jueves, 29 de junio de 2017

LA OTRA VERDAD DESPUÉS DEL 27.

MIGUEL ANGEL HERRERA ZGAIB

Adiós o rendición
                                                  Juanita León, activa en un portal de su resorte y orientación, lanza sus útiles apreciaciones que titula para el espacio virtual del New York Times. La dejación de las armas, hoy, el presidente Santos las denomina entrega, y señala que ayer se selló tal ciclo. Las Farc-ep, como antes el M-19 ha insistido e insisten que no hubo entrega de armas sino dejación de las mismas.

La foto con Rodrigo Londoño, luciendo la camiseta de Noruega/Norway, y acompañado de una autoridad policial, con sus tres estrellas en la gorra, y en el otro costado una camarógrafa, que parece ser de las Farc-ep registra lo que ocurre a sus espaldas, con un helicóptero emblemático detrás de los tres.

Una despedida anticipada

Santos, entrevistado hoy por Blu, a apenas algo más de un año de fin de su reelección, que arrancó como la de Uribe, fundada en un cohecho probado, que él había consumido su capital político por una causa histórica, y no por la ilusoria popularidad coyuntural, como la que obtuvo, por todos los medios, su opositor Uribe Vélez, cuando gobernó.

Sobre la paz, Pastrana y Santos jugaron sus cartas, pero en direcciones diferentes, y las Farc-ep, antes y ahora, entendieron, con dolor, que la guerra que libraban y su desenlace era otro: la disputa por la hegemonía. 

Recordando de atrás hacia adelante

Pastrana perdió en ese juego, y San Vicente del Caguán, para el bloque dominante, fue un fracaso, porque se trataba de lograr la entrega de las armas por las Farc-ep, a cambio de promesas, que en nada se parecían a los acuerdos de San Francisco de la Sombra. 

Vino entonces, el hacer de su detractor principal, Álvaro Uribe, hoy su nuevo mejor amigo, en lucha contra Juan Manuel Santos, quien sí logró pasar del muro de la legitimidad, la creencia/incredulidad de la insurgencia subalterna. Ahora dirigida por Timochenko después del asesinato de Alfonso Cano, quien en el análisis resolvió el entuerto del Caguán, pero no vivió para contarlo.

Es el tiempo de la disputa hegemónica en el terreno de la sociedad civil, y la iniciativa la tiene el gobierno nacional. Las farc-ep están pidiendo que liberen a todos los prisioneros, esto es los presos políticos de esta guerrilla que siguen en las cárceles. La sonrisa de Londoño, ex Timochenko, y su discurso del 27, donde dijo que la insurgencia no desaparece, sino que se convierte en partido político.

Timo, como le dicen algunos, habló delante de un grotesco monumento dorado artificial que fue el regalo que le hizo el presidente: un fusil de asalto que termina en una pala, esto es, el tránsito de la modernidad violenta a la tradición de la agricultura premoderna.

De otra parte, la Corte confirmó la legalidad de la representación de las Farc en el congreso, esto es, los 6 intelectuales, una mujer y cinco hombres, que llevan su vocería para el tiempo que resta de aquí al cumplimiento de lo acordado para tramitar legislativamente, que cesará al final de la administración Santos. Una situación afectada por los bloqueos dentro y fuera de la coalición de gobierno, esto es, entre las alianzas congresionales de la reacción y la derecha.

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