sábado, 26 de octubre de 2013

LABORATORIO ELECTORAL COLOMBIANO. PARTE I

DE UNA CONVENCIÓN AMAÑADA A UNA ASAMBLEA CONSTITUYENTE

Miguel Angel Herrera Zgaib.
Director Grupo Presidencialismo y participación, Unal/Colciencias/DIB.


El llamado partido Uribe Centro Democrático se encuentra reunido desde ayer en Corferias, compartiendo espacio ferial con ArtBo, juntos arte crítico, a juzgar por la foto de la obra del cubano Adonis Flores, "Pelotón", que parece recordar el mundial de Argentina, en los tiempos de la dictadura  y política tradicional, que anima en primera persona, como gran patrón clientelista, el dos veces presidente, Álvaro Uribe Vélez.

El despelote de los delegados

Lo que pasó ayer con los convencionistas, que según anuncios superarían los 1300, recordó lo que pasó cuando hubo el segundo y tercer congreso del PDA, cuando éste empezaba a dar pasos de gigante para precipitarse en el abismo de la corrupción que  tuvo su tapa con la alcaldía de Samuel Moreno, quien antes de ser electo no tuvo empacho en decir, que si era necesario "comprar" votos no había problema.

El "convencionista" de nuevo tipo, el ex Uribe, siendo presidente, tampoco tuvo reato de decencia alguno cuando invitaba a los congresistas de la parapolítica a votar sus iniciativas antes que fueran procesados. El que ahora en lugar de Puro Centro Democrático, el proto-partido se llama Uribe Centro Democrático simboliza bien la inclusión de la "impureza" en sus ejecutorias.

Pero, habría que añadir algo más, que sus llamados presidenciales  al "estado de opinión" para llevarse por delante las salvaguardas constitucionales de la democracia liberal, haciendo profesión de fe "populista", ahora se esfumaron de un plumazo suyo, cuando borró del mapa democrático  "la consulta popular", y dejó viendo un chispero a Francisco Santos, que espera competir por el mancillado solio de Bolívar con su primo, JuanMa. Y a esto se pretende todavía llamar democracia.

Además de lo dicho, sabemos por los reportes de prensa hablada y escrita lo que ocurrió ayer hasta tarde en la noche con la inscripción de delegados, y en particular los acreditados por los tres aspirantes, Oscar, Carlos y Pacho, a representar al UCD, esto es, a un partido unipersonal, a trochas y mochas, con todo el desparpajo.

El propio mayordomo del proyecto tuvo que llegar en persona, y desgañitarse hasta casi "perder su voz" de culebrero,  sin las comodidades de en un consejo comunitario poner orden a la chalupa a punta de naufragar con dobles inscripciones, y con la prohibición de ingresar al recinto de muchos asistentes, venidos en buses y por otros medios de diversos rincones de Colombia, con o sin para-política en la trastienda.

Votando el programa: el sainete de la otra seguridad

"Si está claro todo que se vote, de lo contrario no." Carlos Holmes.

"Hay que votar hoy." Oscar I. Zuluaga.

"Yo no presiono ni me dejo presionar." Álvaro Uribe Vélez

Ayer, así y las cosas, se alcanzó a votar por dos de los cinco puntos principales de la plataforma, votos que para ser protegidos de cualquier robo, hurto, o asechanza, se pusieron en caja fuerte, urna triclave y bajo vigilancia policial. Prueba de la gran "confianza" que se tiene en los convencionistas y sus invitados especiales.

Para votar, estando en ayunas las garantías, y con esmirriados refrigerios, se estableció que la votación no se haría con escarapelas como identificación sino con la cédula de cada convencionista acreditado.

A las 10 pm., se votaron dos puntos, seguridad democrática y cohesión social, de lo cual la convención misma daba "prueba elocuente" por lo ya dicho. Quedan pendientes tres temas más, para hoy: confianza inversionista, diálogo ciudadano y Estado austero.

Después de las 10 de la noche, el pabellón 8 de Corferias parecía curarse de espantos. Sin embargo, Gabriel Santos, el hijo de Francisco se disponía a atarse a la urna para cuidar los votos de un eventual saqueo, por los rivales eventuales de la candidatura de su padre.

De Convención a Asamblea Constituyente

                                                Por supuesto, la terminología de la Convención, cuando menos nos proyecta al tiempo de la Revolución francesa, y al quehacer de la fracción radical jacobina por la que desfilaron Robespierre, Dantón y Marat, Saint Just.

Por supuesto, estos ciudadanos no se parecen en nada a los cuatro jinetes del "Termidor" nacional, Alvaro, Carlos, Pacho y Oscar, agrupados en el Centro reaccionario, quienes quieren a toda costa evitar cualquier avance democrático, empezando por su propio remedo de partido, que nació muerto en la cuna, para revelar su rancia catadura.

Esta Convención tampoco es la Convención de Aguascalientes en la revolución mexicana, donde se estableció el programa más radical con las figuras de Zapata y Pancho Villa presentes, y que condujeron al impulso del Plan de Ayala, y a su derrota y aplastamiento posterior, cuando las fuerzas de abajo del sur y del norte, a la entrada a Ciudad de México.

Confiaron en el entusiasmo democrático de los "burgueses y propietarios" que capitalizaron la revolución campesina y la adocenaron en el PRI, que vuelve a gobernar a México por estos días. Zapata y Villa terminaron emboscados y asesinados.

La Asamblea Constituyente, y no el referendum será la garantía para salir de la garrulería, el clientelismo hirsuto y variopinto que hace contrapeso desde la vida independiente al reclamo, a la necesidad de democracia e igualdad social que no tenemos, y que tampoco practica ni quiere practicar el "novedoso" Centro democrático, que quiso anteponer a su nombre el apellido Uribe, para obtener el mayor número de votos y congresistas para engrosar las filas del partido de la guerra.

Lo que anuncia la última encuesta

Sin duda, el  2014, es el tiempo de la democracia, de darle alas poderosas a la democracia subalterna, de abajo que exige autonomía en todos los órdenes. La encuesta de César Caballero, hecha a gente que ha votado en los últimos 5 años arroja importantes indicadores.

Porque, a contrario de los cantos de sirena de los publicistas del  UCD, estos no obtendrán los 4 millones de votos con que "cañan" hasta hoy, pero sí conseguirán elegir, si hoy se ponen de acuerdo, sus caciques y capataces, unos 10 senadores. Antonio Navarro y Clara López, por aparte, sumados, alcanzan más del 20 porciento d favoritismo electoral, y la población indecisa es, en verdad, por lo pronto "el partido ganador".


Esta indecisión se irá evaporando a medida que nos acerquemos al mes de marzo. Por lo que es el tiempo del despegue de la izquierda democrática, si es capaz de ponerle tatequieto a los mismos vicios que se muestran en la Convención del Pabellón 8. Es la hora de nona, y el tiempo de acabar con la guerra y la clientela juntas como forma de gobernar a Colombia.

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