ERDOGAN Y LA "CABEZA DE TURCO" EN EUROPA.
MIGUEL ANGEL HERRERA ZGAIB
Proyecto Seminario Internacional Antonio Gramsci y Global Gramsci Society.
Profesor Asociado, CIencia Política, Unal
El régimen autoritario de Erdogan y el AKP continúan su purga, más la disposición manifiesta de imponer la pena de muerte con la "bendición" de un parlamento en el que tiene la mayoría.
De otra parte, Erdogan y su primer ministro Binali Yidirim identifican como principales responsable del golpe de estado fracasado al exjefe de la fuerza aérea turca, el general Akin Oztürk, y al imán Fetulá Gülen, a quien se señala como instigador intelectual desde su exilio en Estados Unidos.
La pena de muerte es "la cabeza de turco" en este asunto, porque la UE, según Mogherini conduciría a que Turquía salga de la lista de posible ingreso a la Unión Europea afectada también por el Brexit.
El orden imperial y el enemigo interno
John Kerry, el secretario de estado estadounidense, al pedido de extradición del imán se ha comprometido que si hay prueba efectiva que lo vinculen con el golpe, lo remitirá al gobierno turco. Sabido es que esta autoridad religiosa ha rechazado cualquier vinculación.
La purga es muy grande como lo es el tamaño del estado turco que ha crecido paquidérmicamente desde los tiempos del líder y arquitecto de su unidad, Kemal Ataturk.
No pocos sostienen que Erdogan viene impulsando una contra-reforma, cada vez menos velada, para abandonar la efectiva separación entre iglesia y estado que era uno de los más preciados postulados del "padre de la nación turca".
Es pues la hora del "destape" frente al mundo, y a Occidente en particular. Turquía con mayoría musulmana se inclina por los chíitas y combate a los sunitas de ISIS, quienes gobiernan territorios en Iraq y Siria.
Erdogan y su clique lo hace a cambio de ingresar a la UE, y de mantener la sustancial ayuda económica y militar que recibe de EUA y sus aliados, quienes operan desde la base aérea de Incirlik para bombardear día y noche las posiciones del "Calificato islámico".
De Turquía a Siria, un laberinto
No queda claro todavía, pues, qué relación hay entre los seguidores del Islam en sus dos principales tendencias, sunitas y chíitas. Pero sí, la deuda histórica con el genocidio de los armenios, que Erdogan niega con descaro; más la persecución inveterada y ataques actuales a la resistencia de los Kurdos, y a su partido comunista, el PKK que también combate en Siria e Iraq contra los sunitas, quienes han sido sus enemigos, y la apoyatura para ejercer la represión interna contra ellos en Iraq, durante los tiempos de Sadam Hussein.
En este laberinto queda cada vez más clara la tronera que abrió en el orden castrense que rige en esta parte del mundo, con el derrocamiento, sin fundamento, de Sadam Hussein, y posterior ejecución. Occidente ha desencadenado una secuela de desastres que ahora quiere sellar a los bombazos.
Después del levantamiento de 1980, 36 años ha, aparece la reacción como un salto "hacia atrás", a través de una verdadera dictadura civil. Justificada por Erdogan contra el intento de una contra tendencia que se mostró en una escaramuza armada que dejó más de 200 muertos. Una tendencia favorable al laicismo; contraria a la corrupción rampante y a las medidas represivas contra el éxodo de sirios e iraquíes que huyen de la guerra y la miseria inducida en sus países de origen por las aventuras imperialistas de Occidente.
Ahora se exhiben a los golpistas para justificar represión, detención, tortura y muertes, por lo pronto a granel, en una esquina del Mediterráneo. El mar interior que vuelve a ser "protagónico" en la historia del mundo. Conviene entonces volver a leer el monumental trabajo de Fernand Braudel, figura principal de la segunda generación de la escuela histórica de los Annales. Es cruzada global parar la guerra en las fronteras y la represión brutal al interior de la península de Anatolia.
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