lunes, 17 de abril de 2017

LA MARCHA DEL PRIMERO DE ABRIL DE 2017. LA CORRUPCIÓN ES CUESTIÓN DE CLASE

Anderson Hernández - Politólogo
anderh84@gmail.com
Pasto, Nariño
Integrante Grupo de Investigación Presidencialismo y Participación
Universidad Nacional de Colombia - Sede Bogotá


El actual alcalde de Bogotá dice en medio de las protestas de Transmilenio, que hay vándalos con un tinte político en este asunto. 

En un acto de buena fe, se hace el trabajo de un barrido de prensa, para surcar un mar de noticias de internet, donde flotan a la vista desde el descontento de los escoceses sobre el Brexit, hasta lo terrible de la movilización de los bogotanos que protestan contra su sistema de transporte.

Al parecer el servicio al cliente y el ESMAD hacen el mismo trabajo. Lo que parece raro es que en la revisión de noticias lo de “vándalos con un tinte político” se observa en otro contexto, y éste es la Marcha del primero de abril, ya que a pesar de tantas incongruencias, extrañamente calan en esta categoría que el alcalde escogido por los capitalinos regala a los medios de comunicación.

Entonces se tiene un partido político que se llama Centro Democrático, CD, que como muchos, por no decir todos, está sindicado en las coimas de Odebrecht, un caso de corrupción de esos que no tienen precedentes en la historia de la nación. 

Además, el CD es de los partidos abanderados del NO, que en el pasado plebiscito, el gerente de pantalla, es decir, de campaña fue uno de los primeros en admitir, sin ningún rubor, el engaño para que la gente saliera “emputada” a votar.

Más antecedentes delictivos

Además del caso Odebrecht, la campaña presidencial del integrante del Centro Democrático ha estado rodeada de actuaciones “delictivas”. Así lo dijo la Fiscalía el 12 de Enero de 2017, luego que archivara la investigación por el caso del hacker Sepúlveda.

Para el ente investigador, en la campaña de Zuluaga, “varias personas se encargaron de cometer delitos con el propósito de atacar el proceso de paz en el año 2014,” que se llevaba a cabo en La Habana entre las FARC y el Gobierno Nacional.

En la actualidad son investigados por la campaña presidencial de Óscar Iván Zuluaga, David Zuluaga, hijo del ex candidato presidencial, el senador Álvaro Uribe Vélez y Luis Fernando Hoyos, exasesor espiritual del Centro Democrático. (Contagio Radio, 2017)

Otro de los militantes que promocionaron aquella marcha es el dignísimo exprocurador Ordoñez, donde se le pone el prefijo ex, ya que no se pudo reelegir en el cargo de procurador al ser pillado, escogiendo y comprando otra vez a sus propios electores del congreso para repetir en el puesto de procurador.

Lo que se ha conocido es que el [ex] procurador movió todos los hilos que pudo, de carácter tanto legal como informal, a través de recursos de todo orden. Por ejemplo… recusó a la magistrada ponente del caso, en un intento desesperado por evitar la decisión. Antes lo había hecho a través de todos los recursos legales. También, a través de acciones de sus amigos, amigas, en instituciones, en el Consejo de Estado y en otras instancias –seguramente- porque él desarrolló un gran poder. (Gallon, 2016).

Los pucheros de Uribe

Hablando de fieros tenemos a los “pucheros” más famosos de este país. Los del Dr. Álvaro Uribe tan famoso como la crueldad que hay en las fuerzas paramilitares, aquel hombre creador de las Convivir, y mandatario de dos de los gobiernos más corruptos que hay en la historia de Colombia. 

Se tiene en su tiempo de gobierno casos tan aberrantes como los falsos positivos; una política de muerte, donde inocentes los hacen pasar como bajas del conflicto interno a cambio de permisos y algunos bonos (el mismo conflicto que el CD no quiere acabar). 

El programa de Agro Ingreso Seguro, donde el gran gamonal recibe generosas ayudas por parte del gobierno a finales de la primera década del 2000, porque al parecer los grandes terratenientes ni para empresarios sirven y necesitan más dinero para solventar su gran capital.

También se tiene, y no es un espejismo, el seguimiento sistemático del que no estuviera con su mandato, ubicado en el grupo de los que están en su contra; además de afirmar que ellos son comunistas y terroristas como una herencia de macartismo más a ultranza. Tampoco, y cómo, se puede olvidar la compra de votos para que la segunda relección de Uribe fuese un hecho, donde hay, en cambio, un cohecho de una sola persona.

Pero si revisan la prensa pasada el listado es casi interminable, para dar cuenta de las llamadas conductas “irregulares”, y la cadena eufemística de los “errores”. Todos florecidos en el paraíso de la “posverdad”. 

De manera que resulta chistoso que el creador de las Convivir y quien ha sido señalado desde mucho antes de llegar a la alcaldía de Medellín de tener estrechos vínculos con los jefes paras, pueda dar cátedra de ética y transparencia en el manejo de la cosa pública. (ROBLEZ Zabala, 2017)

¿Un disco rayado?

Como la derecha viene como un viejo disco que se toca una y otra vez así moleste su monótono ritmo, no puede faltar su bonus-track que no es más que otro ex. Si, ex sicario de Pablo Escobar y ahora gran defensor de esa política de guerra y muerte. Se habla y se trata de Jhon Jairo Velásquez alias “Popeye” tan cruel como descascarado. Él emula con el directo de este circo tragi-cómico. 

Este gatillero que pasa de ser uno de los ejecutores del para-Estado que funciona bajo cuerda en el país, para dizque proyectarse ahora en el tinglado político desvencijado y maloliente.

Esta pieza clave de la corrupción, con más de 250 muertos en su carrera; se convierte en youtuber de la ultraderecha, defensor del orden corrompido y criminal. Y como si fuera poco: “Popeye dice estar ganándose ahora honestamente un sueldo, pero ¿a costa de cuántas vidas?” (AGUILAR, 2016)

La verdad esto parece confuso de explicar. Tal vez sea una muestra de poder; una descarada muestra de poder. Entonces la marcha que vimos en fotografías es para que el ciudadano pueda observar que se puede ser libre a pesar de la corrupción. Esto, claro, solo si se cuenta con la oligarquía colombiana en bando propio; además de tener algunos pesos de más en sus cuentas privadas. 

Una situación indignante que hace pensar a cualquier parroquiano, en ejercicio del buen sentido, en una elite colombiana que hace la ley para romperla, y presumir mientras lo hace acompañada de un elenco de “bandidos,” que aplica la máxima de quien “peca y se arrepiente empata.” 

Fotografía: Semana.com



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