martes, 8 de febrero de 2011

ObservaTORIO ECOlógico

El pájaro campana !!!


Estuvo y está en la lente de l@s colombian@s el asunto de la minería por la huelga en la Drummond, que acaba de conciliar Angelino, el exsindicalista guardián de las espaldas de Santos, en pos de la prosperidad democrático liberal. Entre tanto supimos, a propósito de lo que aquí dijo Salo, que la Drummond arregló aumento salarial del 6.5 % y aceptó otras exigencias de los huelguistas.

Al mismo tiempo se le permitirá, a la chita callando, vender el 20% de sus acciones birlándonos una billonaria cantidad de la riqueza colectiva a cambio. Esto es, la Drummond transfiere allende nuestras fronteras, en las barbas del "Próspero" local, plusvalía de la explotación de un recurso no renovable sin retribuir nada a cambio que no haya sido al revés daño ecológico irreparable. Excelente "negocio" Juan Ma. ¡Qué picardía !

¿Y qué dirán nuestros esforzados obreros y sus mentores sindicalistas al respecto ? N de la R.


La venta de la Drummond

Por: Salomón Kalmanovitz

SE HA CONOCIDO QUE LA DRUMMOND está negociando la venta de sus activos a Xstrata, una sociedad anónima residenciada en Suiza y socia de El Cerrejón, por una suma cercana a los US$8.000 millones. La transacción genera una valorización muy elevada que no va a ser compartida con la dueña del recurso, la República de Colombia.

La Drummond es una empresa familiar del sur profundo de los Estados Unidos, Alabama. Se ha caracterizado por prácticas depredadoras del medio ambiente en la Jagua de Ibirico, causando enfermedades respiratorias a sus habitantes y trabajadores. Ha sido descuidada en el transporte del carbón hacia las playas del Rodadero y Ciénaga.

Su comportamiento laboral ha estado caracterizado por la tozudez frente a sus empleados, precipitando tres huelgas; tres dirigentes de su sindicato fueron asesinados por los paramilitares en 2004. Ha sido acusada y condenada por evadir regalías a los municipios donde opera y al Departamento del Cesar; además, ha tenido problemas con el fisco nacional.



Entre 1997 y 2010 la empresa invirtió US$1.890 millones, según su propia declaración. Al serle adjudicada la mina El Descanso en 2008, la Drummond ha aumentado sus inversiones a US$400 millones anuales. Ha estado exportando en promedio 22 millones de toneladas de carbón anuales, que proyectaba ampliar a 25 millones por la nueva mina, graciosamente concedida por la administración Uribe.

La mina de carbón de La Loma en la Jagua sólo cuenta con reservas marginales, o sea que al municipio y al país les queda un inmenso hueco con el aspecto de un paisaje lunar. La empresa prácticamente pagó lo que quiso en regalías, o sea que estuvo lejos de compensar por la extinción del recurso no renovable.



En términos gruesos, la empresa ha invertido US$2.000 millones a lo largo de los años de su operación en el país, lo cual significa que la valorización de sus activos es del orden de los US$6.000 millones. Bajo la ley tributaria colombiana, una venta por fuera de bolsa y que dé lugar a una ganancia ocasional debe pagar una tarifa del 35% sobre ésta: cerca de US$2.100 millones, es decir, casi un punto del PIB nacional.



Pero, ¿adivinen qué? La transacción se hace por fuera de las fronteras del país entre la casa matriz de la Drummond en Alabama, que es “independiente” de su filial colombiana, y Xstrata, de tal modo que la soberanía tributaria del país es inexistente en este caso y en otros. Así también se hizo la venta de Bavaria a SAB Miller por US$7.000 millones, cuya dueña era una firma residente en Islas Caimán; eludió así pagar varios billones de pesos al fisco nacional.

Muchos ciudadanos colombianos tienen registradas inversiones extranjeras situadas en los paraísos fiscales de Panamá y algunas islas caribeñas, de tal modo que, como la Drummond, eluden la legislación tributaria colombiana; para todos, sus inversiones en el país producen supuestas pérdidas, sus patrimonios son bajísimos y pagan pocos impuestos, mientras que las ganancias las depositan en los paraísos donde no les cobran ningún tributo. ¿Qué hacemos Juan Ricardo?

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