MIRADOR UNIVERSITARIO
PARA EL DEBATE ENTRE
CANDIDATOS DE LISTAS 1 Y 2.
Miguel Angel Herrera
Zgaib. Profesor asociado, C. Política. Unal, Bogotá
Hoy, cuando se
desarrolla el debate entre los candidatos estudiantiles, es necesario
insistir en que la representación estudiantil por elegirse en Ciencia Política
presenta dos listas y dos propuestas a considerar,. Una lista la constituyen
los activos políticos organizados en las diversas tendencias y sus expresiones
gremiales, mientras que la otra insiste en ser independiente y no
"alineada".
Esta última fórmula fue
la que ganó en Ciencia Política en la anterior elección, ante la división de
tres listas presentadas por los agrupamientos de la izquierda local. Una
lección aprendida de aquella derrota condujo a asumir la pertinencia de aceptar
que es necesaria la pluralidad si se quiere conseguir el favor de los votantes
cada vez más exigentes y conscientes de la diversidad y de la claridad en las
ejecutorias en beneficio de la comunidad estudiantil, y universitaria, en
general.
Sin embargo, parece que
el acuerdo al que se llegó en el bloque de organizaciones, para federar los
esfuerzos electorales y programáticos no se está cumpliendo a cabalidad, y hay
malestar en una de las propuestas gremiales asociadas, la OCE, que ha llamado
la atención al respecto.
También, en apariencia,
no hay interés en darle cabida a las diversas expresiones que se mueven al
interior de este espectro, de tendencias, que puede ser un paso fundamental en
la reconstrucción del proyecto Mane, afectado después de 2011, por pretensiones
monopólicas en su conducción, y centralistas en los procesos decisorios,
relegando las expresiones regionales a un segundo lugar.
El sector independiente
que se convirtió en factor de mejora y desafío positivo a la izquierda en sus
manifestaciones, vivió la prueba de la crisisi de la infraestructura, ante lo
cual fue indecisa y tambaleante en la distancia que debió tomar frente a la
administración, así como en la revisión y recibo ilustrado de los trabajos
hechos para reparar la infraestructura. Lo cual se hizo ya presente con las
goteras en el sector contiguo a la biblioteca.
Tampoco lo ha sido en
reclamar el servicio regular de la nueva cafetería, en el arreglo de los
accesos averiados por la obra de la edificación de enfermería, y en recuperar
los espacios de descanso y esparcimiento en los halls de la Facultad, de los
cuales se retiraron los muebles que había, sin que hasta la fecha haya ningún
mobilario que los reemplace.
Pero, lo que es más
importante en esta materia, cuáles serán los recursos presupuestales que se
destinarán a arreglar efectivamente los servicios técnicos y físicos de la facultad
en sus diversas instancias. No están las cuentas ni la ilustración suficiente
para la base estudiantil, profesoral y de empleados.
Por supuesto, está el
más grueso de los asuntos pendiente: qué pasa con la reacreditación de ambas
carreras, y cuál es la evaluación efectiva de la reforma académica en cifras y
logros. Así como de qué modo se va a garantizar los procesos de evaluación de
docentes, funcionarios académicos, administrativos, y estudiantes,
Y cuál es la propuesta
que para el autogobierno universitario se tiene, empezando por la propia
facultad, y de cara a la que será la nueva elección de directivas de sede y
nacional. Lo cual no permite más aplazamientos, o miradas por encima del
hombro.