jueves, 17 de enero de 2013




EL ORDEN IMPERIAL  Y LA CRISIS  MALI-ARGELINA

Miguel Angel Herrera Zgaib
Profesor Asociado, Ciencia Política, UNal
miguel.herrera@transpolitica.org
Visiten: www.plataformaabiertaparalapaz.blogspot.com

                                                                La agencia noticiosa de Mauritania informa que hubo ataque de helicópteros  artillados, dos, a la planta de gas en poder los secuestradores. Se señala que han muerto 49, y entre ellos, 34 rehenes han muerto, junto a 15 integristas islámicos.

Abdelazziz Buteflika, el presidente argelino, ha dicho que no negocia con los integristas, y quedan  177  en el desierto del Sahara, después de la masacre. Hay europeos, ingleses, árabes, colombianos, coreanos como rehenes. 

El problema

El problema que motiva esta nueva bestialidad global tiene que ver con la intervención de Francia en Malí. Los islamistas ubicados entre la frontera de Mali/Argelia, se enfrentan contra el gobierno de Mali. Pero, el transfondo es la disputa por el petróleo en el cuerno de Africa, y algo más. El alegato de Francia es que el orden de la sharía estaba causando daño de la población civil, donde los islamistas serían "causantes" de una crisis humanitaria. 

La planta de gas está ubicada en la frontera entre Libia y Argelia. La intervención militar es hasta ahora atribuida al gobierno argelino, es lo que sugiere el Foreign Office británico. Otros dicen que se trató de un comando internacional del que hicieron parte fuerzas combinadas de Francia e Israel con el comando del ejército y la aviación argelina.

¿Otro Golpe de estado a la ONU?

Antes fueron los Estados Unidos, quienes se pasaron por la faja a la ONU, e invadieron a Iraq. Negri habló de un golpe de estado contra la ONU, componente del gobierno mixto imperial del mundo.
Ahora, el turno es de Francia, con presidente socialista a bordo, quienes también pasaron por alto la autoridad de la ONU y su Consejo de Seguridad. 

La presencia de un comando internacional, bajo la responsabilidad de Al Qaeda, añade un nuevo episodio al otoño de la "primavera" árabe, después del asesinato del embajador estadounidense en Bengazzi. 

La unidad atacante en defensa de los "fundamentalistas" islámicos que combaten el gobierno dictatorial de Mali, será ahora objeto de una respuesta por parte del Consejo de Seguridad, a posteriori, para precaver que la masacre de nuevos rehenes no continúe, ahora en cumplimiento de la amenaza del grupo apostado en la planta de gas argelina.

Otro orden es urgente

Colombia, su gobierno, está interpelado directamente en la crisis argelina. Santos y su canciller Holguín, quienes no han saldado el problema de límites con Nicaragua, están abocados, en seguida, a la gestión humanitaria para que  colombianos, inocentes no mueran en este canje forzado convertido en holocausto con las armas de Al Qaeda.

Hace unos días, Santos comparaba el rescate de Irán con el de Colombia, cuando él era ministro de defensa. Ahora el presidente, sin  usar el parapeto no autorizado  de la Cruz Roja Internacional, baldón  de aquel rescate. 

En este momento se requiere de los buenos oficios de Santos en consuno internacional, a no ser que ya, antes, por debajo de cuerda, en secreto, él  hubiera sido consultado, y haya autorizado la intervención militar cuyo fracaso registran los medios de comunicación internacional.

Los "arcana" siempre existen, y Buteflika, presidente por quinta vez desde 1999, lo sabe muy bien.  Lo que no pasan, aunque se oculten, son las desgracias humanas y la destrucción que conlleva en materia de convivencia. No es este un "choque de las civilizaciones", sino el drama que trae la explotación capitalista de los recursos naturales, en particular, el petróleo que incendia el cuerno de Africa, prohijando el otoño de la primavera árabe, con los desastres humanos, irreparables que conlleva a cuya cuenta se añaden 49 vidas más..

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