domingo, 3 de octubre de 2010

Este escrito fue publicado en la semana que termina en eltiempo.com, y ha sido objeto de ácidos comentarios y fórmulas descalificadoras por lectores de aquel espacio. Este es el segundo artículo que divulga una investigación en curso del politólogo y profesor universitario que hace parte del Grupo Presidencialismo y Participación, Clasificado C en Colciencias, y B en el Instituto UNIJUS, de la Faculta de Derecho. Es el segundo texto para el espacio de Debate sobre el tránsito de la Seguridad a la Prosperidad Democrática, que está animando la red Escuela Ciudad Blanca, de la que los blogs Coyuntura Socio Política, Gobernanza y Biosociedad, y Praxisur hacen parte. Esperamos sus comentarios, críticas y consideraciones. N de la R.

“BRICEÑO” Y LA LÍNEA POLÍTICA DE LAS FARC

Juan Carlos García

Contrario a lo que dicen las informaciones de prensa, analistas políticos, columnistas, las FF.AA y voceros del alto gobierno nacional, la muerte del comandante del Bloque Oriental de las Farc, “Jorge Briceño”, podría radicalizar las posiciones de la guerrilla comandada hoy por “Alfonso Cano”.

“Cano” pertenece a la llamada línea radical de las Farc, línea cuya proyección histórica trazó “Jacobo Arenas” en los años ochenta. “Briceño” tenía la misma ascendencia social que siguió “Manuel Marulanda” como fundador y comandante de las Farc. “Cano” como “Arenas” contaron en su juventud con una formación y militancia políticas en sectores subalternos y de clase media, el uno en Bogotá y el otro en Bucaramanga y Barrancabermeja. “Marulanda” como “Briceño” tenían un origen campesino en Caldas y Cundinamarca, respectivamente; zonas de frontera agrícola, violencia bipartidista y luchas por la tierra.

En la séptima conferencia de la guerrilla en 1982 las Farc hicieron suyo el pensamiento de “Arenas” para constituirse en ejército del pueblo. Dicha estrategia se acompañó de tácticas guerrilleras articuladas a partir de la multiplicación de sus militantes, la creación de los bloques y el desdoblamiento de frentes. La primera experiencia histórica de la estrategia de “Arenas” fue la ofensiva de las FARC entre 1993 y 1998.

El mismo “Arenas” acompañó su visión a largo plazo con la ideología bolivariana: la guerrilla debe ir más allá del sector agrario donde nació hasta convertirse en un pequeño ejército de 40 mil guerrilleros, para luego alcanzar 100 mil integrantes. “Cano” y no “Briceño” es el heredero de esta línea. Para confirmar lo anterior en el año 1998 las FARC contaban con 20 mil guerrilleros y 42 mil kilómetros cuadrados de despeje. Así las cosas, las proyecciones de “Arenas” se estaban cumpliendo.

Sin embargo, durante el proceso de paz (1998-2002) la línea político-militar de “Arenas” en la constitución del ejército del pueblo no fue la que se impuso. La línea política de la guerrilla tradicional de extracción agraria, con intereses materiales en la propiedad de la tierra fue la que intentó negociar con el Estado: “Manuel Marulanda”, “Jorge Briceño” y “Raúl Reyes”.

Todos fueron integrantes de la línea blanda del secretariado y eran proclives a la negociación política, y todos hoy están muertos. Recuérdese la famosa foto de “Marulanda”, “Briceño” y Andrés Pastrana tomada por Víctor G. Ricardo que definió la segunda vuelta presidencial de 1998. Más aún, “Briceño” no era el comandante militar de las Farc. No confundamos su lenguaje desafiante con ser el estratega militar tipo “Jacobo Arenas”.

“Briceño” comandó el Bloque Oriental durante la primera ofensiva militar de las Farc entre 1993 y 1998. Esta ofensiva planeada por “Arenas” una década atrás, les permitió llegar fortalecidas e imponer la mesa de diálogo y negociación con el Presidente Andrés Pastrana. Desde la octava conferencia guerrillera de 1993, llamada “Comandante Jacobo Arenas, estamos cumpliendo”, se perfiló “Briceño” para comandar las Farc, pero él se inclinó en 1998 por el diálogo con el Estado siguiendo la línea definida por “Marulanda”, su real mentor ideológico.

Cuando “Marulanda” y “Briceño” se sientan a la mesa de diálogo con Andrés Pastrana, la línea radical, que sigue las enseñanzas de “Jacobo Arenas” de conformar un ejército del pueblo, se va separando del diálogo con el Estado. “Cano” es quien lidera dicha decisión al creer que las Farc van ganando la guerra de movimientos. Por ello se le encarga la dirección del Movimiento Bolivariano. Sin embargo, la línea política comandada por “Marulanda” y “Briceño” salió derrotada de la negociación con Andrés Pastrana en virtud de la aprobación del Plan Colombia en el Congreso norteamericano. A raiz del cual se desequilibró la relación de fuerzas a favor del Estado con la ventaja táctica de la guerra aérea.

Derrotada la línea tradicional comandada por “Marulanda” y “Briceño” se articuló una nueva dirección en la línea ideológica que sucedió a “Arenas” en cabeza de “Alfonso Cano”. Por eso, ante la muerte de “Marulanda”, la comandancia de las Farc tenía que quedar en cabeza de “Cano” como heredero de la línea político-militar. Lo que las Farc no hicieron entre 1998-2002 por la negociación de paz, se ha intentado realizar desde el 2008, volver a las enseñanzas de “Arenas”: “entre más grande la guerrilla más irregular es”.

“Marulanda” y “Briceño” representaron la tradicional guerra de guerrillas, atada al territorio, cercana al diálogo y agrarista. Esa línea salió derrotada porque no tenía una ideología que articulara otros sectores sociales aparte del agrario, como lo deseó “Arenas” en su momento. Por ejemplo, “Marulanda” y “Briceño” no eran cultores de la ideología bolivariana como sí lo era “Arenas” y lo es “Cano”. Ambos advierten en Bolívar un general revolucionario, es decir, un conductor de hombres libres.

La línea Cano y Arenas

La línea comandada por “Cano” desde el 2008 es el ala radical de las Farc, por ser la más formada ideológicamente, la que más articula una ideología no agrarista. Salvo “Briceño” los miembros del secretariado han pasado por las aulas universitarias, se han formado en el extranjero o han tenido una antigua militancia comunista. Es decir, no tienen un origen agrario, ni un pensamiento con raíces campesinas como “Marulanda”, “Briceño” y “Reyes”. Los tres fueron responsables de la fallida negociación política, y “facilitadores sin quererlo” de la contundente guerra aérea del Estado contra las Farc.

Con la muerte de “Briceño” se cierra el ciclo de la guerrilla agraria leída en clave de colonización armada. Este fue el ciclo que abrió “Marulanda” en 1964 y que en el 2010 confirmó su derrota histórica con la muerte de “Briceño”, víctima de la guerra aérea. Con “Cano” como comandante de las Farc, consolidado con la muerte de “Briceño”, se tendería a una acción que articularía a otros sectores sociales no campesinos.

Para ello se servirá Cano y la nueva generación fariana de la ideología bolivariana y de la movilidad en páramos y zonas templadas donde la guerra aérea no sería efectiva. La respuesta militar inmediata de “Cano” podría ser contrarrestar la aviación del ejército y la policía, en la perspectiva de negociar con el Estado el futuro de la guerra que desangra a Colombia.

Grupo de Investigación Presidencialismo y Participación, Universidad Nacional de Colombia. jcgarcialo@unal.edu.co

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