miércoles, 2 de mayo de 2018

1o de Mayo en el Sur de Bogotá.


El martes, a partir de las 11 am., estuvimos compartiendo con los compañeros del sur, la celebración de una jornada de denuncia y reclamo de reivindicaciones económicas, sociales, políticas y culturales no satisfechas por este y los anteriores gobiernos, en una localidad poco atendida por las alcaldías, y, en particular, afectada, sin solución a la vista por el desastre ambiental, que tiene dos problemas irresueltos.

De una parte, la situación de las curtiembres, y en particular, las que históricamente existen enclavadas en el barrio San Benito, y en las lindes del martirizado y contaminado cauce del río Tunjuelo, desde los tiempos en que se creó la primera junta de acción comunal, de cuya animación y orientación participó el sacerdote Camilo Torres.

De otra parte está el "basurero" de Doña Juana, que azota con mal olor y epidemias a miles de habitantes ubicados en la cercanía de su perímetro. Sobre el particular, el profesor Asprilla, como abogado dedicado a la causa de los pobladores, y luego como director de la UAESP, intentó encontrar solución del problema, y éste lo sobrevivió.

Hoy, el alcalde Peñalosa nada dice en concreto, y poco o nada resolvió sobre la crisis de las basuras. Así que se requiere una sólida reorganización de los pobladores de las localidades afectadas, y el propio municipio de Mosquera, para obtener soluciones.

Una visita al hospital donde Santrich está recluido

En el recorrido de la manifestación del 1o de mayo hubo una parada y una voz de aliento de jóvenes y adultos, solidarios con la situación de Jesús Santrich. Delante de fuerzas combinadas del ejército apostadas en el parque y alrededor de la entidad hospitalaria, hubo un mitín de unos 5 minutos con consignas y cantos de entusiasmo y reconocimiento al exguerrillero, objeto de una acción judicial originada en EUA, y de la cual no hay todavía conocimiento de las pruebas por parte del sindicado, a quien se amenaza de extradición..

A lo cual se unía el acompañamiento de la policía de a pie y a caballo, a lado y lado de las 300 personas manifestantes, que partimos del centro comercial de El Tunal, y fuimos rodeando el parque con rumbo a la casa cultural de Ciudad Bolívar donde terminó la jornada.

En la marcha la presencia de trabajadores fue escasa, y es en parte explicable, no sólo por la creciente inseguridad en el sur de la capital, que se denunció, sino también por la naturaleza y precariedad del trabajo de buena parte de sus habitantes.

Los procesos de organización y apoyo de la lucha por el empleo digno, vivienda y condiciones ambientales decentes, son, sin embargo, reivindicaciones sentidas y que exigen urgente solución. Para lo cual se avanza en la preparación metódica y firme de una constituyente social, donde la Nacho, y los universitarios tienen un papel de primera línea con sus saberes y su conciencia ciudadana operante.

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