda la familia, de las personas cercanas, del entorno y de todos los responsables políticos que utilizaron su posición para enriquecerse a costa del pueblo.
8. Asegurar y generar empleo para los desempleados y tomar medidas urgentes que garanticen las subvenciones del desempleo, la cobertura social y de salud, mejorar el poder adquisitivo del pueblo.
9. La construcción de una economía nacional al servicio del pueblo, donde los sectores vitales y estratégicos estén bajo control del estado, nacionalizar todas las empresas que han sido privatizadas, y la aplicación de una política económica y social que rompa con el enfoque capitalista liberal.
10. Lanzamiento de las libertades públicas, individuales, y especialmente la libertad de manifestación, organización, expresión, de prensa, información y creencia, la liberación de todos los detenidos y promulgar la ley de amnistía.
11. El Frente 14 enero saluda el apoyo de las masas populares y las fuerzas progresistas del mundo árabe y del mundo y les invita a continuar sosteniéndolo.
12. Rechazar la normalización de relaciones con la entidad sionista y criminalizarla, apoyar los movimientos de liberación nacional del mundo árabe y del mundo.
13. El Frente llama a todas las masas populares, las fuerzas progresistas y patrióticas para continuar con las movilizaciones y la lucha mediante todas las formas legítimas, y especialmente las manifestaciones en las calles hasta lograr los objetivos propuestos.
14. El Frente saluda a todos  los comités, asociaciones y organizaciones populares, y les llama a  ampliar su círculo de participación en todos los asuntos públicos y de  la vida diaria y cotidiana.
El programa anterior condensa  un cambio político fundamental en beneficio de los intereses populares, y  el nacimiento de la democracia como sistema que debe orientar la  organización de la sociedad y la estructuración del Estado, punto  fundamental que diverge en las apreciaciones hasta ahora vigentes de las  potencias occidentales, que tienen una miopía inaudita al estar  convencidos que el pueblo árabe no está capacitado para el ejercicio de  la democracia, sino para ser gobernado por déspotas. Obvio que aquí  hablamos de la democracia plena y total, del "demus cratus", del poder  todopoderoso y no formal de los pueblos del mundo.
La revolución que se denomina ahora De los Jazmines, nos está demostrando algo antes impensado, que es la conciencia profunda del pueblo tunecino, que de pronto nos puede dar a luz los cimientos de una sociedad inesperada y soñada. Que ponga fin al ejercicio del poder como una de las fuentes de enriquecimiento y de ascenso social para quienes ocupan los altos cargos de la administración pública; que se acaben todas esas instituciones inútiles que la burocracia las crea para usufructuarlas; que el Estado sea una institución verdaderamente barata y laica, útil, y en consecuencia, benéfica para los ciudadanos; es decir, un estado popular de nuevo tipo, donde los funcionarios sean verdaderos servidores de su pueblo y no esbirros, grasosos y panzudos burócratas que orgullosos desprecian al trabajador anónimo y al ciudadano común.
La lucha del poder en Túnez  empieza a tomar otros rumbos, los intereses del clan "Trabelsi" y sus  asociados comenzaron a manifestarse públicamente en calles y avenidas  como una fuerza de contra-manifestación, apoyando al actual gobierno en  interrogación, a pesar de que el gobierno provisional ayer dictara orden  de detención internacional contra el ex presidente y esposa, por  delitos de todo tipo contra el erario público.
Empieza a avizorarse una auténtica lucha de clases por la toma del poder. Hoy 27 nos encontramos todavía lejos del desenlace del conflicto; conflicto que ha superado las fronteras nacionales y en este momento se ha extendido a Egipto, Yemen, Jordania y Albania, donde los pueblos quieren tomar en sus manos su propio destino para construir una sociedad acorde con sus intereses que les permita disfrutar de una vida plena con toda libertad, donde existir tenga sentido, porque se accede realmente a la satisfacción material e intelectual, camino para alejarse aceleradamente de la miseria y del atraso construyendo un mundo mejor.
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