domingo, 12 de junio de 2016

ENTRE PAROS Y DISPAROS

miguel angel herrera zgaib

Proyecto @utonomistas.

"ese tal paro agrario no existe." J.M. Santos

Ya corrieron dos semanas, desde el 30 de mayo, cuando la Cumbre Agraria, Campesina, Étnica y Popular puso en práctica la movilización y la autonomía subalterna, para demandar del bloque gobernante el cumplimiento del 80 por ciento de lo acordado como resultado del paro agrario del año 2013.

El 7 de junio, al paro agrario se sumó el de los transportadores de carga, aunque tienen direcciones independientes y reivindicacioones específicas. A éstas, de una parte, el ministro de agricultura, Aurelio Irragorri contesta que de 8 puntos, sólo uno tiene que ver con el agro.

Para César Jérez, uno de los dirigentes de la Cumbre confirma que son 8 los puntos: tierra, ordenamiento territorial, economía propia, minería, cultivos ilícitos, relación campo-ciudad, derechos sociales y paz.

La razón de ser

Las 11 organizaciones aliadas en la protesta nacional, han movilizado según la Personería a 65.500 manifestantes, según el gobierno y El Tiempo a 16.490, a 12 departamentos más la región del Magdalena Medio.
Hubo ya tres muertos en la contabilidad trágica, dos indígenas en el Cauca, muertos a tiros recalzados, y un manifestante en Buenaventura.
En lo que tiene que ver con el paro de transportistas, se levanta un pliego de 14 puntos con el respaldo de las organizaciones ATC y ACC, y se han afectado 9705 tractomulas, esto equivale al 15% de las 64700 que ruedan por las carreteras colombianas.

Las pérdidas de este sector ya superan los $57.648 millones, van tres reuniones infructuosas con el ministro del ramo, Jorge Eduardo Rojas. Entre los puntos disputados, no cumplidos por el gobierno están el no cobro para el Fondo de estabilización que se agrega a los peajes, respeto a los fletes establecidos por el Sice, y para los conductores vivienda, pensión y seguridad social que no tienen.

¿Una nueva economía?

El flamante ministro de hacienda, Mauricio Cárdenas anuncia una nueva economía, que según él cambia el norte extractivista por una fórmula que estimulará la industria, los servicios y el turismo. Pero en las respuestas a Yamid, por ninguna parte aparece mención alguna a los paros agrario y camionero.

De otra parte, dice el ministro que la reforma tributaria buscará simplicidad, equidad y competividad. Pero, al ponerla en el contexto conforme lo dice el presidente, dizque hay muy pocos que pagan muchísimo, y montones que no pagan nada, en su parodia de la célebre frase de Churchill, al final de la II Guerra.

Pues bien, en esta guerra social, con la claridad que Cárdenas hace, que la guerra cuesta mucho más que la paz, estamos en presencia de dos propuestas económicas: la del bloque de poder, quienes dominan, y la de los de abajo, los grupos y clases subalternas, quienes están en pie de lucha, de nuevo, dos años después.

Cuál podrá ser la nueva economía? No la que ha hecho crecer a América Latina en tiempo de recesión por encima del resto del mundo, 7% mientras que el resto alcanzó al 5,2%, según cifras del BCG.
Lo que en plata blanca quiere decir, mayor concentración de la riqueza, y "na nai cucas" en materia de equidad como lo espeta el ministro levantado con los recursos del café del que su padre y el presidente pelecharon por una buena cantidad de años.

Se requiere, por supuesto, una "economía para todos", como se titula el libro de Mauricio Galindo. Pero llevamos en Colombia, y muchos países al menos tres décadas de inflación acumulada, mientras el capital financiero se regodea con la explotación de millones de trabajadores y pobres.

El partido agrario, ¿para cuándo?

"...en el capitalismo el hombre es explotado por el hombre; en cambio en el socialismo ocurre lo contrario."

Entre el año 2013 y la fecha, el sector agrario concita el interés de otros grupos subalternos, y las organizaciones Marcha Patriótica y Congreso de los Pueblos tiemplan su voluntad, y precisan el carácter de sus intereses estratégicos de cara a la paz por venir.

César Jerez hablaba y recordaba la relación campo-ciudad, pues, es tiempo que esto se ventile en términos de auto-organización, y que se avance en una fórmula de refrendación de los acuerdos de paz con un frente común entre la ciudad y el campo, para lo cual, el partido agrario es un principio de unidad en la pluralidad.

Pero, la cuota inicial es ganar estas dos luchas, las de camioneros, los mingueros, más la de los maestros y estudiantes que son ingredientes fundamentales en la receta de la Constituyente social, con o sin plebiscito, consulta como por estos días se viene promocionando.

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