¿QUÉ PASÓ CON EL "DESTECHE" DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA?
Esta, la última semana de diciembre, que debía ser el cierre normal del semestre, viene acompañada por una novedad: el encerramiento de una zona verde, contigua al edificio emblemático de la Facultad de Derecho y Ciencia Política.
Se nos anuncia que en ese lugar se levantará el edificio de Enfermería, en las propias barbas del Ché y Camilo, y para la comunidad expectante de la Facultad nada, ningún anuncio del nuevo edificio, sino la ordalía de seguir moviéndonos por todo el campus, cuando regresemos en enero del 2014.
NO puede ser
La negiglencia consentida por los decanos que nos llevan hasta los tiempos en que era rector Víctor Manuel Moncayo, estudiante ejemplar de la carrera de Derecho, y rector de la Universidad Nacional, se tradujo en la debacle que ahora padecemos, y cuyos paños de agua tibia, no son ninguna solución; y tampoco lo será la "curita" de la estampilla aprobada por el Congreso.
Por supuesto, a hoy todos estamos en la consabida tarea de "salvar" el semestre, que no se confunde para nada con la defensa y la práctica de la democracia como remedio contra la ineficacia y la ineficiencia del poder constituido, que ha añadido otra víctima al listado de la Comisión de Verdad Histórica, que preside el excolega de derecho, el blasonado historiador nacional, Gonzalo Sánchez.
SÍ puede ser
El rescate de la Facultad no puede provenir tampoco de la "donatón", sino de una acción radical, que se traduzca en una fórmula de emergencia, especial que le de pie a la disposición inmediata, con la aprobación del CSU, del nuevo edificio de la Facultad, de tal suerte que para el segundo semestre del año 2014 empezamos a prepararnos para su inminente inauguración.
Pero, la revisión no es solo de infraestructura, sino de la superestructura, la academia misma, porque la reforma implementada ya rindió sus frutos, y no son, en lo general, jugosos ni robustos. Por lo que urge preparar a la Facultad y a la Universidad para los desafíos que provendrán de la paz que se pacte en La Habana, y que se refrende por la ciudadanía.
A la vista no está para nada claro, en qué medida, de qué modo Derecho y Ciencia Política, aunque la Universidad, el Centro de Pensamiento aparece como facilitador, tenga claro qué hacer en la trámite efectivo de solución al conflicto, sin inhibir ningún ejercicio crítico, y durante el pos-conflicto.
En todos los casos, se requerirá de un gobierno democrático para la U. pública, y el mejor ejemplo lo dará la Nacional. Y es compromiso de la nueva representación elegida transitar hacia la mayoría de edad intelectual y política. Y el poder constituyente ejercido brevemente en nuestra facultad no ha de olvidar las elecciones ya aprehendidas. Pero, qué tanto hemos aprehendido y madurado está por verse. La cita es ya, y nos interpela a tod@s.
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