El presente escrito apareció publicado originalmente en la edición de El Espectador.com, el pasado 7 de noviembre. Es una contribución al debate en el marco del presente de la izquierda en Colombia, el cual se puede complementar con el texto aparecido en Caja de Herramientas, en la entrega de esta semana, y la carta dirigida por congresistas, el Partido Comunistas y otras organizaciones a los participantes en las deliberaciones del III Congreso del PDA que se sesiona en Bogotá, 9-10 de noviembre de 2012. N de la R.
III CONGRESO DEL POLO
Luis. I. Sandoval M.
No parece que el PDA esté dispuesto a saldar cuentas con su pasado. Eso dificulta acertar ahora y hacia adelante.
El Polo llega a su III Congreso con enormes y difíciles interrogantes sin responder: ¿Por qué pasó lo que pasó durante el gobierno de Samuel Moreno en Bogotá 2008-2011? ¿Por qué el partido obtiene cada vez menos votos en elecciones internas o generales? ¿Por qué en la opinión ya no es polo de atracción? ¿Por qué el Polo reduce su pluralidad y sus alianzas?
Para explicarlo todo se apela a las maniobras, agresiones y estigmatizaciones de la derecha que no quiere dejar existir una eficaz oposición política de izquierda. Siendo real el contexto adverso – asesinatos, amenazas, chuzadas, campañas de desprestigio, negación de garantías, medios estrechos – la dirección del partido exagera estos factores exógenos para eludir su responsabilidad sobre los factores endógenos que concurren a la crisis partidaria.
No es un pequeño impasse lo ocurrido con el Polo, es la frustración del proyecto más promisorio de las izquierdas y expresiones democráticas alternativas en varias décadas. El social-clientelismo se apoderó del partido y desarrolló todos los vicios que se advierten en los partidos colombianos: desapego programático, intento de reproducirse en el poder mediante el sistema de toma y daca (contratación viciada), formación de una coalición dominante al interior que pretermite los procedimientos democráticos, discurso orientado a crear una falsa conciencia, divorcio de las bases, imposición, sectarismo y exclusión.
El entendimiento protervo establecido en casa de la familia Moreno Rojas, un día de enero de 2008, marcó la interrupción de la línea ascendente del partido y determinó su descenso irremediable. Este acuerdo no fue para buscarle caminos al proyecto político sino para fraguar el acomodo en una administración que tenía, advertido oportunamente, el riesgo de derivar en malas prácticas.
El criterio de que ningún grupo, movimiento o partido, se disolvía derivó en la aberrante situación de que los proyectos particulares eran prioritarios frente al proyecto común, las partes más importantes que el todo. El Polo exhibe durante sus siete años una institucionalidad partidaria débil frente a los particularismos de grupos y personas. El Polo no gobierna a sus integrantes, ni orienta y transforma sus prácticas, ni gobierna donde gana el gobierno.
En meses recientes el Polo, su dirección, malentiende el giro del país hacia la paz, el surgimiento de movimientos como Marcha Patriótica y Congreso de los Pueblos, el auge amplio y nuevo alcance político de la movilización social. En lugar de jugar como un articulador de su pluralidad interna, de las resistencias populares y de las manifestaciones del nuevo sujeto plural, entorpece la unión y genera distanciamientos en el campo alternativo.
Se defiende el aparato y no el proyecto político. Lo demostró la actitud frente a la Conferencia Ideológica (julio): se quiso desmontarla, cuando ello no fue posible se trató de manipularla y luego desconocerla. A su postura crítica y su proyección hacia el Congreso se respondió con la expulsión de integrantes del Partido Comunista y de la Marcha Patriótica. El III Congreso se avecina como un paso sin rectificaciones para tratar de lograr lo que hasta ahora no han logrado: consolidar la impostura. La coalición dominante tiene el aparato, y posiblemente lo conserve, pero no tiene legitimidad ni credibilidad, es un triunfo sin victoria.
Por algo un joven estudioso titula un brillante ensayo sobre el Polo así: “Enemigos Íntimos, del faccionalismo creativo al faccionalismo degenerativo”. (García Rendón,Quito, 2012). lucho_sando(a)yahoo.es
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