viernes, 17 de mayo de 2013


EN EL TIEMPO DE  LA ACREDITACIÓN

EL DEBATE UNIVERSITARIO  EN EL MUNDO

Un  intercambio epistolar

Miguel Angel,  muchas gracias por el correo.

                                                                  Considero que esta es la punta del iceberg de un debate que tarde o temprano tendremos que afrontar: la incidencia de este tipo de "estudios" y sus "estudiosos" en el diseño de las políticas educativas que rigen a las universidades. Los estudiantes también son producto de las universidades y los profesores con quienes se "forman". 

Como es sabido por todos, los test que evalúan a las universidades a Nivel mundial (y nacional, a que a su vez tratan de emularlos) son construidos sin mucha reflexión previa (otro tipo de exclusión), excluyendo a los docentes (sobre los investigadores), privilegiando la producción  de libros (sobre la formación de estudiantes) y la producción de profesionales (en vez de la formación de seres humanos).

Por supuesto, lo anterior no solamente bajo categorías que indudablemente presentarán a las universidades anglosajonas como las "mejores", sino también que reproducen acríticamente y sin mayor reflexión el "saber" adquirido y no se concentran en el saber "comprendido" y "reflexionado".

Pareciera que los "Professors" de hoy son "parlantes ficticios" y acríticos de teorías y métodos que ni ellos mismos saben para que sirven o cuál es potencial analítico para nuestro presente. Estas universidades, parece, dejaron de formar profesionales de calidad, para pagarles a los formados en otros lados del mundo y presentarlos como de su propia cosecha.

Se contrata a los premios Nobel, por ejemplo, de otras partes del mundo, para engrosar su lista de "Professors".  Desafortunadamente, los formados allá, parece ser, o son el fiel reflejo de una Universidad que pierde buena parte de su razón de ser, o son el producto de profesores que se concentran en producir libros y no en formar personas integrales y críticas.

Dos notas

1. Hablando con el profesor Hernan Gil (Universidad Remington en Medellín), me comentó que inclusive hay universidades norteamericanas que no comparten ni siquiera los criterios de indexación de revistas. Sobre un caso particular, me comentó que un profesor le había dicho a propósito de la revista de su Universidad:, que llevaba alrededor de 100 años publicando periódicamente y que para ellos era suficiente.

A mi juicio, la calidad de la producción académica no la miden las instituciones, ni una tabla de indexación, ni las editoriales. Esta tarea debe estar reservada a los lectores, que ellos juzguen como consideren conveniente.

2. Hablando con un profesor que está haciendo un doctorado en Alemania le preguntó: ¿Por qué las Universidades Alemanas no están entre las mejores del mundo?, ¿por qué solo están las estadounidenses y las inglesas principalmente? El profesor le respondió: esos índices de medición son banalidades. La calidad de la educación que ofrecen las universidades se refleja en la calidad de su sociedad.

¿De qué sirven tantos premios Nobel si sus egresados escriben Tesis como la que acabo de escuchar?

Como decían los abuelos: la calidad de la educación ofrecida en una universidad solo podrá verse con el tiempo... con la calidad del ejercicio profesional de sus egresados. Eso no lo mide una prueba Saber Pro ni ningún índice Sapiens ni nada parecido

Queda mucho por decir.

Sin embargo, espero que me excuse la extensión del mensaje. Es necesario iniciar un debate

Un abrazo

Nicolás Javier Jaramillo Gabanzo
Maestro en Sociología
Politólogo

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