domingo, 29 de julio de 2018


EL ESTADO PROFUNDO CRIMINAL DE DONALD TRUMP.

Miguel Angel Herrera Zgaib


                                                      El autor de la reseña Cazadores de Brujas en NYB, Tom Weiner, toma en consideración los más actuales libros escritos por tres intelectuales estadounidenses, a quienes llama cazadores de brujas, cuyas publicaciones han superado cada uno el millón de copias en ventas. 

Entre ellos se cuentan James Comey, retirado de la agencia FBI, y Michael Hayden, ex director de la CIA, el autor del best seller El asalto a la inteligencia. En la cita de pie de página Weiner recuerda también a Cass Sunstein, quien escribió un libro acerca de las paradojas del Estado profundo.

Esta expresión acerca del estado es del caletre del actual presidente. Ella parece ser la contra cara de lo que expresidente colombiano llamó en su tiempo, con el auxilio del think tank que comandaba José Obdulio Gaviria, el "estado de opinión," para convalidar sus pilatuna y esguinces a la ley y la constitución vigentes.

Dicho vocablo "estado profundo" hace juego con el caso que en los años 60 se identificó como "garganta profunda", con el cual se revelaron secretos de la política estadounidense de entonces. 

Aquí, lo que está de por medio, por estos días, es el problema de las filtraciones y conspiraciones para convertir a Trump en ganador de las elecciones enfrentando a Hillary Clinton, a través de la así llamada conexión rusa.

Muy recientemente Donald Trump reunido con Vladimir Putin, en Helsinki, escabulló el bulto de hacer algún cargo al exdirector de la KGB. Utilizó un fraseo que hizo al senador republicano John McCain, calificar lo dicho por su copartidario una de las más desgraciadas intervenciones que haya tenido presidente alguno de los Estados Unidos.

Después, su troupe, ha excusado a Trump haciendo correcciones inverosímiles a su inicial decir.  Continua así la sociedad del espectáculo, trasladada con todo al teatro de la sociedad política, para llevar a su pico, el descrédito del orden político estadounidense transformado en un burdo a la vez que criminal reality show.

Todo esto ocurre en paralelo, cuando ya se ventilan las aspiraciones de Mr Donald de repetir en la presidencia, cuyo único saldo positivo es darle cumplimiento de manera chapucera a su programa de gobierno en los asuntos más noticiosos, a la vez que sacar provecho del crecimiento de la economía que se adobó con el rescate  que a costillas de los más practicó el gobierno de Obama. 

El último reporte oficial habló de un crecimiento del 4 %, en contraste con las vicisitudes que muestra China, comparativamente, desde hace algo más de 2 año, sin solución de continuidad. 

A la fecha, los dos gigantes se hacen morisquetas en la autodenominada guerra comercial global. La verdad es que ambos juegan en medio de un polvorín, que puede encender los fuegos de verano en Occidente. Los afectados no serán sólo los griegos deprimidos que viven en las cercanías de Atenas, quienes lo perdieron todo de la noche a la mañana. Nos toca estar alertas alrededor del mundo.

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