miércoles, 24 de abril de 2024

 

AVANCE DEMOCRATIZADOR DEL NEOPROGRESISMO VS “QUIEBRE” INSTITUCIONAL DE LA DERECHA EN COLOMBIA.

 

Miguel Ángel Herrera Zgaib, PhD.

“En las últimas semanas ha habido tres informes o anuncios importantes en materia económica. El primero fue el de la evaluación anual del FMI sobre la economía del país. El segundo fue el anuncio del Dane que la economía del país apenas había crecido el 0,6 en 2023. El tercero fue la afirmación del presidente Petro de que las finanzas públicas están a punto del colapso.” José A. Ocampo, La economía del país frente al informe del FMI, 25/02/2024, 1.17.

“El debate estado vs mercado es un pseudoproblema porque una economía de mercado sólida, fuerte y eficiente requiere un Estado fuerte.” Carlos Waisman, La Nación (Argentina). En: El Tiempo, 18/02/24, p. 2.3.

“El tren de la Drummond lleva el veneno no solo a Europa, sino a toda la humanidad.” Gustavo Petro, Apoyo del borrador de la nueva ley minera.

 

En agosto nos vemos

                                                                         El gobierno neoprogresista de Gustavo Petro cumplirá dos años el 7 de agosto próximo. Pero desde 2023 afronta el urgente y azaroso tren de las reformas sociales para cumplir el programa publicitado en calles y plazas. Ellas fijarán, de realizarse, el efectivo talante de “soy porque somos” de Francia Márquez como símbolo principal, notorio, del cambio social para un país racista, misógino y excluyente a lo largo de su historia republicana, que solo ha vivido brevísimos paréntesis liberalizantes y progres.

Está pendiente, igualmente, la cuota inicial de un giro lejos de la matriz extractivista en lo económico comprimida en la fórmula: Colombia, potencia de la vida. Que se fundamenta en tres pilares: la actividad sostenida del presidente en el escenario internacional, donde es reconocida su vocería; en el papel de dos ministras, Susana Mohamad en medio ambiente, y Jhenifer Mójica en la cartera de agricultura y desarrollo, y, de modo específico, Andrés Camacho, ministro de minas y energía, quien insiste en “desarrollar en conjunto la territorialidad, mejorar la producción  y el aprovechamiento de los recursos, y transformar la minería para la vida y la paz.”[1]

En síntesis, el programa expuesto por el binomio del primer gobierno de oposición reclama un reencuentro entre la población y la naturaleza, a la vez que exige para que sea viable una nueva productividad que impulse, con el mínimo de pérdida, el uso de energías limpias conforme con las posibilidades existentes. Esto supone, no parar en seco la producción de petróleo, la extracción de gas, carbón y otros minerales que son fundamento de las finanzas del estado para que viabilicen los cambios sociales y ambientales que se quieren.

Estos parámetros generales son el fundamento, para que Colombia recupere la marcha en transición democrática interrumpida, primero, desde el asesinato de varios líderes reformistas que empieza con el nombre de Jorge Eliécer Gaitán en los años cuarenta del siglo XX, y se continúa con la eliminación de Jaime Pardo Leal, Bernardo Jaramillo Ossa, Carlos Pizarro LeónGómez, y del liberal Luis Carlos Galán. Con tales magnicidios, la revolución democrática, propia de las transformaciones burguesas que consiguieron plasmar la igualdad social, tomó en Colombia los rumbos de la subversión y la lucha armada, la que fue radicalizando su pensamiento y su ideología, desde el tiempo de las guerrillas liberales “pacificadas” hasta bifurcarse en las varias insurgencias subalternas que alcanzan hasta el siglo XXI, con quienes el gobierno del cambio busca pactar la paz.

 

Inestabilidad Institucional, ¿oficio de quiénes?

 “La OEA exige que se abandonen los intentos por parte de diferentes actores políticos de dañar el proceso democrático en Colombia y considera imprescindible garantizar que el presidente Gustavo Petro, quien fue debidamente elegido el 19 de junio de 2022, complete su mandato presidencial”. Comunicado de Secretaría de la OEA.

Pero, como le dije a Almagro, nadie en el país que tenga buen juicio está pensando en golpes blandos…donde la OEA puede ayudar, es que la justicia funcione con independencia, que las instituciones hagan su trabajo con independencia y objetividad dentro de los términos del sistema.” Entrevista de Sergio Gómez Maseri con Bruce Mac Master, presidente de la Andi, en Washington. ET, 18/02/2024, p. 1.8.

“No salgo del asombro (el comunicado de OEA) … menoscaban la autonomía de la Corte Suprema de Justicia de Colombia y la separación de poderes.” Expresidente César Gaviria, ET, 18/02/2024, p. 1.8.

¿Por qué el presidente no estuvo contento con nosotros? No entiendo…Yo le decía al presidente, estos cambios son absolutamente revolucionarios…Por qué el presidente no ha entendido que lo que propuso el plan nacional de desarrollo es absolutamente transformador.” Jorge I. González, ex director del PND.

 

                                                                             Después que el binomio opositor, progresista y de izquierda logró derrotar en Colombia al candidato de la reacción y derecha, Rodolfo Hernández, un “bocón” con perfiles neopopulistas, muy parecidos en lo mediático a Javier Milei, presidente en Argentina. Es requisito fundamental para la fuerza y la alianza del cambio democrático en Colombia, que gane presencia el protagonismo multitudinario de los grupos y clases subalternas, que anunciaba en campaña, y demandó el presidente Petro con premura, desde la tribuna del palacio de Nariño, en los actos de la celebración en el histórico 1o. de mayo de 2023.

Ello es posible, porque antes ocurrió un cambio en el sentido común de estas multitudes que empezó a gestarse en las grandes movilizaciones de 2010.[2] Las multitudes subalternas ya no son más peones de brega, instrumentalizadas por el bipartidismo que las circunscribía al papel subordinado de gobernados y votantes dóciles.

La ecuación actual de la política tardo moderna progresista exige partidos fuertes, con nuevas formas, tales como el partido movimiento, la exitosa Morena conducida por Amlo en México, sin demagogos de ocasión, en cambio, sí con obras sociales, grandes programas educativos y de infraestructura que hace notorios tanto el tren Maya, como el nuevo aeropuerto de ciudad de México.

A contravía del cesarismo regresivo representado por los figurones que “brillan” en la arena internacional, Donald Trump, Nazif Bukele, Jair Bolsonaro, Viktor Orbán, y últimamente, el carnicero de la insurgencia palestina, Benjamin Netanyahu. Todo estos que marcan el canto del cisne neoliberal que agoniza produciendo una inestabilidad tal, porque enfrenta con la guerra social a la democracia de lo común, y ensaya con fórmulas neopopulistas el placebo de la “seguridad” contra el miedo de la miseria y la hambruna cotidiana de millones, para fabricar un falso consenso y orquestar una contención, una fragmentación y desvío reaccionario de las multitudes subalternas.

De este modo, la coyuntura estratégica glocal hace parecer el interregno 2008 2023/2024 en el siglo XXI similar a lo acaecido entre 1929-1933 que puso al frente del poder del estado, primero a Benito Mussolini en Italia, un  ex socialista que  aplastó los brotes revolucionarios de los consejos obreros del bienio rojo, 1919-1920. Así maduró el fascismo ordinario en la Europa de la primera posguerra, y culminó con el desastre civilizatorio que trajo el ascenso del canciller Adolfo Hitler sobre las cenizas de la república de Weimar, tras el incendio simbólico del Reichstag. Hasta darle protagonismo único, excluyente al nazismo que impuso el holocausto y el silencio insultante de los hornos crematorios, e intentó someter a la Unión Soviética de Stalin, después que firmaran el pacto de no agresión del 23/24 de agosto de 1939.

Ahora bien, en Colombia, hasta hace poco un bastión neoliberal al lado de Perú y  Chile, los gobernados que habían estado sujetos a los dictados del bloque dominante bipartidista, primero, y después con variantes de nombre, a los dictados del bloque dominante recompuesto por una negociación parcial de paz que  impuso de modo paradójico, la apertura económica neoliberal, durante el ejercicio constituyente de 1991. Éste ha visto que la reproducción de su control se interrumpió en Colombia con la elección de los candidatos del Pacto Histórico, la llave política del triunfo subalterno construida con la alianza Petro/Márquez a la que se sumó el estallido social.[3]

Entonces el establecimiento neoliberal, por fuera del gobierno confronta a Petro en todos los escenarios, desde las trincheras de las instituciones de control, Fiscalía y Procuraduría, principalmente, sobre todo, después que el Frente Amplio, acordado al inicio del gobierno del cambio en Colombia se disolvió, cuando la inteligentsia neoliberal/liberal rechazó la cascada de las reformas sociales.[4]

Luego vino el triunfo del bloque de la oposición en las elecciones regionales y locales, donde el Pacto Histórico fue derrotado en las principales ciudades del país, Bogotá, Medellín Cali, y Barranquilla, y en la mayor parte de las ciudades intermedias y la mayoría de los municipios. Las desorganizadas fuerzas del Pacto Histórico y sus aliados, que conforman una abigarrada pluralidad política no lograron quebrar los hilos del viejo orden amenazado. Dando así pábulo a una probable derrota en la elección presidencial de 2026, que prende todas las alarmas. 

La “inestabilidad” coyuntural interna proviene, en lo fundamental, del hecho que el ascenso al ejecutivo nacional de la coalición del Pacto Histórico parece quebrar el repertorio de sucesivas revoluciones pasivas que implementó hasta ahora el bloque en el poder practicante consuetudinario del transformismo, la cooptación, cuando no de la eliminación física de los liderazgos alternativos.[5]

El botón de muestra de esta crisis se concentró en el viaje de representantes de las fuerzas en conflicto en Colombia a entrevistarse con el secretario general de la OEA, Luis Almagro en Washington, quien recibió a todos los mensajeros. Primero viajaron tres congresistas del Pacto Histórico, Karmen Ramírez, Alejandro Toro y Alejandro Ocampo. Almagro comentó lo siguiente, “Mantuve reunión de trabajo…sobre los principales temas de la actualidad política, económica y social de su país, con énfasis en aquellos relevantes para la estabilidad institucional del país.”[6]

Después vino el lobby de la derecha, la delegación de congresistas de la oposición, María F. Cabal, José Uscátegui, Miguel Uribe, Paloma Valencia, Y Hernán Cadavid, todos elegidos por el Centro Democrático. Se escuchó en Washington la voz de la senadora Valencia, “Señores de la OEA en Colombia no hay intentos de golpe. Investigar conductas delictivas del hijo del presidente (Nicolás Petro) y algunos de sus colaboradores de campaña no es un golpe, son los frenos y contrapesos propios de la democracia.”[7]

En todo caso, la respuesta de las fuerzas del gobierno fue prepararse para la continuación del trámite de las reformas en la legislatura de 2024, dándole paso a lo que no pocos llaman el reemplazo en los mandos directivos del gobierno de técnicos por políticos, de confianza para la coalición del Pacto Histórico. Para conjurar los ruidos producidos por la andanada librada contra Álvaro Leyva, ministro de relaciones exteriores, que fue la cereza en el pastel del connato de “golpe blando”. Entonces fue suspendido por la procuradora, Margarita Cabello Blanco por tres meses, cuando aquel intentó parar la contratación “consuetudinaria” de pasaportes con la firma transnacional Thomas, Gregg & Sons, franquicia de los hermanos Bautista.[8]

 

Del Frente Amplio a la Primera Línea

“Los colombianos esperan en estos momentos claridad en lo que representamos y convicción en lo que defendemos.” Carta de Efraín Cepeda, presidente del partido conservador. En ET, 23/02/2024, p. 1.4.

“Los periodistas hemos sido una de sus presas favoritas. Ha insultado a Caracol, al que acusa de ensañamiento esquizofrénico contra Petro…a El Tiempo, a la FM, a Blu Radio, a la W, “que no son ajenos a la falta de ética y a la completa impudicia.” María Isabel Rueda, contra Gregorio Oviedo, en: ET 25/02/2024, p. 1.17.

“Tecnocracia es supuestos técnicos en el poder. Democracia es el pueblo en el poder. En la primera, el pueblo les sirve a los supuestos técnicos, en el segundo los técnicos sirven al pueblo.” El presidente dice adiós a los técnicos…, en ET, 03/3/2024, p. 1.6.

“La crisis del sistema de salud no tiene que ver con que existan actores privados, sino con el hecho de que las cuentas no dan.  Y esta conclusión se resume en que el gasto es mucho mayor que el ingreso.” Ricardo Ávila, Más cerca del abismo, en ET, 25/02/2024, p. 1.26.

 

                                                                         En las últimas semanas, la alharaca mediática ha ido in crescendo y las voces de crítica, así como la censura a los cambios producidos por el presidente Petro en el comando de las agencias de la rama ejecutiva del poder ejecutivo; a lo que suma el trabajo de zapa y conquista de los votos de los congresistas de la oposición e independientes para que avancen las reformas sociales, a cargo de la bancada del Pacto Histórico.

El hecho más notorio en cuanto a reconfiguración de mayorías en el Congreso, la operación de la última semana del gobierno, causó ampolla el nombramiento de ministra del deporte a la conservadora Luz Cristina López Crespo, licenciada en educación física, presentada por una cuerda de representantes encabezada por Alfredo Ape Cuello. A la maniobra “desistitucionalizante” del Pacto Histórico respondió Efraín Cepeda que ipso facto renunció a la presidencia de su partido.  El partido concernido no la aceptó, reiteró la independencia política, pero la nueva ministra permanece en el cargo.

Igualmente hubo toda la acción internacional, de parte de la bancada de oposición para neutralizar la denuncia de un golpe de estado que hizo el propio presidente de Colombia. Este “destape” le dio un protagonismo notorio al connato de lawfare del Fiscal general, Francisco Barbosa, en abierta contienda con el presidente, cuando adelantó bajo el comando de su subalterna, Marta Mancera, el proceso contra el hijo del presidente, Nicolás Petro, quien fue llamado a juicio.

La vicefiscal Mancera, quedó como titular desde el 12 de febrero, puesto que después de varios meses, la Corte Suprema no elige fiscal del trío de mujeres propuesto por el presidente.[9] A lo cual hubo, según el magistrado Chaverra, quien preside la CSJ, un intento de bloqueo de manifestantes que agolpados a las puertas del parqueadero del Palacio de Justicia, amenazaban con ingresar para presionar que ese día se eligiera, por fin, a la nueva Fiscal. El plantón terminó con la intervención de la Policía ordenada por el presidente Petro: “le ordeno a la Policía Nacional actuar sobre las personas que impiden la libre movilidad de magistrados y presentar un informe público de quienes se trata.”

 Después del incidente con ribetes de asedio durante la última sesión fallida de la Corte, luego de seguidillas de votos en blanco en sesiones anteriores, repuntó la candidata Amelia Pérez Parra, cuando obtuvo 16 votos, y le faltaron 3 a la ternada para ser elegida. Enseguida el país político abrió fuego a través de los medios mainstream. Estos exhibieron trinos del esposo de la aspirante, Gregorio Oviedo, un ex director de CTI en Antioquia, quien años atrás tuvo que exiliarse con su familia en Canadá.

María Isabel Rueda, graduada de periodista de derecha, en El Tiempo tituló su diatriba Candidata inelegible, para descalificar la posible elección de Amelia Pérez. En su columna del 25 de febrero,  echó mano de la alerta de sus colegas D´Arcy Quinn y Ani Abello, quienes el 23 de febrero informaron de “la vorágine de mensajes de Twitter y X que el marido de doña Amelia, Gregorio Oviedo, “petrista de primera línea”…viene escribiendo en contra absolutamente de todo el mundo”.[10]

Semanas después vino la renovación de la cúpula de la sociedad política, en el vértice del poder ejecutivo. Fueron nombrados, el excongresista valluno Alexánder López, director del Departamento de Planeación Nacional, quien reemplazó al economista Jorge Iván González; Gustavo Bolívar, excongresista que aspiró a la alcaldía de Bogotá, nombrado director del Departamento de la Prosperidad Social, en lugar de Laura Sarabia; el exconcejal Carlos Carrillo, ahora director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo, y la abogada Cielo Rusinque, superintendente de Industria y Comercio.

Esta decisión fue contestada por la exministra de agricultura, Cecilia López: “La vapuleada que este gobierno le ha pegado a la tecnocracia es una vergüenza, hoy predomina el activismo…pero mi pregunta es si el activismo sabe ejecutar. ¡Eso es lo que predomina! A su voz se unió, en la reunión de la Academia Colombiana de Ciencias Económicas. La del renunciado Jorge I. González: “Es muy duro lo que ha pasado. El tono del Consejo de ministros cambió de manera sustantiva. Es increíble ver cómo se pasa de un consejo de ministros, de gobernantes, a uno que cada vez es más de activistas. Y eso es brutal.”

No pocos dejan de mencionar, que Bolívar en Bogotá, y López en Cali, entre ellos el periodista Armando Neira, editor político de El Tiempo, que ellos “fueron protagonistas del estallido social de 2021, que los analistas consideran impulsó con éxito la campaña de Petro para que se convirtiera en el primer líder de la izquierda en llegar a la Casa de Nariño.”[11]

Carlos Carrillo, quien estuvo en desacuerdo en el modo como se organizaron las listas para las pasadas elecciones regionales, en particular, en Bogotá, por los barones de la coalición del Pacto Histórico, reemplaza a Olmedo López, una cuota política de quienes apoyaron al candidato Petro en la Costa caribe. Este político cayó en desgracia por los inexplicables sobrecostos en la compra de 47 carro tanques para auxiliar el deprimido departamento de la Guajira, azotado por la sequía, urgido de agua potable, antes y más ahora, en la primera de las regiones desde donde el presidente en funciones despachó por una semana.

Cielo Rusinque es una abogada aguerrida, que ha asistido al presidente en diferentes contiendas jurídicas. Es una militante de “hueso colorado” en el Pacto Histórico, desde sus tiempos de estudiante de posgrado en París, donde cuestionó al entonces presidente Iván Duque en la conversación con académicos en Francia.

Con este núcleo duro de activistas políticos se busca conjurar la crisis democratizadora, sacar al Pacto Histórico y su coalición de los dilemas de la inejecución presupuestal, y de la parálisis inducida por los tecnócratas reacios a correr riesgos en la aplicación de las políticas públicas demandadas desde la presidencia, cuando pronto se cumplirá los dos primeros años del gobierno del cambio.

 

Bloque histórico y revolución democrática interrumpida

 

                                                                     El nuevo bloque histórico en formación tiene que mostrar obras tangibles que beneficien a las mayorías que hicieron posible el triunfo del Pacto Histórico. Aunque, conviene recordarlo, no con un número suficiente de votos para garantizar el apoyo del poder legislativo en las elecciones del Congreso.[12] Esto, por ejemplo, sí ocurrió en el caso de Morena luego de los varios intentos de Amlo por ser presidente. Él triunfo en ambas ramas del poder público en un régimen presidencialista como el de México, bloqueado por un bipartidismo heredero de la interrumpida revolución mexicana de 1910.

Otros comparan también el triunfo de Petro con el de Gabriel Boric en Chile, quien era sabedor que no obtendría la mayoría en el Congreso; por eso, desde el comienzo, él apostó al impulso de una asamblea constitucional, que no constituyente. Ésta no prosperó, siendo derrotada por el bloque de la reacción/derecha, con la abstención de los sectores de la izquierda más radical, entre otras, no convencida de modo suficiente del peso relativo otorgado a las minorías, no solamente étnicas.

Fernando Savater, que cada vez vira más a la derecha del espectro intelectual, acaba de escribir un libro, Carne gobernada. Trata de explicar lo que ha pasado con Podemos y ahora con Sumar en España, y en otras latitudes.[13] Neira lo cita así: “Si uno proclama que quiere acabar con la miseria y la desigualdad, conseguir una educación universal y una sanidad que proteja por igual a todos los ciudadanos…solo cabe aplaudir estos objetivos generosos,”[14]pero, claro está cómo lograrlo.

Para el caso colombiano se trata de un proceso interrumpido de revolución democrática, aquella que llevó a término, hace algo más de 100 años, el partido bolchevique y el genial conductor de la izquierda Vladimir I. Lenin.[15] Con él se pusieron a prueba las “bondades” en teoría y práctica de la hegemonía, una palabra que cada día gana más centralidad en el debate político de izquierda y derecha, cuando menos desde la celebrada obra de Laclau y Mouffe, Hegemonía y Estrategia Socialista publicada en inglés en 1985.

Esta a prueba casi toda la primera línea del Pacto Histórico. Pero tiene un acceso a recursos billonarios. Gustavo Bolívar tiene desde el martes de esta semana el manejo de 10,6 billones de pesos. La prioridad la tienen las inversiones en las regiones descentralizadas del pulpo de las grandes ciudades con Bogotá a la cabeza. Aquí se probarán los esfuerzos conjuntos de DNP, DPS y UNGRD, en relación con la mayoría de alcaldes y gobernadores que no los eligió la coalición neo progresista gobernante.

En el curso de las siguientes semanas se producirán los giros acordados para una población en tercera edad, superior a las 500.000 personas que recibirá los primeros giros, distribuidos por el Departamento de la Prosperidad Social. A lo anterior se une la orden impartida por el presidente de avanzar en parte de la reforma a la salud, implementado algunos aspectos de ésta, en particular la promoción y prevención de la salud con base en la afiliación a la Nueva EPS, que tiene el mayor número de personas, 10 millones, está bajo control gubernamental y a ésta suma cinco Eps intervenidas.

 Gustavo Petro y Francia Márquez aprendieron la lección al jugar el primer año con unos aliados “conspiretas”, en la medida en que estaban en desacuerdo abierto o encubierto hasta que no pudieron seguir ocultando sus desacuerdos, y ya fue imposible que permanecieran en la dirección de este nuevo gobierno. Ahora obrar así, a pesar de la escandola, no se distingue en mucho de la forma corriente de gobernabilidad, esto es, colocar al frente de las entidades más importantes y con mayores recursos disponibles a políticos conformes, partícipes de las directrices principales de quien gobierna.[16]

Petro no es, por supuesto Lenin,[17] aunque ambos tengan con más de un siglo de diferencia, tienen similitudes al templar el acero de la reforma democrática en un país periférico y dependiente, de crecimiento medio, sin reforma agraria, con altísimos niveles de pobreza y miseria y analfabetismo, y deficiencias y desatención en materia de salud   

La punta del iceberg de las reformas

“La crisis del sistema de salud no tiene que ver con que existan actores privados, sino con el hecho de que las cuentas no dan.  Y esta conclusión se resume en que el gasto es mucho mayor que el ingreso.” Ricardo Ávila, Más cerca del abismo, en ET, 25/02/2024, p. 1.26.

“Somos completamente respetuosos de las competencias del Gobierno y del Congreso para diseñar la arquitectura para la paz, pero tienen que tener en cuenta los marcos legales y constitucionales que establecen que la amnistía tiene un límite, no se pueden amnistiar crímenes internacionales…Estos preceptos dan origne  a los tribunales de justicia transicional…” Roberto Vidal, presidente de la JEP, ET, 3/03/2024, p. 1.4.

 

                                                                   El gobierno está en la faena de avanzar al tercer debate de la reforma a la salud, que es la reina de la corona en materia de igualdad social, puesto que de prosperar redundará en garantizar la vida a la población, sin lo cual todo lo demás es inútil, y con más veras cuando es central el lema Colombia potencia de la vida.

Para avanzar en ella, después de la contabilización de los impedimentos, la jefe de ponentes exige que el ministerio de Hacienda les informe antes cuánto costará la implementación de la reforma de la salud. El ministro Jaramillo recuerda que el primer cálculo fue que costaría $900.000 millones.

Igualmente, se posesionó el nuevo Supersalud, Luis Carlos Leal, un cirujano general, expresidente de la Asociación Nacional de Internos y Residentes, promotor de Ley 1917 de 2018. Fue concejal de Bogotá por la Alianza Verde. Lo mismo hizo, otro galeno, Francisco Rossi, nombrado al frente de Invima. Él es epidemiólogo y ha lidiado con problemas de salud pública internacional, centrado en política farmacéutica y propiedad intelectual. Tendrá que combatir de inmediato la corrupción al interior del Invima, según indicaciones del propio presidente.

Del lado de los más poderosos contradictores está el economista uniandino, Alejandro Gaviria, quien vuelve a señalar: “En las condiciones actuales, va a ser muy difícil o imposible invertir en equipos territoriales, por ejemplo, sin desfinanciar tratamientos y medicamentos.”[18]

De otra parte, Acemi afirma: “las estrategias que se pretenden implementar en la reforma a la salud pueden hacerse vía reglamentaria de la normatividad existente…lo que se refiere al fortalecimiento de la atención primaria y los temas de promoción y prevención de la salud se pueden hacer bajo el marco jurídico actual.”[19]

De tener razón las voces disonantes, lo que se concluye es que la reforma a la salud no se necesita, y que, en consecuencia, deberá hundirse. Estrategia en la que han fracasado la oposición al gobierno y sus aliados hasta ahora. Pero es sabido que cobraron como presa a la exministra Carolina Corcho, pero cuyos discípulos y colegas pasan al frente en la disputa de la hegemonía social situados en el contexto de la sociedad civil. Aquí se escenifica el desenlace de la crisis de hegemonía del antiguo régimen parapresidencial, y sus líderes libran la más enconada batalla en esta guerra de trincheras, para proteger los jugosos dividendos que ha obtenido el capital financiero desde que se aprobó la Ley 100, y se le dio muerte artificial al ISS.

Desde las trincheras de la sociedad política, la procuradora Cabello, escribió una editorial: La salud, en la encrucijada. Alertó sobre una crisis sin precedentes, en un activismo político que llama a acciones preventivas. Como editorialista  toma posición en El Tiempo, para decir que “la crisis financiera provocada por políticas gubernamentales…incidirían severamente en la operatividad del sistema.”[20]

Ella señala también que la financiación del sistema, la UPC , se mermó  por no ajustarse la inflación, la devaluación, la inclusión de nuevas tecnologías, amén de otros aspectos. Para luego puntualizar en el desabastecimiento de medicamentos, cuando entra en funciones el gobierno Petro desde el segundo semestre de 2022. Más aún, la procuradora remata con la descalificación de la reestructuración al sistema general de la seguridad social que ahora busca una arquitectura institucional pública con riesgos significativos; contraría un sistema construido durante tres décadas y cuenta con el apoyo del 70% de los usuarios.

Ella remata con la siguiente perla argumentativa, “el proyecto de reforma no surge directamente por la crisis financiera, más bien, la crisis se ha utilizado para precipitar de facto la reforma…En realidad, no se requeriría un proyecto de reforma si consideramos que ya contamos con normativas pendientes de ser desarrolladas.”[21]

El trompo de poner de la salud es la punta del iceberg, pero, en torno a ella giran las otras reformas, la pensional, la laboral, y a la cola de éstas la educativa. Ninguna de las cuales cuenta con el favor de la oposición. Precisamente, este martes 6 de marzo, el bloque de la guerra que lidera el Centro Democrático, con la resucitada vocería de Álvaro Uribe Vélez, quien grabó un mensaje de “guerra social” y de renovada lucha de clases, de un minuto y medio, para llamar a la movilización de las fuerzas de la oposición en 18 ciudades principales.

La del ex senador es una diatriba contra todo lo hecho y por hacer del gobierno del Pacto Histórico. Vuelve a sacar el caballito de la inseguridad, el descuaderne de la economía, cuyo crecimiento cayó al 0,6 %, la disminución de la inversión extranjera, y las bajas ejecutorias de la administración Petro. Todo lo cual afecta severamente a las grandes mayorías golpeadas por la improvisación y la ineficiencia.

Las palabras del oráculo de la reacción, viven el contrapunto de la JEP, que aceptó la presencia de Salvatore Mancuso, quien ya está en Colombia, cuyas declaraciones descubrirán al núcleo que sostuvo el montaje del régimen parapresidencial, del cual Mancuso fue la bisagra operativa.

El expresidente responsable de los falsos positivos se va lanza en ristre con la validez de ese testimonio, y vuelve a negar que se reuniera con el jefe paramilitar responsable de más de 50.000 víctimas. El presidente de la JEP, el jurista y magistrado Roberto Vidal, en entrevista indicó: “Nuestra Sección de Apelaciones abrió la posibilidad  de recibir a Mancuso en una condición particular de bisagra, son personas que, como Mancuso, podrían no solo haber trabajado en asocio con la Fuerza Pública, sino darle órdenes a unidades militares, una asociación sumamente estrecha en el nivel de mando.”[22] 

El último asunto a tocar tiene que ver con la marcha de la paz negociada y pactada con las Farc-EP, y con el partido Comunes que es su beneficiario inmediato, cuyos excombatientes impulsan una Ley de punto final, a la cual responde el presidente de la JEP, recordando al país que “No se pueden amnistiar crímenes internacionales, crímenes de guerra, genocidio y delitos de lesa humanidad.”

Este episodio es muy importante, porque el esfuerzo del gobierno actual es realizar el cometido de la paz total. Están en curso nuevas negociaciones de paz, cuyo principal interlocutor es el Eln, con quien el gobierno ya culminó la sexta ronda de conversaciones el 6 de febrero en La Habana. Paró el inicio de la séptima reunión, cuando se enteró que el gobierno de Nariño buscó impulsar en paralelo, un diálogo regional, desconociendo la Mesa Nacional, donde Vera Grabe es la jefe de la delegación del gobierno.

Esta propuesta de diálogo territorial no salió de la Mesa, sino de la visita del presidente a Tumaco en el mes de enero. A ella se unió el frente Comuneros del Sur del Eln, que está aliado con la Segunda Marquetalia de Iván Márquez, a instancias de Luis Alfonso Escobar, gobernador de Nariño, coro al que se unieron Nubia Córdoba, mandataria del Chocó, y el activista de derecha, exgobernador de Meta, Juan Guillermo Zuluaga.

Este desencuentro, en parte, tiene que ver, según ex militante del Eln, Carlos Arturo Velandia, tiene que ver con la falta de representación que aqueja aún a las estructuras de la mesa nacional. Así lo registra: “Una cosa es que hayan llenado una delegación con gestores de paz de varias estructuras, pero otra cosa es que una estructura haya enviado a sus propios delegados…”[23]

Él citó los casos de Chocó y Arauca que tuvieron tal representación. De ahí que se decretara el paro armado en el Chocó, y que los Comuneros buscaran interlocución a nivel regional. En suma, se trata de una deficiencia democrática al interior de la insurgencia subalterna que amenazó con “hacer agua”. Urge articular estas instancias de deliberación para la acción, esto es, como zanjar la disfonía democrática entre estos diálogos regionales y el Comité Nacional de Participación, que ya tuvo 42 de 68 preencuentros programados.

Los interlocutores de parte del Eln que tienen desacuerdos conforman los frente de guerra Oriental y Occidental, y “representan más o menos el 70 % del Eln y esas estructuras no están en la mesa.”[24] De otra parte, el gobernador Escobar, dice que no ha tenido diálogos con el Eln, pero, advierte, que “Si un grupo armado dice que quiere dejar las economías ilegales y quiere participar en unos diálogo, pues lo que yo tengo que hacer es decir que pueden entrar si el gobierno nacional nos delega.”

Con este “parón” en los trámites de la paz total, se juntan en el desenlace de esta coyuntura estratégica, al inicio del 2024, las demandas de Comunes representante de la paz firmada con las Farc-Ep, en noviembre de 2016, las disonancias con la Mesa nacional con la contraparte, el Eln, y los anuncios de iniciar conversaciones con el Estado mayor Central, disidencias de las Farc, que dirige Iván Mordisco, y la Segunda Marquetalia, que ya tiene anunciada una negociación con el gobierno del Cambio.  

A la vez que aparece una nueva prueba de la calle, donde el bloque de la guerra, dirigido por el Centro Democrático, este 6 de marzo volvió a hacerse contar con una movilización en 18 ciudades. Se espera que el Minhacienda certifica cuánto costará la financiación de la reforma a la salud, que exigió la coordinadora de ponentes en el senado, para avanzar en el tercer debate.

El año 2024 marca el choque entre las fuerzas del bloque dominante en que se encuentran articuladas la derecha y la reacción, que acaban de reafirmar y avanzar en el poder regional y local, que son partidarias de continuar la lucha de clases, y la guerra ideológica contra el bloque de la paz que avanza de modo definitivo en el trámite de las reformas sociales contra viento y marea.

Ya sonaron las primeras clarinadas de alerta contra la fragua de un “golpe blando”, para lo cual tratan de desinstitucionalizar por dentro y por fuera al primer gobierno de la oposición de izquierda y democrática, que pugna por impulsar la revolución democrática sin anunciar ningún proyecto socialista, a contrario, de lo que sí proponía Lenin a su partido, un siglo atrás, en Rusia desde Ginebra en 1905.  



[1] Así van las Reformas, en: El Tiempo, 21/2/2024, 1.2.

[2] Igual a cómo pasó en Chile con el estallido social, liderado por mujeres y jóvenes contra el gobierno neoliberal reaccionario del recién fallecido Sebastián Piñera.

[3] El estallido social ocurrió en Colombia entre los años 2019 y 2021. Lo disparó la reforma tributaria regresiva que quiso imponen el binomio Duque/Carrasquilla, cuando el contexto, según cifras del Dane era de 42,5% de pobres, para el año 2020.

[4] Primero salió el trío de los ministros Cecilia López, Alejandro Gaviria y José Antonio Ocampo, cerebro de la reforma tributaria y la recuperación económica pospandemia, y, en fecha reciente, Jorge Iván González, quien fuera el director del Departamento Nacional de Planeación.

[5] Una situación y una estrategia similares a los gobernantes del partido de los Moderados en la Italia del Risorgimento, que desembocó en el fascismo como régimen de excepción, que excluyó las oposiciones, para reproducir el capitalismo sin obstáculos, impulsando una economía bélica, durante la primera Posguerra en Europa occidental.

[6] Ver ET, 18/2/2024, p. 1.8.

[7] Ibídem, p. 1.8.

[8] Esta maniobra, en últimas, fue posible por el secretario de la cancillería, José Antonio Salazar, a quien Gustavo Petro calificó de traidor, porque alegó legalidad para firmar el contrato que favoreció a un único proponente.

[9] Ángela María Buitrago, Luz Adriana Camargo garzón y Amelia Pérez Parra.

[10] A tres votos de coronar, en: ET, 25/02/2024, p. 1.17.

[11] Neira, Armando, El presidente Petro dice adiós a los técnicos y renueva el alto gobierno con figuras del activismo, en: ET, 3/03/2024, p. 1.6.

[12] Las que en Colombia están separadas de las presidenciales, para ayudar con su diseño a la permanencia del status quo.

[13] Savater perdió recientemente la columna que tenía en el diario socialista El País.

[14] Neira, Armando, ídem, ET, p. 1.6.

[15] Él es el autor de un célebre escrito, Las dos tácticas de la socialdemocracia en la revolución democrática, publicada en Ginebra en julio de 1905. Se encontraba en el exilio, donde prima facie examina las decisiones tomadas entonces por el III Congreso del P.O.S.D.R. de Rusia, y la Conferencia menchevique de Ginebra. La tesis táctica fundamental es la de la hegemonía proletaria, esto es, la dirección proletaria en el periodo de la revolución democrático-burguesa para transformarla. En ella se funda la alianza obrera con el campesinado ruso, recién salido de la servidumbre, como fuerzas motrices de la revolución que él calificó de ininterrumpida para avanzar hacia el socialismo, en primera instancia.

[16] Baste con recordar quiénes eran Susana Correa, Pierre García en el DPS, y el hijo del expresidente Gaviria, Simón atornillado en el DNP.

[17] Vladimir I. Lenin escribió Dos tácticas de la socialdemocracia en la revolución democrática en 1905.

[18] ET, 02/24/2024, p. 1.5.

[19] Ibídem, p. 1.5.

[20] ET, 0/25/2024, p. 1.18.

[21] Ibídem, p. 1.18.

[22] Entrevista de María Isabel Ortiz, ET, 3/03/2024, p. 1.4.

[23] ET, 22/02/2024, p. 1.2.

[24] Ibídem, p. 1.2.