Coyuntura Socio-Política

¿LA ÚNICA SALIDA? DEMOCRACIA

Miguel Angel Herrera Zgaib

Miguel.herrera@transpolitica.org

"Tener calma y analizar los resultados", Antanas Mockus.

De acuerdo con el Opinómetro de Datexco, pagado para EL TIEMPO y 'La W', se proyectan dos punteros Juan Manuel Santos 29,5% y Antanas Mockus con el 24,8%. La característica es que Santos baja y Mockus continúa su ascenso. Al tiempo que Noemí se mantiene en el tercer lugar, pero en caída libre con un 16,4 %.

El segundo bloque, bastante rezagado lo lideran Rafael Pardo, con el 5,2%, seguido por Gustavo Petro 3,1%, y Germán Vargas Lleras 3,0%. Ellos son tres figuras de la oposición en el periodo de despedida del presidente saliente; y los más castigadas por el favoritismo electoral.

En un tercer bloque se suman tres candidatos distintos, sin ningún chance electoral, de diferente perfil intelectual, político y humano. Robinson Devia, quien es un líder carismático, Jaime Araújo Rentería, un notable jurista e intelectual, y Jairo Calderón avalado por Apertura Liberal, uno de los partidos supérstites, luego de las dos reformas políticas de 2004 y 2009.

Sumando el voto en blanco 3,2%, y los indecisos que llegan al 10%, éstos ocupan el cuarto lugar después de la candidatura conservadora, y es la franja de opciones para crecer, y ganar incluso en la primera vuelta los más opcionados, si se concretan otras alianzas. No hay duda que existen parecidos cuando ganó Uribe e iba puntero Horacio Serpa, y esta vez, cuando encabeza Santos, y asciende la candidatura del independiente Mockus. Pero, las similitudes son relativas, y los impoderables nunca se descartan porque pueden quebrar las tendencias multiplicando, restando o sumando para honrar la tendencia que encarna el dúo matemático.

¿Qué decir?

No son los medios los que creen que Mockus es una alternativa para gobernar. Es mucha gente. María Isabel Rueda, ¡Sólo una creación mediática?, Opinión, EL Tiempo, 11 de abril de 2010, p: 1-29.

El fenómeno político de la hora lo constituye el Partido Verde y su dupla presidencial, Mockus-Fajardo que ya puede prescindir de la incómoda muleta, Opción Centro cuestionada antes de la alianza, y ahora con la pérdida de la senaduría de Londoño, su líder máximo, y sigue en la palestra sin respuesta lo dicho por Alicia Eugenia Silva, excolaboradora de Antanas. Adicionalmente, él tuvo que confirmar que padece el Párkinson, aunque los contendores se manifiestan solidarios con su predicamento físico.

Es claro, con las cifras conocidas, que sigue adelante la propuesta consecuente con la necesidad de las alianzas para encarar el ciclo electoral posturibista; practicada con éxito y sin costos de oportunidad por el pool intelectual que asesora al candidato verde con la ingeniería política del senador John Sudarsky y el manejo creativo de Facebook. Empezaron como quíntuples y continúan con una sola defección, la de Martha Lucía Ramírez. Los cuatro asociados resumen con matices una propuesta neoliberal de centro, donde la probidad y la decencia son el mejor argumento.

A su turno, el partido de la reacción bajo la batuta de Juan Manuel sigue dividido en su doble coloratura frentenacionalista: la U, con mayoría de la derecha liberal; el partido Conservador, con Noemí al frente, en disputa con los escarceos inmorales de Andrés Felipe Arias, y los hijos de tres expresidentes y sus copartidarios sin aceptar las reglas del juego partidista; y el apoyo en la sombra del PIN. Es más que seguro que así se mantendrá la reacción después de la convención conservadora , y hasta la primera vuelta, a no ser que la candidata llegue ahora hasta el 10 % de intención de voto, en cuyo caso la unión con Juan Manuel se hará impostergable antes de la primera vuelta.

De otra parte, el bloque anti-reelección junta tres oposiciones de distinta prosapia ideológica: democrático liberal, liberal constitucional y reaccionaria. Esto es lo que expresan el PDA, Liberalismo y Cambio Radical. Ninguna estructuró una alianza previa, y el candidato Petro se quedó con "el pecado y sin el género" , porque ni siquiera resolvió con unas reglas claras, democráticamente, la división interna en el PDA que afloró en el II Congreso de 2009. Lo que pudo ser un tándem consensuado con Carlos Gaviria, y su sostén organizativo, el Moir, quedó reducida a Clara López, sin deslinde con la ineficaz administración distrital de Samuel Moreno, aquejada de un sinfín de corruptelas en Bogotá.

¿Qué hacer?

En ningún momento, el uribismo ha perdido el liderato de la carrera ni en primera vuelta ni en las combinaciones posibles para la segunda…Poco a poco, los electores van migrando…para decantar un lógico escenario de segunda vuelta: el uribismo versus los independientes, ya que el antiuribismo es minoritario. Editorial de El Tiempo, 11 de abril de 2010, p: 1-28.

Según la perspectiva electoral que se escoja no hay duda que es urgente el ajuste de cuentas con el bloque de la guerra,.Este es el partido de la reacción que lidera Uribe, y el neoliberalismo/conservatismo que lo alimentan con gran provecho de terratenientes y financieros. Para lo cual es necesaria una acción audaz capaz de construir el bloque de la democracia que lo enfrente en y después de las elecciones presidenciales, y desarticule su hegemonía sobre la mayoría del "pueblo que vota".

La propuesta del bloque democrático como antagonista de la guerra y la degeneración democrática es una propuesta transversal que tiene como principales interlocutores a polistas, liberales, independientes no alineados, jóvenes, minorías étnicas, LGTB y defensores de derechos humanos, y desplazados, principalmente.

El PDA, primero que todo, tiene que resolver su caótico proceder interno, citando una reunión conjunta de la Dirección y los delegados nacionales previa una consulta con la militancia de base que prepare la participación electoral. Esta es una fórmula de delibera ción y decisión democrática que acuerda la estrategia electoral definitiva: un frente por la autonomía y la democracia social, contra la guerra y la parapolítica, que autorice la alianza interpartidista, con los movimientos y los demás sectores organizados. A la vez debe publicarse una convocatoria a los no alineados y a los que nunca votan implementando con ellos la democratización del PDA, de abajo a arriba, como lo contemplan sus estatutos.

Simultáneamente, el PDA necesita articular una propuesta con la oposición. Es una plataforma mínima contra la parapolítica y el rescate de la debacle social que comprometa a los liberales, a la franja intelectual que valora las ejecutorias de Jaime Araújo Rentería , un magistrado honesto y probo, contrario a la reelección y a la ley de justicia y paz, y a las denuncias contra la corrupción y el transfugismo que sustentan la rebeldía y la debacle uribista de Germán Vargas Lleras y Cambio Radical.

Por último, el PDA tiene también que estar dispuesto a caminar solo, en el desierto; incluso a usar el voto en blanco, exigiendo con él extirpar el cáncer parapolítico y castigar a los determinadores de las chuzadas, los falsos positivos, las votaciones atípicas, y la reelección con cohecho. Así se define una real fuerza de oposición democrática, que nos libere de la guerra; que ajuste cuentas con la oligarquía liberal conservadora, su frente nacional reaccionario corrompido por la subordinación imperial que alquila bases militares y la guerra sucia que nutre la degeneración democrática,y tapone el despegue del estado social de derecho prometido en 1991.

El conductor actual del PDA, Gustavo Petro tiene que rectificar un rumbo errático frente a la guerra interna y en las fronteras, deslindarse de la política de seguridad autoritaria, en suma, rectificar su inconsecuencia como demócrata, para que esta fuerza plural en ciernes sea una verdadera alternativa que acepte su dirección, y abra al opción de gobierno o cogobernabilidad a un bloque de multitudes que exija la democracia social , en vez desintegrarse sin pena ni gloria llevándose de calle también el proyecto alternativo del frente político que es el Polo, y no más el paraguas de remedos de partidos engolosinados en la rencilla de las pequeñas diferencias delante de sus poderosos adversarios.