S.0.S. DE LOS HUELGUISTAS DE AVIANCA, Y SOLIDARIDAD CON EL TRABAJO FRENTE A LA VORACIDAD ILEGAL DEL CAPITAL TRANSNACIONAL.
miguel angel herrera zgaib
Director Grupo Presidencialismo y participación
A los empleados de Avianca, que son trabajadores de cuello blanco y kepis, no se los categoriza como trabajadores, por lo que ellos han insistido e insisten desde 1949, cuando se creó Acdac, que son un sindicato gremial, y que si en Avianca hay 1200 pilotos y de estos 702 son sindicalizados, ellos son la mayoría.
Bajo esta lógica estatal y capitalista no se pueden sumar peras y manzanas, diciendo que no son el sindicato mayoritario, porque los trabajadores de Avianca, que no son aviadores, tienen más de 8.000 afiliados. Así las cosas, su sindicato es el mayoritario, más aún es el único de los pilotos de Avianca.
De otra parte, los poderes del Estado, con el judicial a la cabeza no puede insistir en que la justicia está vendada, sino destaparse, esto es, tomar distancia de los intereses del capital transnacional, y entender que la ley laboral no es para burlarla impunemente una y otra vez, permitiendo que Efromovich y Avianca, en forma descarada y vergozante utilicen el garrote del "pacto colectivo".
Para desmantelar y bloquear el proceso de sindicalización dentro de una empresa oligopólica, que impide que el trabajo nacional e internacional pueda reclamar lo que le corresponde de conformidad con los estándares de la contratación global.
La coartada no puede ser que éste, el transporte aéreo, es un servicio público esencial, cubierto, blindado por los parámetros de la Constitución de 1991, y pasarse por la faja lo discutido y establecido por la OIT, y el Consejo Sindical. No lo es, por la potísima razón que la inmensa mayoría de Colombia no tiene acceso real y efectivo a él, de un lado.
De otra parte, porque, además, este servicio fue privatizado, después que Avianca fuera una empresa del Estado, es decir, en últimas de la nación colombiana, dejando a Satena en prácticamente "la inmunda", como dice la jerga popular.
Porque las nacionalizaciones que cubrían los transportes esenciales fueron casi todas desmontadas por la ola privatizadora, impunemente. Así ocurrió para nombrar dos, con la Flota Mercante Grancolombiana, luego con los Ferrocarriles Nacionales.
Llegó la hora de parar esta acción criminal, la del socio mayoritario de Avianca, Germán Efromovich, y la campaña de descrédito de los medios masivos al servicio del capital, y de poner en la picota a los dirigentes del paro de Avianca, con el capitán Hernández a la cabeza.
Hasta hoy se sigue insistiendo en que los pilotos de Avianca ganan más de $ 30 millones de pesos mensuales, que son, en suma, unos privilegiados, de cara a otros trabajadores y empleados.
Pero, la primera comparación que proponen los piloos es que se compare lo que el mismo Holding Avianca paga por el mismo trabajo en otros países;
Segundo que conozcamos la escala de salarios y "premios" que pagan Avianca a todo su personal, incluidos, por supuesto, los ejecutivos que no vuelan las aeronaves, y los dueños de la empresa. Para de ese modo, recordando la aritmética marxiana, determinar cuál es la plusvalía absoluta y relativa que se extorsiona, se expropia al trabajo nacional.
Tercero, por qué se paga de manera diferente a quienes no se afilian al sindicato, y se hacen parte del chantaje, en nombre de la libertad, llamado "pacto colectivo", que fue una de las fórmulas de desregulación del capital, como la de los servicios de salud, que prohijaron "prohombres" como el ex Álvaro Uribe Vélez, y sus antecesores en el gobierno de esta nación descuadernada por la guerra y la desigualdad más insultante.
Él y los suyos guardan silencio sepulcral con su Centro Democrático; y, peor aún, los otros partidos que posan de democráticos hasta hoy en día como el Liberalismo y el Conservatismo, Cambio Radical o el Partido dizque social de la Unidad Nacional, que es el que lidera el presidente Santos en las sombras.
Es el momento de salir a la calle, de exigir solidaridad plena con los pilotos de Avianca, quienes, por supuesto, tienen que demandar la solidaridad de los trabajadores del sindicato de industria de Avianca, y asociarse con ellos, en un solo sindicato de industria.
Una vez que concluya victoriosa esta causa, dejando a un lado, las fórmulas que divididos, permiten a los patronos y a un gobierno, y una justicia proclives a defender los intereses del capitalismo privado golpear impunemente.
Es tiempo para que las fuerzas del sindicalismo internacional en el transporte aéreo llamen a acciones de solidaridad inmediatas, a través de las redes a su alcance. No se puede permitir otra acción impune, y un "castigo ejemplar" para los rebeldes como el que anuncian, con descaro y envalentonados, Germán Efromovich y sus aliados.
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