sábado, 20 de julio de 2013

EL OTRO 20 DE JULIO. 203 AÑOS DESPUÉS

¿PROTESTAS SÍ, BLOQUEOS NO ?
Miguel Angel Herrera Zgaib. Profesor Asociado, Unal.
Proyecto Constituyente Social y Paz Democrática.

"Quieren aprovechar la protesta social para ganar elecciones..." Juan M. Santos.

"...Santos está furioso por la oposición que le estoy haciendo." J.E. Robledo, PDA.

Protesta sí, bloqueo no, esta es la "sentencia" que vía twitter comunica el presidente Juan Manuel Santos, quien se ha comprometido en llevar adelante por cuarta vez, las negociaciones de paz con la guerrilla de las Farc-Ep. 

Este mes de julio, el del grito de Independencia, está sembrado de paros y bloqueos que protagonizan los de abajo, los grupos y clases subalternas. En diferentes lugares, en el Catatumbo, en la población de Tibú, donde el paramilitarismo con la jefatura de Salvatore Mancuso impuso el más brutal de los terrorismo con la complicidad oficial; en Caucasia, Marmato y Quibdó, donde coparon el remedo de aeropuerto que allí tienen, los pobres exigen sus reivindicaciones.

Protestas e Igualdad Social

"...no se tolerarán extralimitaciones en la huelga, como por ejemplo acciones delictivas." Corte Suprema de Justicia, Sala laboral, magistrado Carlos E. Molina.

Las protestas tienen amparo en lo que queda de la Constitución de 1991, que "consagra" que el Estado promoverá que la "igualdad sea real y efectiva", en el sonoro artículo 13, que hoy sigue solitario, este 20 de julio, 203 años después que se produjo el grito, y el mítico episodio del florero.

En aquella casa, en noviembre de 1985, después de la ocupación militar del Palacio de Justicia, por el M-19, se dispuso a qué sobrevivientes se torturaría y daría muerte. Allí estuvieron Irma Franco y el magistrado auxiliar, Carlos Horacio Urán, y muy seguramente los 11 desaparecidos del Palacio. 

Las vías de hecho, con muerte incluida, como ya consta, según dictamen de Medicina Legal, en la muerte de 3 campesinos en la protesta del Catatumbo. Fueron tiros de fusil que no se pueden comparar con el uso de los explosivos caseros, y los cocteles Molotov; y sin que ninguna fórmula de violencia se promueva en estas líneas de análisis. Estamos a la espera de qué murió la cuarta persona, y se comprobó lo dicho por el delegado de Naciones Unidas, que fue censurado por los ministros de defensa y del interior, sin fundamento.

Los "instigadores" y sus supuestos

"Es muy amigo mío y es un tipo decente". A propósito de Oscar Gutiérrrez, de Dignidad Cafetera, palabras de Robledo.

Para el pasado 19 de julio estaba concertada una reunión con las autoridades y los mineros en paro. Y el gobieno no llegó, pero en cambio si hubo el anuncio que todos los "bloqueos" serán rotos con el concurso de la fuerza pública, y en particular, el Esmad de la policía, que, según lo consignado por Medicina Legal utilizó armas de fuego en la represión de la protesta en el Catatumbo.

Ahora está incluido el señalamiento de los líderes sociales y políticos como Oscar Gutiérrez, quienen hacen oposición; o Piedad Córdoba, quien se ha presentado en los lugares de conflicto para manifestar su solidaridad con los manifiestantes. Lo cual no ocurre con los otros liberales, incluidos voceros nacionales de la socialdemocracia, como Ernesto Samper u Horacio Serpa.

Carrillo, el ministro del interior, quien fue famoso por impulsar la séptima papeleta en la movilización estudiantil de 1989, que le fue premiada con un ministerio de justicia, que se hundió en la Catedral de Escobar, ahora señala a Gutiérrez, diciendo que "imparte instrucciones para la entrega de dinero y apoyo al paro". Lo cual de ser cierto, no es para nada ilegal, ni censurable.

Se señala también que Gutiérrez "afronta un proceso penal", lo cual no quiere decir, que haya sido procesado, o sancionado penalmente. El expresidente Uribe Vélez, por ejemplo, tiene cualquier cantidad de procesos en curso, y no por eso está impedido de decir y hacer lo que hace, con o sin razón.

Está claro también, que Gutiérrez como Robledo son militantes del PDA, y Piedad de Marcha Patriótica, y Clara López, que censura que el Gobierno estigmatice a la oposición. Pero, ell@s existen y cumplen la función de ser oposición política y social. Aunque la Constitución de 1991, después de 22 años de vigencia, en un país que se ufane dizque de ser democrático, no ha sido capaz de reglamentar el Estatuto de la oposición.

La Paz y las Elecciones del 2014

En La Habana, gobierno y Farc-ep, están discutiendo el asunto de la participación política, que por supuesto tiene razón de ser para transformar las condiciones de vida de Colombia, y los colombianos de carne y hueso, necesitados y sufridos por millones. 

No es la política pensada para honrar y engordar el capital financiero, a la manera como lo hacen legal e ilegalmente, sus expresiones políticas bipartidistas, y mixtas, como el uribismo y el santismo.

La protesta y el bloqueo, su legitimidad, se derivan del grosero favorecimiento que tiene el capital nacional y transnacional, y el menosprecio del trabajo nacional en todas sus formas, los pobres, los trabajadores, los que viven la miseria y la pobreza, quieren y exigen su parte en la "prosperidad", y reclaman que a Urrutia, Sarmiento, Falabella, Pacific-Rubiales, Drummond, grandes farmaceúticas que esquilman, depredan y explotan, se les coloque en su sitio.

Las elecciones de 2014, una forma de representación política regular, y fraudulenta la más de las veces, será un termómetro de en qué medida la protesta se ha organizado efectivamente, y se traduce en una revocatoria práctica del congreso, lo que no ocurrió con el referendum que lideró el senador Camilo Romero, al que le faltaron algo más de 300 mil votos.

Y claro, la paz, su presente y futuro, ha tenido un laboratorio sangriento en el Catatumbo, donde se dan cita todos los autores, y la presencia combativa, digna, autónoma de los subalternos, que sobreviven a las masacres paramilitares y oficianes. Estas protestas y bloqueos no quedan comprendidos ni subsumidos en las elecciones del 2014. 

Estos reclaman una constituyente social que ponga en realidad lo prometido e incumplido de la Constitución de 1991, cuyos delegados fueron inferiores a la tarea que como constituyentes les fue reconocida. Esta vez la Constituyente tendrá que ser con refrendación ciudadana. En esto no se equivocan los delegados de las Farc- Ep.

Pero serán los subalternos quienes tienen la palabra en primera fila, en lo electoral y en los hechos. Empiezan a vislumvbrarse las condiciones de la segunda independencia, la de la verdadera democracia, la única que amerita ese nombre, la que practican los muchos, los de abajo, las diversas formas de trabajo productivo. Así se celebra la otra independencia, en Tibú y en todos los lugares de protesta, y de "bloqueo" a la voracidad del capital (trans)nacional.
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