El pasado 8 de agosto, en Medellín, se reunieron un conjunto de colombianos dispuestos a hacerse partícipes de un proyecto político, que de entrada se define como democrático, pero que en sus considerandos es, en efecto, democrático representativo, aunque se declara defensor del legado de lo que queda de la Constitución de 1991, como realidad y como promesa.
Sin embargo, a este respecto, conviene recordar que en ella se entronizó el reclamo por la participación democrática, que no puede en ningún caso quedar reducida a la representación que es su especie menor. De otra parte, poco o casi nada se dice sobre la solución de la guerra, o el conflicto interno. Lo cual hace pensar que estos colegas, ciudadanos todos, vivieran en otro país, y habitaran el variopinto paraje del centro, con sus cualidades y defectos.
Otra nota "curiosa" y sintomática es que el "pedido de la palabra", no solo no queda claro a quién se le hace, si es a una entidad abstracta, o a los gobernantes de turno, sino tampoco por qué se escribe con mayúsculas POLÍTICA para denotar que se hace al servicio del pueblo. Esto es, que los firmantes se disponen a representarlo, o a construir y reconvenir la autonomía ciudadana, el poder decisorio de ésta, ordinaria y extraordinariamente.
Pero, de todos modos, es un comienzo, un entusiasta inicio de una interlocución plural con diversas procedencias, que por lo demás ya se entusiasman con la posible candidatura de José Antonio Ocampo a la presidencia en el próximo 2014, quien por supuesto tiene que saber, que en Colombia no hay igualdad social; que lo consignado en la Constitución de 1991, esto es "que la igualdad sea real y efectiva" sigue siendo una promesa, en el tercer país más desigual de la tierra. N de la R.
ENCUENTRO CIUDADANO POR LA DEMOCRACIA
PEDIMOS LA PALABRA
Somos un colectivo de ciudadanos y ciudadanas demócratas. Somos parte de la ciudadanía
indignada que por múltiples redes se ha tomado la palabra para ejercer la controversia con
argumentos y propuestas, ajenos a la polarización, el engaño, la arbitrariedad y la demagogia
que quieren copar ahora el debate público.
El objetivo principal que nos une es recuperar el sentido público, ético y representativo de la
política. Nos proponemos hacer frente a la corrupción en el sector público y el privado, a la
captura criminal de lo público, al uso de las instituciones del Estado no al servicio del
ciudadano sino de la clase política que lo dirige. Lo que necesita el país no es la reconciliación
de personalismos, sino la reconciliación de la política con las aspiraciones de la ciudadanía.
Nos comprometemos a promover acciones permanentes para que Colombia no siga siendo líder
mundial en desigualdad.
Nos indigna el racismo, el clasismo y el machismo que subyacen en la
pobreza, inequidad y exclusión que agobia a nuestras regiones y a millones de nuestros
ciudadanos y ciudadanas. Nos proponemos lograr que el modelo económico incluya seria y
coherentemente la política social y ambiental, y que se asuman en la práctica y no sólo en el
discurso, actitudes de respeto por la Madre Tierra. Nuestro desafío es garantizar la inclusión e
igualdad real y difundir los beneficios de la economía y de la sociedad del conocimiento a
todos los colombianos y colombianas.
Compartimos también el compromiso de impulsar una sociedad incluyente en la que se respete
la multiculturalidad y plurietnicidad de la Nación y se reconozca con hechos la existencia de los
pueblos originarios de estas tierras que piensan, sienten y actúan distinto, que quieren cosas
diferentes de la vida y disponen de formas alternas de ejercer el control social en el marco de la
Constitución.
No se pueden aplazar más las soluciones al desarreglo institucional del Estado, permeado por el
clientelismo y la corrupción. Para ello es indispensable elevar el nivel ético e intelectual de la
política en todas las instituciones públicas, en primer lugar en el Congreso de la República.
Nuestra mayor aspiración es la paz de Colombia, fundada en la POLITICA, así con mayúsculas.
En la POLITICA al servicio del ciudadano, de la equidad, la justicia, la inclusión; basada en la
multiplicidad de nuestros saberes y diversidad de nuestros pueblos.
Alcanzar estos objetivos nos exige que el rumbo de la sociedad se sostenga con firmeza y paciencia en el respeto al espíritu y propósitos de la Constitución del 91, con los cuales seguimos firmemente comprometidos. Hoy iniciamos un primer dialogo. Nos proponemos recorrer el país, incluir más voces y
escuchar todos los ángulos. Consolidar una plataforma de diálogo y acción política ciudadana
que persevere en traducir estos propósitos en acciones que influyan decisivamente en el rumbo
de nuestra sociedad, nuestras instituciones y la política, a través de todos los caminos que
contempla nuestra democracia.
Para eso pedimos la palabra.
Medellín, Agosto 8 de 2012
En la siguiente nota aparece otro comentario a la Declaración de Pedimos la palabra. Los invitamos al debate, y que incorporen sus glosas, comentarios a lo propuesto, a dos años de una nueva elección presidencial, que incluye, por supuesto, el entusiasmo reeleccionista, directo o por interpuesta persona, que hoy le quita el sueño al twittero "mayor".
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