viernes, 17 de julio de 2015


LA COSA ESTÁ GRIEGA

miguel angel herrera zgaib
director grupo presidencialismo y participación, unal. bogotá

"Mi mejor momento del día es en la noche, cuando se repite el sueño en el que puedo caminar." W. Schäuble

                                                                     Este miércoles llegó, y ocurrió lo que Alemania, dirigida por la UCD, quiso imponerle a Grecia. Fueron antes cinco años de "ensueño", según los acreedores implacables, y ahora empieza la pesadilla, con un plazo cierto de 3 años.

Alexis Tsipras, cabeza de Syriza tuvo que vivir la oposición significativa, pero inocua del grupo liderado por su exministro de finanzas, Yannis Varoufakis, contrario con 32 más legisladores de izquierda, a la humillación bajo las implacables "leyes" del capitalismo global.

El verdugo aparente de las "ilusiones", el ministro de finanzas,  Wolfgang Schäuble,   el heredero del canciller Helmut Kohl, el "padre putativo" de la unidad alemana. Scäuble es quien le hace la segunda voz a Angela Merkel, la hija pródiga de la Alemania Federal. Él recordó que en la política global tampoco hay "free lunch;"máxime cuando a sus 72 años se dedica a "ayudar a pensar y repensar cómo mantener la solidez del euro." (Ver ET, 17/7/15, p. 13)

La intención era, dicen, que Grecia "lo toma o lo deja la UE". Así estaban las cosas, de acuerdo con los acreedores privados y públicos. Para aprobar el acuerdo dictado por los teutones, los bálticos, más la inflexible Polonia, se requirió el voto de la derecha pro UE. Esto es la vuelta de Samaras, y de su socio menor, la prole de Papandreu.

El otro "Maracanazo"

Como se acostumbra decir, en Bogotá, la "tenaz" suramericana, aunque también lo fue antes Montevideo, la patria de Alcides Ghiggia, "la cosa está griega". Alexis obtuvo una victoria "pírrica", porque no es improbable, no se requiere consultar el oráculo de Delfos, que Syriza pase a mejor vida, y él, Tsipras, deje de ser primer ministro al final del año.

Pero, no queda duda. La crisis de la representación política se ahonda. Poco sirvió que el referendo se votara con el "No", con la salvedad que éste no era por salir de la Unión Europea, que hace agua, en tierra de navegantes y grandes magnates navieros, contemporáneos de los fenicios.

La participación ciudadana  de las multitudes se hace cada vez más necesaria como herramienta de autogobierno, si la autonomía no quiere terminar molida en la máquina imperial que le impone su soberana voluntad a los socios díscolos. No importa que alrededor "chillen" el FMI, con la gala Christine Lagarde,  y el gobierno estadounidense del travieso Barack Obama, ya de salida, juntos.

Algunos dicen, que lo que ocurrió en Grecia fue un nuevo golpe de estado, pero, ¿contra quién? Averígüelo Negri!