LOS CONGRESOS IDEOLÓGICO Y
ORGANIZATIVO DEL PDA A LA LUZ DEL MOMENTO ACTUAL DE LA COYUNTURA.
Por: Luis Alejandro Rincón
Es indispensable tener una mirada
dialéctica, es decir a partir de las contradicciones que la caracterizan, como
se podría dar una evaluación objetiva del evento. No se trata de apreciaciones
subjetivas, de acuerdo a nuestros deseos e intereses sino de ubicar con alguna certeza,
no solamente el evento del sábado pasado, sino los procesos que se está desarrollando
el PDA en su conjunto.
El primer Congreso de Bogotá ha realizado
este sábado en las instalaciones de la ADE se caracteriza en sus aspectos
formales como en sus elementos de contenido.
Las contradicciones formales y su contenido político.
Resumamos lo que pensamos
desarrollar en este pequeño escrito:
En sus aspectos formales, a pesar de las
opiniones de algunos compañeros dieron antes del evento, el encuentro ideológico
fue de una parte relativamente un éxito, así como, de otra parte desde el lado
del contenido, dejó planteado una serie de interrogantes que
requieren la discusión y debate amplio, profundo, sereno tendiente a buscar y
fortalecer la unidad desde nuestras contradiciones y la construcción del PDA, en
procesos desde abajo y desde la periferia al centro que lo fortalezcan y
legitimen en esta presente coyuntura.
a. La buena participación. Es de
resaltar en primera instancia, la buena participación de la militancia que contradijo
las opiniones de quienes afirmaban la posibilidad de nadie asistiera a este
evento. Las cuatro o cinco comisiones funcionaron dentro de una dinámica a
veces caótica, si se me permite la expresión, de “mercado persa" donde todo el
mundo habló de todo lo que se le ocurrió. Siendo esto muy positivo y que
aplaudimos, ya que en buena medida las bases tomaron la palabra y pudiéndose
expresar con sus sentimientos, emociones e ideas, sin embargo estas
intervenciones se hicieron en un gran desorden, en una gran emotividad y a
veces en un sentido de "pugilato" ante este debate, más lo de siempre
el eterno protagonismo.
Y no fue tanto el hecho de que las bases se hubieran
expresado en esa forma, sino que allí se demostró la improvisación que reina
en el PDA, como resultado de una total ausencia de las políticas de construcción
del partido,
de formación y educación de sus militantes en la política y
que se manifiesta en buena parte por una dirección burocrática,a pesar
de la presencia y trabajo de algunos de ellos en estas tareas, quien no
impulsó ni menos aún organizó en su debida forma estos eventos, y de
otra parte,
afortunadamente un puñado de compañeros conscientes de la tarea y de la
necesidad de estos eventos, quienes trabajaron arduamente por hacerla
una
realidad, muchas veces a espaldas y como se dijo sin el apoyo de la
dirección,
a pesar de la buena voluntad de algunos directivos distritales y
nacionales. Lo
que reina en el plano organizativo no es la planeación, la dirección, la
administración de las acciones, sino las acciones voluntarias de los
compañeros, ya que no hay división ni especialización de tareas, como
resultado de esa falta de claridad en las políticas organizativas.
Fue pues positivo encontrar unas
bases dinámicas en la necesidad de expresar sus opiniones y de participar en la
reconstrucción del Polo. Fue negativa la improvisación, el desorden, y
especialmente la falta de directrices claras y suficientes de parte de la
dirección nacional y distrital, lo cual le quita efectividad a estas reuniones.
Si bien es cierto se plantearon cosas de hondo calado sin embargo por la
diversidad de opiniones, se daba la impresión que se hablaba al viento y
creemos que será tarea difícil para los relatores, poder captar la
diversidad de opiniones. Es de resaltar la beligerancia, el reclamo, el
disgusto de muchas participaciones que demuestran un alto grado de
insatisfacción en las bases y que cuestionan la dirección del PDA, desde
diferentes ópticas.
Allí se demuestra, de alguna manera una ruptura entre la
dirección y las bases. La burocratización de la dirección, es uno de los
síntomas a los cuales otros compañeros añaden, su falta de legitimización, y
aun su tendencia a encerrarse en ella misma, sin tener en cuenta o consultar a
las bases, más allá de los grupos en que se escribe cada jefe, sin poder plantear
una política de unidad para todo el
PDA, que es uno de los problemas fundamentales y urgentes a resolver.
A pesar de todas las
contradicciones surgidas, del escepticismo que rodea al PDA, del oportunismo en
que fuerzas del centro intentan arrebatarle espacios y militancia, de la doble militancia,
el evento demostró que era necesario, que las bases demandan pronunciamientos
claros frente a los sucesos de la coyuntura, para un posicionamiento en los
espacios de la izquierda, que finalmente permitan la sobrevivencia del PDA.
Así como la dirección si no en su
totalidad, ha mostrado su burocratismo y de alguna manera su oportunismo, ya
que aparece en el último momento fijando posiciones que tienen un tufo a grupismo
y personalismo, y como se dijo, ya que ella no organizó ni orientó estos eventos, pero sí son
los primeros en aparecer con gran protagonismo. De la misma manera las bases,
esto hay que decirlo con toda franqueza, todavía nos falta tener mayor claridad
política, elevar el nivel de conciencia ideológica y política para crear
espacios dinámicos basados en el debate ideológico, es decir la confrontación
entre ideas y planteamientos, bajo el método de la argumentación y no la
conversión de las ideas en problemas personales, que llevan a roces
innecesarios y a la creación de una mentalidad cerrada y dogmática.
El PDA debe entenderse como una
unidad de contrarios y un espacio al cual convergen diversas tendencias,
ideologías y posiciones políticas que requieren del debate fraternal, abierto y
sincero si quiere salir de la crisis profunda que lo afecta.
Se ha demostrado además que la
problemática es de tal naturaleza, que no puede plantearse ni a las carreras,
ni fragmentadas, sino que requieren una política de continuidad y
sostenibilidad. Los problemas han quedado planteados, mas no resueltos y han
quedado muchos de ellos mal planteados o por lo menos confusos por lo cual se
hace necesario continuar trabajando. Es saludable y desde ahora invitamos a
todos los compañeros y compañeras para seguir impulsando estos debates como ha
sido establecido los días jueves en la sede del PDA.
La continuidad del PDA está en manos de las bases y de los compañeros
y compañeras conscientes propositivos y constructivos, quienes tienen la
palabra.
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