ELECCIONES Y GUERRA DE POSICIONES DEMOCRÁTICA
UNA TERCERÍA ES POSIBLE, VIABLE Y NECESARIA
Miguel Angel Herrera Zgaib
Profesor Asociado, C. Política
Grupo Presidencialismo y Participación
presid.y.partic@gmail.com
En esta oportunidad no hay promotores reconocidos del voto en blanco, que tenga un respaldo de la Registraduría y el Consejo Nacional electoral para adelantar de igual a igual su campaña. sin embargo, la realidad en cifras da estos indicios arriba consignados.
Sin embargo, una voz polémica como la que más, la del escrito Fernando Vallejo, ha llamado la atención sobre esta causa, y ha sido publicitada por los medios, con un doble propósito, persuadir o disuadir de tal conducta a los ciudadanos.
Sin embargo, es esta una oportunidad para darle al voto en blanco un peso programático para ejercitarlo en la primera vuelta con contundencia, o para hacer una causa común con las fuerzas de centro izquierda que habilitara un segundo lugar, inclinándose el 15 por ciento a un respaldo en la intención del voto por Clara o por Enrique Peñalosa, ya que estos dos candidatos fueron incapaces de articular una opción que los juntase, perdiendo la oportunidad de tener una clara tercería electoral.
A hoy, la propia Alianza Verde, en su interior ha hecho agua, en la medida que un sector de progresistas, de manera vergonzante ha hecho anuncio de respaldo a Santos en la primera vuelta. En esta operación Petro, su líder carismático ha guardado "respetuoso" silencio como se lo ordena la ley electoral. Pero la delegación ha sido escarnecida por rivales y partidarios.
No parece, en cambio, que en la primera vuelta los conservadores encuentren todavía la vía para dejar a Martha Lucía, aunque así lo anunciaron los reeleccionistas, atemorizados por las sanciones de "doble militancia". Pero si lo hicieran, en su maniobra, tampoco alcanzarían en cifras a ganar para ganar en primera vuelta con Santos, ni con Zuluaga.
Hay, según Datexco un 2,9 que no sabe, que por supuesto disminuirá en lo que resta del tiempo para la votación. Así están las cosas, y es oportunidad para hurgar en el saco de los abstencionistas, y de la población rural, que casi nunca es realmente auscultada por ninguna encuestadora.
Ellos supone un mensaje claro para los movimientos sociales, en primer lugar, que no siempre votan, para quienes están influidos por las guerrillas, para en su conjunto barajar las cosas en términos de favorecer un ejercicio constituyente, tanto en la primera como en la segunda vuelta, en un tiempo, que para Gramsci, se corresponde con una guerra de posiciones democrática entre partidario de la guerra y de la paz, en primer lugar; y en segundo con una opción de centro izquierda de ponerle dientes a la paz posconflicto con una cascada de reformas socio-económicas fundamentales. Y el voto en blanco es una forma de avanzar en ello de manera contundente.
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