Abogado
Nadie duda que el cinismo se encuentra en todo el accionar humano. Esta conducta reprochable es considerada por nuestro entorno social, familiar y por  nuestros  dirigentes políticos la elite gobernante como forma de reaccionar cuando se cuestiona toda acción corrupta  y todo tipo de delitos, o cuando profieren decisiones basados en argumentos sin juicio, jugando con el bienestar social  En  general el comportamiento humano se escuda en el cinismo cuando se les imputan falencias perversas  que  afectan  la gobernanza y  la convivencia  humana.
Los exponentes de las conductas indebidas reaccionan cínicamente  respondiendo con  explicaciones incoherentes, con contradicciones y todo tipo de justificaciones. La táctica común cuando se señalan  delitos, malversaciones, sobornos, pecados, peculados, prevaricatos, es la negación rotunda, aun  exhibiéndoles pruebas, negación  que ofende ante también conductas como la falsedad y las  mentiras despampanantes.
Todo este proceder vicia dando alcance a todos los hábitos que encierra su comportamiento criticados muchas veces por los mismos actores con ahínco resaltando la doble moral. El cinismo es esa pandemia que destruye convicciones, pensamientos, ideologías, azotando la dignidad, la justicia y el orden ético de la vida El cinismo  mueve todo el reproche social pues mentira excelsa que lo es, es condenable desde todo tipo de principios humanos, desde toda armonía social  pues alude a un descaro en los comportamientos por sus innobles connotaciones.
Para el cínico lo que  importa es el acto mismo de su comportamiento que lo considera normal. Dícese que el cinismo es acto sarcástico y como tal  siempre provoca rechazo. Irrespeta a la persona, a su dignidad y a la sociedad en general.  El cinismo causa estupor pues es una forma de conducirse manifestando propiedad y  firmeza lo que le imprime un carácter de indigno. El cinismo  es un modo de vida para quienes lo practican, pues hoy en día este acto despreciativo cunde todos los sectores públicos, privados y familiares.
Para  el cínico la  forma de  vida  de los  actos  para  quienes lo  practican los  consideran normales. Hoy  en día se  mira el cinismo peyorativamente.  En el pasado el cinismo tenía un concepto muy diferente a tal grado que no era reprochable.  El cinismo en estos tiempos es motivo de descaro, de falta de vergüenza.
El cinismo social
El cinismo en lo social se manifiesta en juzgar las conductas ajenas, en el censurar los hechos que por lo regular no son aceptables. Muchas veces callamos en  manifestar comportamientos solo  por pensar que no seamos bien recibidos en el círculo grupal. Porque callar cuando algo nos frustra, cuando algunos asumen conductas impropias  que van contra la dignidad  de  otros,  o porque callar cuando se falta a los principios, al buen convivir o al buen gobierno.
¿ Asumir en silencio es apología?, es cinismo social. Un cinismo social nos lleva por la senda de la hipocresía, de callar para que no se nos  juzgue.  La verdad con respeto siempre- Hay que manifestarnos ante los hechos  injustos, ante los hechos cínicos.
En el campo religioso el cinismo cunde y más cuando tenemos una fe compleja y una iglesia cuestionada y una  espiritualidad como la fe que se comercian como cualquier producto de supermercado. No podemos ser cínicos callando las diferencias ante los engaños y los dogmas de contrasentido. El cinismo religioso hace perder el sentido evangélico conduciéndonos al fanatismo, al sentir de encontrados criterios, de encontradas creencias que se vociferan en los atrios de los templos  mismos.
En otras palabras, permanecer ecléctico conduce a ser un creyente carente de juicio, conduce  a vivir  en la oscuridad de los dogmas dados por el cinismo que  proclama la fe basada en obras, pero por otra lado la predica es contraria a la practica. Este cinismo ha  llevado a la sociedad a vivir todas las  creencias , en su interior con su Dios personal. Alejadas de las iglesias.
Cinismo político
El cinismo en lo político al decir de los pensadores es una afrenta contra la democracia. Y esto porque el cinismo político es el escudo del descaro, de los incapaces que destruyen el orden ético y moral. El cinismo es el común denominador del actuar en la administración pública, en lo político, en el mundo de los negocios, en la sociedad civil.
En cada estamento social, los bienes espirituales y materiales son pisoteados por el cinismo y que decir del derecho a la justicia, donde los togados y funcionarios cínicamente imparten sus sentencias glorificando la impunidad con filosofías jurídicas personales jugando con la libertad,  la dignidad humana , la defensa de los bienes  y su seguridad física y moral.
Y no es difícil ver el cinismo en  la otra práctica de la justicia con la excarcelación de los delincuentes por falta de pruebas o por los llamados acuerdos o por no ser un peligro para la sociedad o por lo tan corriente hoy en día, el llamado vencimiento de términos. En otras  palabras la justicia se maneja con la ley del cinismo.
Del cinismo nace la corrupción a través de las engañosas campañas políticas donde  cunde  la promesa canalla que aviva disque acciones sociales pletóricas de bondades para las  clases mas necesitadas. Y que del sentir de los partidos políticos llenos de misiones democráticas pero en su interior ocultan los yerros propios de tan maquiavélicas organizaciones, fabricas de bandidos para ejecutar maniobras de favorecimientos  para tantas elites que vienen  gobernando  al país.
Los cínicos se alzan orgullosos  de sus perversidades que ponen a disposición de sus actos por encima de sus funciones. Siempre los cínicos se muestran  combatientes del poder empleando sus talentos para llevar a cabo luchas contra los procesos generadores de violencia. Cuando el cinismo es descubierto tienen la desfachatez de mostrarse probos, dotados de moralismos, además de mostrar su insolencia contra las autoridades y otras organizaciones publicas o privadas amen de decir que se someten  a cualquier juicio,  a cualquier investigación.
El cinismo burocrático
¿Qué decir las posturas que esgrimen tantos funcionarios públicos? cuando se les incriminan sus fallas en los servicios públicos y en todos aquellos proyectos sociales que  no funcionan o nunca se han ejecutado o se han ejecutado quedando a mitad de camino, abandonados al sol y al agua. No hay  palabras para describir la candidez de estos bandidos de  la democracia para quienes todo esta funcionando, solo que han aparecido ciertos puntos que merecen revisión, revisión que nunca aparecen y al final las obras mueren por la incapacidad y la corrupción.
Los cínicos dicen siempre que todo va bien, que no pasa nada, que todo esta dentro de los protocolos. Como en la cruz, cuando Jesús dijo...Perdónales porque no saben lo que hacen, nosotros diremos ante este cinismo pervertido...Perdónales porque sabiendo lo que hacen, lo siguen haciendo. Para el cínico siempre esta la respuesta  altanera, insolente y la burla  cuando es abordado por sus conductas deshonestas lo que denota la prevención y la defensa expectante sugiriendo de  esta manera lo consciente de sus actos.
Hoy se venera el cinismo de los   que ostenta el poder ya en lo político, ya en los dirigentes gremiales,  ya en las fuerzas económicas canallas, en las  financieras, y demás entes sociales de incidencia  gubernamental y de control  como un azote  que se ejerce sin  menoscabo alguno,  llegando incluso  a los hogares donde cada miembro de la familia busca sus propios beneficios
La sociedad se encuentra enfrentada al mas descarado cinismo de sus dirigentes en un  mundo globalizado, donde todos los agentes del estado y otras comunidades civiles y sociales creen y hacen
creer que sus conductas, que sus afirmaciones, que sus posiciones son apropiadas para su madurez, enmarcadas dentro de los postulados constitucionales y legales. Este juego de poder cínico,
especulativo e ilusionistas tiene que ver con abierta influencia y participación de grupos marginales cuyo fin es disponer de las arcas del estado o mejor del dinero de los ciudadanos . Esto de otra parte se convierte en una ceguera infame permanente, dejando abierto espacios que señalan su codicia pues en  sus discursos admiten sus intenciones particulares, mofándose de la comunidad desvergonzadamente con vacías afirmaciones justificativas.
Cinismo como costumbre
El cinismo se vuelve una costumbre  asumiendo la característica de un antivalor persistente como  común denominador de sus actos, que ejerce con capacidad, con saber, con talante, con verdadera praxis, con espíritu creativo, como  una obra de teatro,  con   despliegue de audacia y  maniobrabilidad, esto es, se adapta a las  circunstancias. Ante  la  avalancha de la  corrupción vemos discurrir el cinismo cuando estado y entes de control en asocio con los medios de comunicación despliegan actos de investigación, indagación y aprehensión de personas por espacios de tiempo . Y pare  de  contar,.
Cinismo es pues silenciarse todos los medios de control de su gestión jurídica al tenor que los implicados pertenecen a las elites sociales.  Impunidad es la respuesta para favorecer las  elites. El cinismo aplicado se ve reflejado mediante las argucias jurídicas  para llevar  los procesos a la  preclusión  o archivo por medio de un juez que plumazo en mano   configura la figura del tape- tape
El pueblo  no puede ser elector de politiqueros y gobernantes cínicos.  La sentencia civil es un reto al cambio contra toda conducta que atente contra la dignidad humana. La característica del cínico se asemeja a una gran comedia ejerciendo diversos papeles según  las circunstancias donde actúa con sarcasmo  presentando escenas donde siempre se mofa  de la sociedad
Cinismo y escándalo
Reafirmemos que cínico y cinismo comulga con la filosofía del escándalo social. Para el cínico el fin justifica los medios. Se desprende de este axioma la indiferencia ante los valores y el irrespeto a las normas y a las personas. El cínico se caracteriza por no atender lo que piensan los demás, ellos imponen su voluntad y siempre están atentos para actuar utilizando los mas variados elementos y sistemas haciendo creer su justo comportamiento.
Alguien define al cínico como la falsa conciencia, como la doble moral cuyo fin es conseguir objetivos propios rompiendo toda regla social, desconociendo todo compromiso. Hoy no vivimos la razón humanista sino la del poder canalla de los gobiernos, de la política, de los negocios y de las creencias con sus ideologías dogmáticas donde una ética  fría discurre cínica e irresponsable.
Esto es volvernos mercaderes del patrimonio interior viviendo la falta de valor pare reconocer los errores, la permisividad que encubre las conductas que encuentran disculpas para todo. Y por eso nunca hay responsables o se les oculta con la impunidad. El cínico tiene la candidez de declararse inocente. Un análisis sutil de esta reflexión es...El problema  no es el cinismo, sino el hombre. No hay duda que la capacidad del maniobrar humano es la mas peligrosa  por su habilidad y poder de arrasar la sociedad hacia el caos y la corrupción conjugando toda clase de  jugadas y trucos políticos en cada escenario donde gobierna o participa. 
Cinismo y emociones
En  la acción cínica,  politiqueros,  gobernantes o líderes sociales se  expresan en sus actos corruptos mediante el manejo de las emociones de la sociedad, ellos se apropian del conocimiento emotivo para engañar,  para mostrar su pulcritud,  para querer demostrar su  inocencia.
Las emociones establecen  comportamientos según el interés, alentando la comunicación, expresando agrado o desagrado guiando  a la toma de decisiones, usando la culpa, el temor, la información, la forma de pensar, ejerciendo para todo ello un  liderazgo.  Apoderarnos de las emociones de otros, no es otra cosa que manipular las conductas para  explotarlas, para conducirlas por  donde se quiera, utilizando vilmente los sentimientos de los demás, ejerciendo chantaje emocional.
Como contener este acaecer ¿ Lo hacemos todos?.  El gran común de  la sociedad con espíritu de lucha a través de la rebelión que va a destruir lo  impropio y crear lo que es propio, cambiando la conciencia y  la pasividad humana con firmeza y  persistencia.  La rebelión genera conciencia de lucha para destronar las estructuras perversas que nos siguen invadiendo con el mayor  descaro.

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